Venezuela ha adoptado la digna decisión de retirarse de la
OEA, que firmemente apoyamos
Hemos sido testigos, una vez más, de otra decisión infame e
inmoral de la desprestigiada OEA en contra de la Revolución Bolivariana, que
reedita las bochornosas páginas escritas contra la Revolución Cubana en la
década del sesenta del pasado siglo.
La convocatoria de una Reunión de Consultas de Ministros de
Relaciones Exteriores, para continuar hostigando al gobierno venezolano,
constituye otra acción coherente con el tradicional papel de esa organización
como instrumento de dominación imperialista en el hemisferio; a fin de
resquebrajar la soberanía, la independencia y la dignidad de Nuestra América.
La OEA ha permanecido siempre de espaldas a los pueblos de
América, con una historia de casi 70 años de subordinación a los intereses
oligárquicos e imperialistas. Ha estado ausente cuando nuestra región ha sido
víctima de intervenciones y agresiones políticas, económicas y militares, o de
graves violaciones a la democracia y a los derechos humanos.
Es tiempo ya de reconocer que la OEA resulta incompatible
con las necesidades más acuciantes de los pueblos de América Latina y el
Caribe. Es incapaz de representar sus valores e intereses. Impuso un falso
credo democrático, responsable de la muerte de cientos de miles de
latinoamericanos y caribeños, y de la pobreza y exclusión de millones. La OEA
agrede e impone, y no concilia ni dialoga; desprecia la igualdad y la
autodeterminación de los Estados. Conspira y subvierte a gobiernos genuinos y
legítimamente constituidos con demostrado respaldo popular. Merece el más
profundo repudio.
Venezuela ha adoptado la digna decisión de retirarse de la
OEA, que firmemente apoyamos, luego de haber enfrentado con valentía el acoso,
la injerencia y la ignominia de la que ha sido objeto en esa institución y por
parte de su enfebrecido Secretario General. En aras de la defensa de los
intereses colectivos de la región, tanto Chávez en su tiempo, como hoy el
presidente Maduro, enfrentaron sus traiciones con dignidad y valor. Pero la OEA
nunca se propuso aceptar a un gobierno popular y mucho menos ayudar a
Venezuela, como predican algunos. Por el contrario, se alineó cada vez más con los
propósitos de derrocar a la Revolución Bolivariana.
Las agresiones contra Venezuela y la despreciable conducta
de la OEA en su contra, confirman que dondequiera que haya un gobierno que no
convenga a los intereses de los círculos de poder imperial y a sus aliados,
será atacado. Los nuevos métodos de desgaste, más sutiles y enmascarados, sin
renunciar a la violencia, para quebrar la paz y el orden interno, no ocultan la
vieja estrategia de demostrar la inviabilidad del progresismo, de las
izquierdas y de sus luchas por el desarrollo económico y social de nuestra
región.
Cuba ratifica su firme compromiso de acompañar a Venezuela y
la posición digna, valiente y constructiva del presidente Nicolás Maduro al
frente de la Revolución Bolivariana. Expresamos nuestro apoyo y solidaridad al
pueblo y gobierno venezolanos en este nuevo capítulo de resistencia y dignidad,
convencidos de lo mucho que nos queda por batallar para alcanzar la unidad y
mantener vigentes los fundamentos de la Proclama de América Latina y el Caribe
como Zona de Paz, firmada en 2014.
La Habana, 27 de abril de 2017
americalatina.caribe@tricontinental.cu
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