lunes, 3 de abril de 2017

La información circulante y nuestras prácticas

Por Luciano Salerni 

El propósito es advertir entre nosotros que el momento que atravesamos es más crucial de lo que incluso aparece en la agenda política institucionalizada. Puede que nos pase o esté pasando lo mismo que cuestionamos al los grandes medios: inundar con información, sobreabundancia y redundancia, para que veamos otro escenario y no lo que en verdad está crujiendo.

Puede que las posiciones e incluso las opiniones resulten molestas e incisivas. Es cierto, lo son. Y el propósito es advertir entre nosotros que el momento que atravesamos es más crucial de lo que incluso aparece en la agenda política institucional (o formal, o política legal, se le decía en otra época). Es que, como decía Galeano, “en estas épocas de crisis, la verdad se parece mucho a la mentira”.


 Hay mucha densidad y variedad de info dando vueltas por todos lados, que no vale como dato en sí misma sino que vale por la acción de querer hacerla circular para, como discurso (y contra discurso) delinea y construye a la vez tanto una agenda pública como una “matriz” del problema que enfrentamos. Este último es el aspecto estratégico que nos importa como soberanía política del pueblo pero reconociendo que no se discute en el vacío sino que de discute por intermedio de la agenda y planes de acción que se lanzan. (1) 

El punto crítico de la redes virtuales llamadas intencionalmente “sociales” (igual que el sistema financiero, basados en las telecomunicaciones, transito de datos por encima de los territorios sociales) es que rompen “lo viejo” y construyen “lo nuevo”. (2)
Hasta ahí estamos de acuerdo, no solo en la idea de apertura democrática-ciudadana sino en la concepción político-estratégica de la etapa: desde el No al ALCA de 2005 hasta 2011, la voluntad latinoamericanista estuvo enmarcada por la gran disputa mundial entre los americanistas y los globalizas. De hecho, los segundos nos dejaron hacer en tanto rompamos los lazos carnales con el consenso de Washington.

Néstor Kirchner tuvo la capacidad de observar esa situación y profundizarla (superando la alianza nacional polo productivo que conformaron Duhalde y Alfonsín en 1996-1998 salida de la convertibilidad) jugando ahí adentro, por ejemplo al desendeudamiento respecto del dolar americanistas.

Después, como continuidad de esa disputa, CFK-Kicillof enfrentan la reacción buitre diciendo que el nuevo endeudamiento argentino se firmaría en Londres y no en New York. Perdimos las elecciones incluso con parte de la alianza social electoral PJ-liga de gobernadores que no querían romper con la tradición neo-liberal americanista.
En todo ese período, la política “nacional” (de cada país de nuestramérica) implicaba un alineamiento-alianza “internacional” bien diferente: hacia el globalismo que, para enfrentar a los americanos, aparece en la esfera política como “multipolarismo”.

Cuando el globalismo se impuso, se terminó el amor. Por eso hoy mismo hay cosas que se parecen pero que no son: en la política nacional (de todos los países de nuestra América) hay convergencias en la UNIDAD que si bien se parecen, no son lo mismo. Y sobre todo en los dos motores sudamericanos: PT-Frente Brasil Popular-Instituto Lula y PJ-FpV-Instituto Patria. Observemos: viejo partido alianza productivista-superada por nuevo partido electoral con nuevas mediaciones sociales- nueva gobernanza ONG que de cara al futuro auto-asume (y disputa) la conducción estratégica contra las estructuras del pasado y las del presente.

Podemos observar que del otro lado el recorrido es el mismo: UCR (viejo partido alianza social electoral) -PRO Cambiemos (superación de la crisis de los partidos políticos) -fundaciones-ONG varias (conducción estratégica nueva gobernanza global).

