Mostrando entradas con la etiqueta Cali. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Cali. Mostrar todas las entradas

sábado, 7 de diciembre de 2019

Colombia. ¡Nos Quitaron Hasta El Miedo!



 Por Violeta Guetnamoa:
El 21N triunfó la dignidad, ni la lluvia, ni los gases, ni la manipulación psicológica, detuvo la fuerza del descontento social.

El pueblo colombiano se ha puesto de pie muchas veces, ha visto varias generaciones desaparecer bajo la bala criminal del Estado. Tal como se escucha en las calles por estos días, “somos el pueblo al que le han quitado todo, incluso el miedo”.


Los colombianos están removiendo las barreras del silencio. Desde el pasado 21 de noviembre, millones de ciudadanos, se volcaron a las calles y plazas de todo el país, convirtiéndolas en trincheras de inconformidad y rechazo a las actuales políticas del gobierno neoliberal de Duque. Un rotundo grito se escucha hoy en Colombia: ¡Ya no tenemos miedo!

Semanas antes del 21N el Gobierno Duque, emprendió una política de zozobra mediática y pánico social. Miles de uniformados patrullaron las calles, allanaron viviendas y detuvieron artistas, docentes y estudiantes, con el fin de mantener la mordaza en la boca de los inconformes. Pero la realidad estaba cargada: el asesinato de líderes sociales, el bombardeo militar a 18 niños, el regreso de los falsos positivos, la imposición de políticas antipopulares, etc., sobrepasó el límite de la inercia; llegó la hora cero y el pueblo se lanzó multitudinariamente a las calles de Colombia; Bogotá, Cali, Medellín, Cartagena, Bucaramanga, Villavicencio, Tunja, Pasto, Barranquilla, Cúcuta, Riohacha, Manizales, Ibagué, e incluso municipios tan olvidados por el Estado como Uribía en La Guajira.

El 21N triunfó la dignidad, ni la lluvia, ni los gases, ni la manipulación psicológica, detuvo la fuerza del descontento social. Millones marcharon, y sólo fue el comienzo, ya que el Paro Nacional se mantiene. Como dijera Estela Hernández, indígena de Mexquititlan, en México: “En pie de lucha por nuestra patria, por la vida y por la humanidad. Hasta que la dignidad se haga costumbre «.

El Paro Nacional continúa, y se fortalece con cada hecho de violencia, perpetrado contra los colombianos. Mientras la sociedad marcha y protesta pacíficamente, el Estado reprime: las Fuerzas Militares intimidan – ultrajan, y el Escuadrón Móvil Antidisturbios (ESMAD) asesina.

Los hechos en los que el joven Dylan Cruz, víctima reciente del Estado policial, que el día 23N quedó en estado de muerte cerebral, a causa del ataque de un agente del ESMAD, quien le disparó una bomba recalzada directo a la cabeza; han enardecido aún más al pueblo en las calles, convirtiéndose en una nueva y punzante razón para continuar.

Ante el país y el mundo ha quedado evidenciado, el tratamiento de guerra que el Estado colombiano le da la protesta social; abundante material audiovisual, testifica como son las fuerzas policiales quienes organizan y desatan el vandalismo, a través de sus agentes infiltrados en las manifestaciones, o con provocadores pagos por la misma fuerza pública, con el fin de generar caos y así justificar la represión. Es curioso que en los departamentos donde el ESMAD no hizo presencia, no se hayan producido disturbios; aun así, el presidente Duque le aseguró este 23 de noviembre a la BBC que: “Rechazamos contundentemente las versiones que tratan de insinuar que es la Fuerza Pública la que promueve el vandalismo», nadie lo insinúa señor Duque, está demostrado.

Los colombianos ya no tienen miedo. Colombianas y colombianos de todas las edades, exigen hoy, un cambio inmediato, se oponen a las políticas económicas neoliberales, a la Doctrina de la Seguridad Nacional, la cual ha generado miles de crímenes de Estado, millones de desplazados, millares de desaparecidos y torturados, más de 3 mil masacres…

El Paro Nacional que inició el 21N, y que hoy se extiende a su quinto día, es la expresión de la furia de un pueblo que lleva muchos años silenciada y amenazada. Este Paro Nacional, ha generado nuevas formas de protesta y lucha, construyendo y fortaleciendo significativos lazos de solidaridad y apoyo entre el pueblo. Este se ha reconocido, se ha escuchado y ya no olvidará que ha luchado unido.
La unidad e integración de los pueblos también debe darse al interior de la patria, una que necesita ser reinventada por las mismas comunidades, expulsando a quienes han usurpado la soberanía y la dignidad por más de 200 años.

El pueblo colombiano se reconoce en las luchas de Nuestra América: Chile, Ecuador, Bolivia (contra la dictadura de Añez), Haití, y del mundo entero: Palestina, Yemen, Grecia, etc.… que están en pie de lucha contra el imperialismo.

El pueblo colombiano se ha puesto de pie muchas veces, ha visto varias generaciones desaparecer bajo la bala criminal del Estado. Tal como se escucha en las calles por estos días, “somos el pueblo al que le han quitado todo, incluso el miedo”. Este pueblo es consciente que no tiene nada que perder, pues ya casi todo le ha sido arrebatado, menos el ímpetu para construir la Nueva Colombia.
rioliverr@gmail.com

viernes, 23 de septiembre de 2016

Desde Bogotá: Conspiración contra Cuba

Por Alberto Acevedo 

Un pequeño aquelarre anticubano, con generoso patrocinio del Departamento de Estado de los Estados Unidos, se reunió en Bogotá la semana pasada, tras el disfraz de ser un taller de capacitación para organizaciones no gubernamentales

Durante los días 4 al 10 de septiembre pasado, el Hotel Tequendama en Bogotá fue escenario de una curiosa reunión de organizaciones no gubernamentales, y la participación de académicos, la mayoría de ellos vinculados a la Universidad Nacional, convocados con el propósito de adelantar una ‘capacitación’ en técnicas de elaboración de ‘informes sombra’, que son presentados a foros internacionales, como las Naciones Unidas, para desvirtuar o avalar la gestión de diversos gobiernos.

