viernes, 25 de mayo de 2018

Las condiciones subjetivas para supervivencia de la Revolución Bolivariana


Por Rolando Prudencio Briancon: 
Referirnos a las condiciones objetivas, tal como manifiestan los manuales del marxismo, siendo éstas las causas estructurales o materiales que son producto del desarrollo histórico concreto de una sociedad y se desarrollan independientemente de la voluntad de los hombres; tienen que ver entonces con las penosas condiciones de vida  de los pueblos, la explotación que soportan las clases trabajadoras y la opresión política que soportan.


En cambio, los aspectos relacionados con el nivel de conciencia política y de organización de las masas, se refieren en todo caso a la disposición de éstas para la lucha política, para la acción política concreta, en base precisamente a sus condiciones objetivas. Vale decir, es el nivel de conciencia que adquieren las masas, una vez que han definido y decidido actuar en función de sus intereses de clase en sí y clase para sí.

Es en esa interpretativa inferencia que como dijo el marxista greco-francés Nikos Poulantzas se concluye que: “No es raro escuchar que en nuestro país existen suficientes condiciones para el triunfo de la revolución. La crisis económica y política es grave, las condiciones materiales de vida de los trabajadores y el pueblo son difíciles, pero no podemos decir que se ha topado fondo; más aún, es innegable que en el movimiento de masas existen dificultades. Una significativa franja se encuentra influenciado ideológica y políticamente por corrientes socialdemócratas (es decir burguesas) que se mueven detrás de un proyecto que pregona la posibilidad de resolver los problemas de las masas con “más democracia”, “profundizando la participación y gestión popular” en las instancias gubernamentales locales y centrales; es decir, sin romper el campo de juego delimitado por la burguesía, respetando la institucionalidad capitalista”.

Otra de las máximas marxistas señala que a cada revolución le corresponde un momento histórico determinado, por lo que no puede ser siquiera imitado, pues corresponde tanto a sus condiciones objetivas y subjetivas a una realidad concreta, difieren de las que se dan en una sociedad respecto a otras.

Son entonces las particularidades de cada sociedad las que crean las condiciones objetivas y subjetivas para prorrumpir un proceso revolucionario; y las que Venezuela -como una realidad concreta determinada- ha vivido y ha creado como condiciones subjetivas -las objetivas básicamente son las de la crisis económica esencialmente- para reafirmar su convicción -o niveles de conciencia en términos marxistas- revolucionaria, son las que tenemos hoy, después de la derrota de la violencia vivida en Venezuela, y la flamante victoria del presidente Maduro, que se puede decir que Venezuela ha creado las condiciones subjetivas para; no sólo superar las condiciones objetivas sino para enrumbar la naturaleza de su revolución, hacia otro estado superior, que supondría en todo caso el transformador tránsito hacia al Socialismo.

Sí al Socialismo del Siglo XXI que fue el que el Comandante Eterno, como estadista por excelencia, con exactitud se encargó esbozar antes de partir; tal como lo hizo Chávez al nombrar a Nicolás Maduro como su sucesor hace más de 6 años atrás, y señalar la construcción de ése socialismo.

Dentro las medidas que atinadamente señala el analista argentino Atilio Borón, dentro las tareas iniciales, cabría reafirmar la necesidad de: “lanzar un combate sin cuartel contra la guerra económica decretada por el imperio y atacar a fondo a la corrupción (no sólo la que practican las grandes empresas sino también la que, desgraciadamente, está enquistada en algunos sectores de la administración pública) y combatir con fuerza las maniobras especulativas y el contrabando, resolviendo los problemas del desabastecimiento, la carestía, el circulante y la inflación”. Fuente (Telesur).

Pero no se puede descuidar a la vez las condiciones subjetiva; y que precisamente no las ha “creado” sólo el gobierno de Maduro, sino el mismo pueblo venezolano del que ha nacido de la toma de conciencia de los venezolanos, que ante la incontenible inquina imperial estadounidense, que empezó incluso; mucho antes de la llegada de Trump -aunque él ratificó su voluntad- a la Casa Blanca, cuando Obama dictó ese descarado decreto de que declara a: “Venezuela una amenaza para EE.UU.”; que es a partir de ese momento que los Venezolanos se dieron cuenta, que el mismo era una convocatoria a la violencia -como la que se vivió el años pasado- como también al pillaje petrolero -en lo que los yanquis ya demostraron su dotes- como oprobiosamente ocurrió en Irak, y plantaron cara a esa amenaza.

Posteriormente lo que templó el coraje de los venezolanos más aún; fue por un lado el aislamiento internacional al que intentó, e intenta aún inducir el Grupo de Lima -“lacayos de Lima”, -en palabras de Atilio Borón- como el pérfido papel que jugó la OEA a la cabeza del alevoso agente de Almagro. Así mismo las sanciones impuestas económicas impuestas por países europeos, comandados por otro pérfido personaje como Mariano Rajoy, que coludido con la conspiración interna incendiaron el país.

No han sido entonces ni la crisis, ni las agresiones -condiciones objetivas- contra la patria de Bolívar y Chávez las que han podido doblegar -condiciones subjetivas- el espíritu revolucionario de los venezolanos, que épicamente escribirá la historia, sobre a la Revolución Bolivariana como otro estrepitoso fracaso de los estadounidenses frente a un pueblo pundonoroso y valeroso como el venezolano.  

prudenprusiano@gmail.com

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