En notas anteriores señalamos que esta globalidad, cuya forma institucional es la nueva GOBERNANZA GLOBAL cuyo soporte técnico (sector 1.1) son las telecomunicaciones de datos culturales y financieros (habría que explorar de qué se trata, que actores suponen: en el foro NET MUNDIAL dijeron ciudadanía-consumidores + organizaciones ONG especializadas + empresas) rompe con el modelo de dominación de las alianzas económicas y políticas históricas de cada territorio país (cuyo recorrido lo mencionamos arriba) y deja el campo libre de malezas. La pregunta es quién siembre ahora sobre el terreno ya limpio. O para tener claro quien condujo el proceso la pregunta sería quién está en condiciones reales y verdaderas de trabajar ese nuevo campo arrasado. Reflexionemos y pensemos, como ejemplo, todo lo sucedido en torno de la LSCA en Argentina, desde su puesta en debate (qué actores), su implementación-no implementación (qué actores), su ampliación a la TICs (qué actores).

De nuevo: estamos de acuerdo en poner en crisis y superar las formas de dominación del pasado y del presente. No se si estamos de acuerdo en la forma de conducción-gobierno que de ahora en más queremos y, aun no queriendo, necesitamos.

Sobre ese punto es que llamo la atención. Y lo hago valorando lo que somos, hicimos y hacemos, no lo que no hacemos. Estamos en un momento bisagra en el que el acumulado histórico de las organizaciones libres del pueblo que tenemos las patas en el barro desde hace décadas, demos un paso hacia adelante y armemos nosotros nuestro mapa de la situación, mapa que es plan, y no solo mirar desde lejos lo que pasa. Sin dar un paso adelante la situación no se resuelve para nadie, ese es el sentido de oportunidad histórica que aparece como estancamiento-crisis.

Por primera vez en mucho tiempo, el pueblo juega. La fuerza de trabajo del pueblo no solo tiene otro precio (valor de cambio en el mercado de la política) sino que tiene otro valor de uso (composición del problema general, plano estratégico) y es cuando el pueblo vuelve a juntarse con sus propios medios de trabajo de los que fue históricamente desprovisto y enajenado.

Insisto, es para que “nos valoremos” y nos animemos a más. Pero no es el grito con la moral de la historia sino, como decía, con el sentido de oportunidad estratégica: si no inventamos, erramos!
Otro ejemplo. Durante la movilización del martes en CABA, me llega este mensaje de un conocido ubicado en el círculo íntimo del cristinismo-kichnerismo (no es peyorativo, es descripción del lugar donde está parado), intentando “ordenar” el mapa y así “dar tareas” a los compañeros de base. El mensaje decía textualmente:

“1° lograr que el Gobierno garantice las paritarias. 2° lograr acuerdos paritarios x arriba de la inflacion. 3° frenar importaciones para defender PyMEs. 4° frenar despidos. Esto se ordena solo cuando el PJ defina quien será el candidato a Presidente 2019 q enfrente a la derecha. Hasta ahí serán intentos de defender lo q se pueda empresas, puestos de trabajo, salarios.”

¿Cuánto dice sobre “su” problema y sobre el problema del pueblo? Este ejemplo, como otros, sirven para mostrar que la información que circula no es neutra (nunca lo es, es claro) pero ahora no vale solo como dato y creo que incluso la están haciendo jugar construyendo un escenario de inevitabilidad: el problema “nacional” es el problema institucional-gobierno-alianza de unidad nacional.

Y eso está bien, es así. Lo que venimos preguntando (en las varias columnas y comentarios que hemos compartido) es si el problema nacional es igual al problema popular?????
Entonces, ordenar las ideas para el escenario 1, ordenar la práctica y las acciones con esas ideas para ese escenario 1, es una cosa bien distinta a la otra. Incluso, detrás de ella hay una visión de construcción de lo latinoamericano bien diferente también. Para el escenario 1, siguen siendo relaciones internacionales que se aceitan y dirimen en la diplomacia. Y así, hasta podríamos decir que hay una idea de “orden” y de “mundo” bien distinto.
Nacional y popular no son contrarios. Eso es claro. Pero igual que lo señalaba Rosa, lo segundo contiene e implica lo primero. Pero no necesariamente a la inversa.

