Por: Tony López R.:
Las cuestionadas elecciones parlamentarias realizadas el 11
de marzo pasado y las presidenciales, en
Colombia el próximo domingo 27 de mayo, están marcadas con el signo del fraude
electoral. En las parlamentarias se conoce que algunos de los elegidos al Senado
o Cámara son familiares de políticos presos por corruptos, paramilitares y
otros por relaciones directas con el
narcotráfico.
Colombia vive momentos, políticamente, excepcionales, será
la primera ocasión que se celebren elecciones en medio de un Proceso de Paz y
con una de las más grandes fuerzas guerrilleras desarmadas, concentradas y engañadas, y el territorio que ocupaban, donde tenía
influencia política, en cerca de 350 alcaldías, zonas veredales y territorios
abandonados por el Estado desde hace cerca de 70 años, ahora ese territorio
está bajo el control, los crímenes y las fechorías del paramilitarismo, y el actual Gobierno y su ministro de Defensa, por conveniencia, niegan la existencia de esas organizaciones
delincuenciales.
Mientras que el Ejército de Liberación Nacional (ELN), quien
continúa manteniendo los diálogos con el Gobierno y, como ha sido su costumbre,
en fechas electorales o patrias, en esta ocasión también decretó un cese temporal de fuego desde el 25 al 29
de mayo.
Llegarán a estas elecciones presidenciales con una división
de la derecha, el centro y la izquierda, pero
con un escenario que lo hace único. Ahora la confrontación no es solo
contra el modelo económico, está en
riesgo el modelo de dominación oligárquica y fraudulenta que, por muchos años,
han venido ostentando liberales y conservadores. No hay excusa de la existencia
de las insurgentes FARC-EP.
Oligarquía que, en momento de peligro de perder su poder, se
atrevieron a cometer el magnicidio contra el líder liberal Jorge Eliecer
Gaitán, fiel exponente de un pensamiento social, revolucionario y antiimperialista, fue su primer víctima y
en la década del 80 y 90 del siglo pasado,
cuatro candidatos presidenciales, Jaime Pardo Leal y Bernardo Jaramillo
de la Unión Patriótica; el comandante guerrillero Carlos Pizarro Leongómez de
la Alianza Democratica-M-19 y Luis
Carlos Galán Sarmiento, candidato anticorrupción y enemigo de la penetración
del narcotráfico en la política colombiana por el Nuevo Liberalismo, una corriente
interna del tradicional Partido Liberal.
En el actual escenario electoral y con un candidato opositor
al modelo oligárquico como Gustavo Petro,
cuyas intenciones de voto, según
las encuestas, ponen en peligro al candidato de la extrema derecha oligárquica.
El fraude se está gestando, desde la
propia Registraduría Nacional Electoral,
un fraude denunciado por el
candidato de Colombia Humana, Gustavo Petro.
El fraude o cualquier otro método que se aplique, sobre todo en una segunda vuelta electoral,
para evitar que Colombia acabe de cambiar y liberarse de una oligarquía
económica, política y social corrupta, vinculada y subordinada a los más
oscuros intereses de Estados Unidos y a los carteles del narcotráfico, serán utilizadas sin contemplaciones.
En una segunda vuelta y en peligro de perder el poder, el magnicidio no está descartado, más cuando
hay políticos con muchos intereses que públicamente han declarado que un
enemigo sea un testigo que lo incrimine, es “un buen muerto”, de allí puede
colegirse que un Presidente que ordene su juzgamiento por graves violaciones a
los Derechos Humanos y Crímenes de Lesa Humanidad también lo puede ser.
Esa terrorista declaración la hizo el senador y ex
presidente Álvaro Uribe Vélez, en un Twitter “cuyo polémico trino reprodujo que
el testigo Carlos Ariza “es un buen muerto” y otras declaraciones contra
candidatos presidenciales. (Revista Semana
Edición 1878 29 abril al 6 de mayo)
¿Porque se teme y denuncia el posible fraude?. Como
antecedentes tenemos que en las elecciones parlamentarias del pasado 11 de
marzo, se denunciaron graves anomalías y hechos de fraude y se mostraron
también el injustificado incumplimiento de la Registraduría Nacional cuyo
directivo Juan Carlos Galindo ha declarado que el ministro de Hacienda no les
otorgó todo el dinero solicitado para imprimir los 36 millones de boletas. ¿Cómo es posible que no se tengan todas las
boletas? Se sabe que, históricamente, la
abstención en Colombia es entre un 54 a 60 por ciento, y tal vez el ministro definió que no eran necesarias, pero
es un incumplimiento.
Para el Procurador General, Fernando Carrillo “la democracia
colombiana vive una dura prueba por la contingencia con las tarjetas de
Consulta, asegurando que es hora de la madurés de las instituciones y los
Partidos, los medios de comunicación y los ciudadanos en respetar los
resultados, no sin dejar de hacer las investigaciones correspondiente” Este señalamiento del Procurador alerta muy
seriamente sobre el incumplimiento de la Registraduría Nacional
Electoral.
La denuncia del candidato Gustavo Petro del arreglo al
sistema del Software de la Registraduría
Nacional que permita realizar el fraude, y
de la Fundación Paz y
Reconciliación que existe una red de funcionarios de la Registraduría que reciben
pagos por alterar las cifras electorales, están ligadas a los históricos
fraudes, compra de votos y amenazas al electorado donde reinan las criminales
bandas paramilitares que financian, empresarios caciques políticos y
latifundistas, donde sí o sí tienen que votar por el candidato que ellos le
ordenan, pone en tela de juicio las “democráticas elecciones” que anuncia el presidente Juan Manuel Santos se realizarán el próximo domingo 27 de
mayo.
Las facilidades para todo este manejo electoral está dado
por el anacrónico sistema electoral que tiene Colombia y que aparentemente no
se ha modernizado por falta de recursos, dice el oficialismo, o por las
facilidades que brinda para el fraude dicen otros, pero lo más paradójico es
que la acusación realizada por el presidente Juan Santos contra Venezuela, declarando que se realizaría un megafraude para elegir al
presidente Maduro, declaración
amplificada antes de la elecciones venezolanas y aún hoy.
Los medios de prensa propiedad de los tres magnates más
grande de Colombia se han dedicado a esta campaña y no han publicado los desmentidos sobre el fraude en
Venezuela que han declarado todos los observadores internacionales, expertos de
la CEELA, incluyendo al ex presidente
español José Luis Rodríguez Zapatero. Sin embargo es sospechoso que no mencionan absolutamente nada de las
denuncias de fraude en Colombia y si las
mencionan las ridiculizan y dicen que son inventos de la oposición.
Pronto seremos testigos de si, realmente, fueron
democráticas o se impuso el fraude.
(*) Periodista,
politólogo y analista internacional.
jorgarcia726@gmail.com
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