 En el caso de la reunión de Bogotá la semana pasada, el objetivo era la construcción de informes de derechos humanos de organismos que trabajan con población LGBTI.

Pero la misión humanitaria de la reunión, en realidad es una fachada. El evento fue organizado por el Instituto Raza, Equidad y Derechos Humanos, IRED, que fundó y dirige Carlos Quesada, un cubano-americano residente en Estados Unidos, que recibe copiosos recursos del Departamento de Estado y de las agencias norteamericanas de inteligencia, para adelantar programas anticubanos en el exterior, utilizando, consciente o inconscientemente, a organizaciones no gubernamentales diversas, para darle un ropaje de “sociedad civil” a lo que en realidad es una conspiración contra la revolución socialista en Cuba.

Los ‘informes sombra’, en general, son herramientas de las ONG para vigilar a los Estados y demandar el cumplimiento de ciertas políticas en materia de derechos humanos. Usualmente, las ONG presentan informes alternos a los que los gobiernos presentan ante organismos internacionales. Pero en el caso de Cuba, son las agencias de inteligencia de los Estados Unidos las que se mimetizan a través de ONG, tanto cubanas como extranjeras, para construir un remedo de ‘sociedad civil’, que en el fondo no son más que grupos de conspiración contra la revolución.

Apoyo colombiano

De la cita de la pasada semana en el Tequendama, una fuente cercana a la reunión se puso en contacto con este semanario y se refirió a las intenciones de capacitar un grupo de personas que apoyaran actividades subversivas en Cuba. La reunión de Bogotá, coordinada y financiada por el IRED, no es la primera que se realiza en Colombia. Eventos similares se realizaron con anterioridad en Cali, Cartagena y Barranquilla.

La reunión de Bogotá contó con la colaboración de Wilson de Jesús Castañeda Castro, presidente de la organización ‘Caribe Afirmativo’ y forma parte de uno de los proyectos anticubanos presentado por Quesada, financiado por el Departamento de Estado con un aporte de 800.000 dólares.

Quesada ha vendido desarrollando estos programas contra Cuba desde el año 2011, para potenciar a grupos contrarrevolucionarios, como el Comité Ciudadano por la Integración Racial, CIR, la Mesa de Dialogo de la Juventud Cubana, las denominadas Damas de Blanco y una organización de juristas identificada como Cubalex. Todas ellas han recibido un jugoso financiamiento para presentarse como representantes de la sociedad civil cubana ante diversos organismos regionales e internacionales.

Los financiadores

Los organismos norteamericanos que entregan esos fondos y organizan la preparación y entrenamientos de líderes, son el Buró de Democracia y Derechos Humanos y Trabajo, DRL, perteneciente al Departamento de Estado y otras entidades como la Fundación Nacional para la Democracia, NED, el Instituto Republicano Internacional, IRI, el Instituto Nacional Demócrata, NDI, y, desde luego, la USAID, que tiene un negro historial de actividades desestabilizadoras contra gobiernos progresistas a lo largo y ancho de la geografía latinoamericana.

Cada año, el Congreso de los Estados Unidos aprueba un presupuesto que oscila entre los 20 mil millones de dólares, para financiar programas desestabilizadores contra los gobiernos progresistas de la región. La mayor parte de ese presupuesto, orientado específicamente contra Cuba Socialista, lo entrega a organizaciones de fachada, como las arriba mencionadas, que se encargan del trabajo sucio, que ya no pueden hacer la CIA, el FBI o la DEA.

Miran a sectores vulnerables

En América Latina se apoyan en organizaciones que posan de defensoras de derechos humanos, como el Centro de Desarrollo de la Mujer Negra Peruana, Cedemunep, y en Colombia, el Instituto de Ciencias Políticas Hernán Echavarría Olózaga, el Movimiento Nacional Cimarrón, que lidera Juan de Dios Mosquera y el ya citado Caribe Afirmativo.

En 2011, Juan de Dios Mosquera viajó a Cuba para participar en un evento contrarrevolucionario, organizado por Juan Antonio Madrazo Luna, líder del CIR. A su regreso, Mosquera publicó un artículo en la revista Isla, donde afirmó: “Desde esta, mi primera visita a Cuba, y luego de los sucedido ayer, voy a ser un misionero para derrumbar ese mito romántico sobre la eterna revolución de Cuba, que ahora entiendo ha fracasado y es inviable a la vuelta de más de medio siglo. Está tan decrépita como el propio Fidel Castro, como las casas de La Habana, como los carros de Cuba”.

Estados Unidos considera que sectores como los afros descendientes, la población LGBTI y la juventud, son vulnerables y susceptibles de ganar para aventuras contrarrevolucionarias en Cuba y por eso financia con jugosas sumas, iniciativas que se orienten en esta dirección. Y se apoya en organizaciones similares en América Latina, para darle un ropaje de legalidad a tan protervo propósito.

* Periodista del Semanario VOZ, órgano central del Partido Comunista Colombiano, PCC

latinoamerica@anncol.eu