Igual que lo que señalamos en comentarios anteriores, sabiendo que las relaciones de fuerza aun no son completamente favorables (pues si así lo fuera ya estaríamos conduciendo y en todo caso discurriendo y hablando de otra cosa) tenemos antes que nada TAREAS para que esas condiciones de fuerza (poder, poder hacer) se conviertan en realidad. Esas tareas son las de articular a diario en nuestro territorios, con acciones sencillas, anónimas pero estratégicas (que lo son si las hacemos en conjunto y en simultáneo), la unidad de abajo para así poder condicionar eso que también aparece como “nueva unidad” pero que gestan desde arriba.

En este marco y en este momento particular de la lucha política (no se diría lo mismo si fuese otra la situación), es que advierto que puede que nos pase o esté pasando lo mismo que cuestionamos al los grandes medios y cadenas que se han convertido en el partido de las oligarquías globales con el objetivo de orientar (construir el consenso) las pequeñas burguesías intelectuales-técnico-académicas de cada país (2% de la población dice Brzezinski en La Era Tecnotrónica) pero ahora ya como un mismo todo supra-nación (una fracción de clase global). Eso que hacen fue revertir el proceso de construcción de verdad social, de censura y de acceso a la información. Antes la negaban reprimiendo, ahora inundan con información, con sobreabundancia y redundancia, para que no veamos lo que en verdad está crujiendo, el verdadero problema que hoy empieza a estar en juego, que no es solo economía, que no es solo modelo y que es el poder mismo.

Lo ocurrido el martes incluso durante la movilización y acto de CGT en CABA, es un síntoma. Y fíjense qué mandato da ese conocido mencionado antes, cuando dice lo que dice: el pueblo trabajador no solo es la mano de obra del aparato productivo sino que además, desde su concepción del poder, es la infantería de su proyecto de gobierno. Y dice que hay que resolver el candidato 2019 para enfrentar a “la derecha”????!!! O sea, ese “nosotros” donde se ubica es “izquierda”??? Así de clara está la división de los proyectos entre oficialismos y oposición???

Me resulta miserable la evaluación y el trato al pueblo de a pie, al esfuerzo del pueblo que apenas si sobrevive mientras las pequebu ilustrada cobra desde el estado y la institucionalidad oficial (como gobierno o como oposición) estándares de vida bien distintos. Esto es asi desde la Revolución Francesa hasta nuestros días, acá y todos las tierras cuyo sistema institucional está organizado en torno a la lógica de producción y reproducción del capital.

Pero además, lo sustantivo en la definición del problema social no es la auto-nomenclatura (derechas e izquierdas) de los que se ubican como representantes de “lo popular” sino dónde y cómo jugamos el campo popular auto-representado desde nuestros territorios. Territorios que no son provincias sino territorios sociales: relaciones sociales y políticas en lugares concretos.

La información que circula es uno de los componentes del análisis pero porque nos dice qué es lo que está haciendo, qué está viendo y adónde quiere ir (los tres planos señalados arriba) ese otro que habla o que organiza reuniones o que incluso nos convoca. Pero lo sustancial en y para la evaluación del estado de situación es el qué hacer nuestro.

La academia, incluso la progresista y la contestataria (que nada tiene que ver con el intelectual orgánico (3), fue siempre instrumento de la dominación, en tanto contrapeso orgánico dentro de la hegemonía, financiado por los saldos nacionales (e internacionales, como becas) de las tasas de explotación del pueblo mismo. Hoy, en esta etapa crítica, eso es más notorio aun: a río revuelto, ganan los pescadores… diciendo lo parecido, no necesariamente se dice lo sustancial.

Fíjense que hay dinero para cuanto foro de intelectuales progresista se nos ocurran, para montar oficinas y fundaciones, para organizar equipos de prensa, para pagar pauta, etc etc, pero no hay para juntar compañeros ni en los barrios, ni en las fábricas, ni en los plenarios a debatir estas cosas medulares, que sería la verdadera práctica del empoderamiento.

