Por Katu Arkonada*:
El chavismo volvió a
ganar las elecciones en Venezuela. Son 22 de 24 elecciones celebradas en
Venezuela desde el triunfo del comandante Chávez en 1998, triunfo que inauguró
el cambio de época en América Latina. En un claro ejemplo de disonancia
cognitiva, una buena parte de la opinión pública internacional, incluida la
izquierda, no termina de entender por qué si Venezuela es una dictadura en medio
de una guerra civil, se celebran elecciones en paz, sin muertos, y con
resultados parecidos, en participación y apoyo al ganador, a otros procesos
electorales en el continente.
Vamos con un breve abecedario para intentar comprender lo
sucedido:
C de chavismo. Este abecedario no comienza por la A, sino
por la C de chavismo, que más que un concepto teórico, es una teoría de acción
colectiva, plebeya, llevada a la práctica. Sin el chavismo político y
sociológico, salvaje en palabras de Reinaldo Iturriza, no sería posible
entender no ya la revolución bolivariana, sino la resistencia heroica a los
ataques políticos, económicos y mediáticos contra un proceso, ataques que
comenzaron con la victoria de Chávez, pero se recrudecieron con la muerte del
comandante en 2013.
E de elecciones. Celebradas en un ambiente de total calma y
tranquilidad, y garantizadas por un sistema electoral que la propia Unión
Europea ha avalado, o el ex presidente estadunidense Jimmy Carter ha
considerado como el más seguro del mundo. Es necesario destacar que el proceso
para votar se abre mediante la huella dactilar, única, de cada persona, que
permite realizar un voto electrónico en una máquina, que a su vez emite un
recibo, que a su vez se introduce en la urna. Por tanto, el proceso tiene 3
salvaguardas que lo convierten en extremadamente seguro y confiable ante
cualquier auditoría.
F de Falcón. Henri Falcón, el segundo candidato (de los
cuatro que había, un oficialista y tres de oposición) más votado, ha demostrado
que se puede ser opositor, plantear medidas que suponen un regreso a la
doctrina del shock neoliberal, y competir electoralmente siempre que se haga de
manera democrática y no violenta.
M de Maduro. La ofensiva chavista que permitió ganar 20 de
23 estados en el país y más de 300 alcaldías, así como las elecciones a la
Asamblea Constituyente, no hubiera sido
posible sin el liderazgo de Nicolás Maduro. Es necesario recordar que el actual
presidente venezolano no sólo fue un gran dirigente sindical ya desde los
tiempos en que Chávez daba el golpe cívico-militar de 1992, sino que además de
diputado, y constituyente, fue el mejor canciller que ha tenido la ALBA,
durando en su cargo seis años.
G de guerra económica. Estas elecciones se han realizado en
medio de una hiperinflación y especulación cambiaria inducida, situación sumada
a la caída de los precios del petróleo que pasaron de 120 a 20 dólares por
barril en cuestión de meses, y la corrupción presente en todo gobierno donde se
mueven cantidades millonarias en contratos públicos (desde México hasta
Argentina).
O de Oposición. Estas elecciones son la derrota de la
oposición, con V de violenta. La oposición violenta que asesinaba personas en
las guarimbas o las quemaba vivas por ser pobres, negras, chavistas...
Apostaron por una estrategia de confrontación violenta,
estrategia que ha sido derrotada por un pueblo organizado, que castigó
electoralmente al chavismo en las elecciones legislativas de 2015, pero no
avaló electoral ni políticamente la confrontación violenta y golpista.
S de Santo Domingo. Esperamos que un día se hagan públicos
los acuerdos de Santo Domingo que nunca llegaron a firmarse, y por qué la
oposición venezolana, después de haber acordado con la delegación del gobierno
seis puntos, incluida la celebración de elecciones y el reconocimiento al
resultado de las mismas, nunca se sentó a firmar y ratificar el acuerdo al que
habían llegado.
U de United States. Así, en la lengua del imperio, para
entender la forma de pensar de un país que ha hecho del imperialismo su doctrina
política, económica y militar; de un país que mientras se rodea de muros y
expulsa migrantes, siembra de bases militares América Latina e impulsa golpes
de Estado; de un país cuyo Comando Sur
cree tener jurisdicción sobre naciones que defienden su soberanía política,
económica y territorial. El imperialismo hoy está más presente que nunca en
Venezuela (declarada peligro para la seguridad nacional de Estados Unidos), y
el objetivo es claro: petróleo, gas, coltán y otros recursos estratégicos.
Z de Zapatero. La agresión sufrida por el ex presidente
español José Luis Rodríguez Zapatero, nada sospechoso de chavista, en un
colegio electoral donde votan las clases altas de Caracas, retrata a la
oposición venezolana. Una oposición con
rasgos no ya autoritarios, sino fascistas.
Este pequeño abecedario nos va a ayudar a entender lo que ha
sucedido hasta el día de hoy, donde el chavismo se ha impuesto con rotundidad a
una oposición dividida en la táctica y la estrategia a seguir. Pero toca estar
vigilantes, la estrategia envolvente que viene ahora pasa tanto por el
aislamiento internacional de la revolución bolivariana, como por una estrategia
de desestabilización para intentar ganar mediante la violencia lo que no han
podido ganar en las urnas.
El gobierno venezolano tiene muchos defectos, como todos los
gobiernos del mundo, pero el pueblo venezolano ha hablado en las calles y ha
dado un voto de confianza a Maduro para resolver una crisis económica inducida.
Es claro que el chavismo tiene más apoyo que el proyecto opositor de vuelta al
neoliberalismo y eso es lo único que debería importarnos, respetar la soberanía
política, económica, territorial y
popular de un pueblo informado y politizado, que aun con la necesaria crítica y
autocrítica, no quiere volver al pasado.
*Katu Arkonada ha participado como observador y acompañante
del proceso electoral venezolano. Análisis enviado desde Caracas la noche del
20 de mayo de 2018
@katuarkonada
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