miércoles, 16 de mayo de 2018

Pence se prepara para sustituir a Trump


Por Néstor García Iturbe: 
Es posible que las últimas actividades de Mike Pence, el Vice-presidente de Estados Unidos, hayan sido catalogadas por muchos como alguien que está haciendo su trabajo. Por lo regular, en las administraciones que han cursado por la Casa Blanca, el vicepresidente estadounidense realiza actividades de poca significación política, no es una figura que con frecuencia salga a la luz pública haciendo declaraciones ni fijando políticas.  Cómo se ha repetido muchas veces, su principal tarea es sustituir al presidente en caso de que este muera en el cargo. Por lo demás todos han sido figuras poco destacadas dentro de la administración en la cual sirvieron.


 En el caso de la administración Trump, la posible sustitución del presidente no es una idea remota.  El resultado de las elecciones de noviembre del 2018 pudieran determina la pérdida de algunos escaños que en estos momentos están en manos del partido republicano lo cual abriría  las puertas al “impeachment” del cual se ha estado hablando desde hace meses.  Otro aspecto a tomar en cuenta es la posibilidad de que Trump tenga que comparecer ante el Gran Jurado debido  la investigación realizada por el Fiscal Especial, Robert Muller. Cualquiera de estos eventos pudiera dejar la figura de Trump lista para salir de la Casa Blanca.

Los criterios sobre del presidente, expresados por muchos de los que en un momento estuvieron entre sus colaboradores en el Ejecutivo, más los de un buen número de Senadores y Representantes republicanos, que en repetidas oportunidades han planteado su desacuerdo sobre políticas  propuestas por Trump, nos permiten percibir la seria división existente dentro de su propio partido, donde la mayoría trata de salvar su figura alejándose lo más posible de la de Trump, negándose a ir a la reelección.

Los métodos de trabajo del actual presidente distan mucho de ser el resultado de un trabajo en equipo, donde predomina su criterio personal y estilo de trabajo, como si estuviera dirigiendo una empresa en la que por ser el dueño debe hacerse lo que el diga y saca de la misma, a veces sin explicar el porqué, a los que no siguen sus orientaciones. Algo muy distinto a cómo debe funcionar un gobierno y las coordinaciones necesarias  que debe realizar con el Congreso.

Algo parecido ha sucedido en el campo internacional. Toda una serie de obligaciones asumidas por Administraciones estadounidenses en convenios y acuerdos con otros países, han sido rechazadas por Trump prácticamente sin dar una explicación lógica sobre el asunto y sin medir las consecuencias que esto puede tener para Estados Unidos. En esto podemos incluir los acuerdos sobre el Cambio Climático, las constantes sanciones a distintos países mostrando un pensamiento verdaderamente hegemónico, las tarifas a China y otros países sin medir las consecuencias para la propia economía de Estados Unidos, sus constantes amenazas de salir del TLCAN  y más recientemente los acuerdos con Irán que pudieran tener serias consecuencias, principalmente para sus aliados,  los países de la Unión Europea.

Esta es una forma caprichosa y poco analítica de conducir las relaciones con otros países, lo cual demuestra además de superficialidad de análisis, el no reconocer que las administraciones anteriores, al firmar esos acuerdos, estaban defendiendo los intereses del “establishment” más acorde a la situación internacional y el nuevo Orden Económico Internacional.

La negativa de Trump de asistir  la reunión de Perú, una demostración más de su pensamiento hegemónico hacia América Latina, la cual considera un traspatio seguro, donde solamente unos pocos se atreven a enfrentar  los designios estadounidenses, le dio la oportunidad a Mike Pence de contactar con todos los presidentes asistentes a la reunión, establecer acuerdos con la mayoría de los mismos y públicamente proclamar la política que considera debe seguirse con Venezuela, Nicaragua y Cuba, una ratificación de que el vicepresidente conservador continuará rigiéndose por la Doctrina Monroe.

Esto le dio la oportunidad de lucir “presidenciable”, haciendo declaraciones que ratifican a los principales políticos republicanos que seguirá la tradición establecida, impecablemente vestido, utilizando un lenguaje menos ofensivo y ratificando a sus títeres latinoamericanos que trabajará en función de mejorar las relaciones con ellos,  tomará medidas con las deportaciones y todo aquello que tiene que ver con los inmigrantes, cuyas remesas representa en muchos casos una parte importante de los ingresos del país.

Algunos analistas políticos han planteado que de asumir Pence la presidencia el partido republicano se fortalecerá, muchas de las medidas tomadas por Trump se anularán y mejorarán las relaciones internacionales con los países de la Unión Europea, China y Rusia.  En relación con América Latina, los cambios son menos probables, habrá que espera que “Dios le hable sobre el asunto”, pues dice Pence que con cierta frecuencia se comunica con él.

sarahnes@cubarte.cult.cu

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