Como red de comunicadores, valoremos nuestra tarea de generar lazos de organización local-territorial. La organización del pueblo en tanto tal: ese es nuestro cometido. Ahí se distingue con claridad, lo que se difunde en la agenda como “tema” construyendo así opinión pública (que nunca es tan pública sino que es formalmente pública y restringida a sectores sociales, como “habitus de clase” incluso), de lo que es un “problema de la realidad”. Igual que lo dicho más arriba, la cuestión es que lo segundo incluye lo primero, pero no al revés.
En ese sentido la red, como forma superior del centralismo democrático, también puede ser una manera de “penetración” de nuestros territorios. No es un tema de debate. Solo es una cosa o la otra, según lo que hagamos.

De ahí la apelación a la práctica concreta, que es la que otorga valor diferencial a la mercancía información o dato que se difunde. Pero claro, es una práctica bien distinta de la que viene de arriba hacia abajo.

En esta etapa del largo proceso de las luchas sociales, el frente interno pasa a ser sustancial pues ya sabemos qué quiere el enemigo pero no sabemos que queremos nosotros. La unidad de la concepción es también lucha, lucha del movimiento por orientar su práctica. Y, como está a la vista, el enemigo juega por adentro, haciendo difuso y divergente lo que debería ser, a los fines de poder ir a un escenario de relaciones de fuerza favorable, convergencia.

¿Es un tema en sí, entonces, este de la conducción? No, es un problema que se dirime en la práctica, en lo que hacemos. Es lucha de ideas que, como se decía en otra época, se da “en la cabeza del público”. Da la casualidad histórica, que la fortaleza política del enfrentamiento social, hace que seamos nosotros mismos ese público que se debate entre una cosa o la otra.

En ese marco y en esta etapa, el debate de ideas, que vale más que “trincheras de piedras”, es un deber para la conversión del mercado interno consumidor-receptor-elector-beneficiario en pueblo. Pueblo es, pueblo en lucha.

—Notas—
1-    Los tres ámbitos de actuación en y con la comunicación: economía del discurso, agenda política, matriz ideológica. Detrás de cada una de ellas podríamos sintetizar la acción “típica” que le corresponde: difusión, competencia, conducción. Y seguir, por ejemplo, describiendo que pone en juego cada una: verdad-mentira, eje del problema, concepción general del problema. Estos tres momentos son también las tres dimensiones que operan en simultáneo caracterizando cualquier acción, o acto comunicativo en este caso: sobre el acto consumado o acción por emprender (la maniobra, lo operativo), se ponen en juego la dimensión táctica y la estratégica. Siempre, todo en uno.

2-    El movimiento siempre es contradictorio: separar lo viejo para unir lo nuevo, desarmar una alianza para construir otra, des-territorializar para re-territorializar. Y prácticamente se hace en simultaneo, no secuencialmente después: mientras unir separando, construir desarmando, territorializar desterritorializando o viceversa, desterritorializar territorializando . O sea, es una acción, no dos. Para entender el valor de la práctica, esto es muy importante.

3- Los intelectuales y la organización de la cultura, texto completo. Una interpretación: “El intelectual tradicional es el literato, el filósofo, el artista y por eso, nota Gramsci, “los periodistas, que retienen ser literatos, filósofos, artistas retienen también ser los verdaderos intelectuales”, mientras modernamente es la formación técnica la que sirve para formar la base del nuevo tipo de intelectuales, un “constructor, organizador, persuasor”, que debe llegar “de la técnica-trabajo a la técnica-ciencia y a la concepción humano-histórica, sin la cual permanece especialista y no se vuelve dirigente. (…) Los intelectuales orgánicos no se limitan a describir la vida social de acuerdo a reglas científicas. (…) La organicidad del intelectual se mide con la mayor o menor conexión que mantiene con el grupo social al cual se refiere. (…) Según Gramsci, los intelectuales modernos no son simplemente escritores, sino directores y organizadores involucrados en la tarea práctica de construir la sociedad.”
@lucieno
lucianosalerni@gmail.com


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