Por Oscar Rotundo:
REPORTAJE A ÁLVARO CAMPANA SECRETARIO GENERAL DEL MOVIMIENTO NUEVO PERÚ.
Una nueva realidad comienza a expresarse en Nuestramérica;
Perú da señales de haber entrado a un proceso de reconstitución popular y de
ruptura con la partidocracia que lo somete desde hace años y desde la calle se
hace protagonista; una de las expresiones populares que acompañan la
movilización y la lucha es el movimiento Nuevo Perú.
Se trata de una organización en la que convergen diversos espacios de izquierda provenientes de los sectores históricos, pero también de las luchas recientes en el Perú y que participaron en las elecciones de 2016 en el marco de lo que fue el Frente Amplio y que llevó a Verónika Mendoza como candidata a la presidencia de la República, logrando una importante adhesión electoral.
El movimiento Nuevo Perú, se funda en el año 2017,
encabezado por Mendoza, quien vuelve a ser postulada como candidata a
presidencia de la nación, para las próximas elecciones de abril de 2021, por la
coalición Frente Político Juntos por el Perú.
Politólogo Álvaro Campana ¿Cómo llega Perú a esta crisis
político -institucional?
Podemos decir que diversos factores confluyen en esta crisis
que creo va más allá de lo político institucional y compromete al régimen
instaurado en 1992 con el golpe de estado de Fujimori y la constitución de 1993
que fue su producto y el marco en el cual se han regido el Estado, la economía
y la sociedad en los últimos 30 años. Entre estos factores podemos mencionar el
declive del boom económico producido por los extraordinarios precios de los
minerales que evidenció que lo vivido había sido una “prosperidad falaz” como
otras vividas en otras épocas. Las evidencias de corrupción gatilladas por el
caso Odebrecht y otros en el que estuvieron involucrados los presidentes, pero también
los grupos de poder económico y desnudó la captura corrupta del Estado, esto
empezó con el gobierno de Pedro Pablo Kuczynski. La disputa entre fracciones de
los grupos de poder económico y su representación política de derecha por el
control del Estado expresada entre el grupo más liberal, lobista y ligado al
gran capital de PPK y el más emergente, mafioso y conservador expresado por
Keiko Fujimori que implicó como hasta hoy un enfrentamiento de poderes entre el
ejecutivo y el legislativo. Esta disputa se repite en el enfrentamiento entre
el nuevo congreso y Vizcarra, aunque con otras caras en medio de una emergencia
sanitaria y económica desatada por la pandemia y que ha mostrado la precariedad
y la informalidad en la que han vivido millones de peruanos y nos ha convertido
en el país con más alta letalidad del planeta.
¿Como se expresa esta
crisis en los sectores populares y cual es su gravedad entre los sectores de la
producción y el comercio?
Los sectores populares son los más afectados por esta crisis
ya que la descomposición política, la crisis sanitaria y social, que no logran
encontrar una salida en los actuales marcos políticos y económicos, continúan
excluyendo a las grandes mayorías y beneficiando a los grupos de poder
económico. Esto lo hemos visto con el tema del desastre del Niño Costero en el
2017 y el posterior proceso de reconstrucción, que muestran como lo prioritario
es favorecer negocios particulares y desatender las necesidades ya
estructurales de la población. Con la pandemia lo que hemos visto es a un
gobierno, el de Vizcarra, en el mismo rumbo con lo cual el Perú tiene ya la
misma cantidad de muertos por COVID o con COVID que hubo en el Conflicto Armado
Interno que ocupó una década. Los trabajadores, los productores agrarios, los pequeños
empresarios, las mujeres y los pueblos indígenas han sido los más golpeados.
Hay una especie de piloto automático económico y un fracaso del Estado
neoliberal para garantizar derechos carcomido por la corrupción de lobbys y
mafias, así como un avance importante de discursos reaccionarios y
conservadores que cabalgan y crecen en la desesperación de la ciudadanía.
Mientras, “los políticos” siguen abocados a las disputas de parcelas del poder
y garantizar los intereses a los que representan.
¿Cuál es la propuesta de la organización para superar este
momento traumático?
El Nuevo Perú considera que debemos avanzar hacia una
refundación del país. Este no es solo el problema del Estado neoliberal, es el
fracaso del Estado fundado hace 200 años que una y otra vez ha sido
reactualizado y que en esencia ha sido patrimonializado por los sectores
dominantes. Actualmente se observa el agotamiento del estado neoliberal y de su
modelo económico para resolver los problemas de la mayoría de ciudadanos,
mientras que la crisis generada por las grietas del consenso construido desde
1992 se llena con discursos reaccionarios y muy conservadores. Nosotros creemos
que hacen falta cambios de fondo, estructurales que deben expresarse a todo
nivel y deberían estar contenidos en un nuevo pacto constitucional donde el
centro deben ser los derechos de las personas, y un Estado y economía al
servicio de ello. Pero por supuesto antes serán necesarios otros pasos: pelear
por una respuesta popular a la emergencia sanitaria y social y una reactivación
económica que no repita lo ocurrido en desastres anteriores, favoreciendo solo
los negocios particulares de los privados. Es importante lograr que se instaure
un gobierno popular y no sigamos regidos por gobiernos que no cambian nada más
que las apariencias. Politizar y movilizar a la ciudadanía en este proceso es
vital también. Necesitamos abrir un momento de transición al que Vizcarra se
negó y que el actual gobierno ilegítimo también niega.
¿Cuál es el perfil de su propuesta electoral?
Una gran tarea es construir una gran plataforma político
social y ciudadana que permita alcanzar un gobierno de mayorías y que
posibilite los cambios estructurales que el país necesita. La necesidad de
avanzar a un proceso constituyente que concluya en una nueva constitución es
parte de nuestra propuesta. Se requiere de una profunda reconstrucción del
Estado con una perspectiva descentralista y garante de los derechos de la
ciudadanía. Requerimos de un estado con capacidad de planificación, regulación
y participación de actividades económicas estratégicas y servicios
fundamentales. El combate a la corrupción no sólo como un asunto moral, sino
como la expresión sistémica de un estado puesto al servicio de intereses
particulares es central en el Perú. Una economía diversificada, con una
perspectiva territorial y centrada en potenciar y mejorar las condiciones de la
pequeña agricultura, las pequeñas y medianas empresas, en vincular la economía
con la innovación tecnológica. Se requiere de una economía centrada en la vida
como nos enseña hoy la experiencia de la pandemia. La recuperación de nuestros
recursos naturales, pero también una planificación ecológica, así como una
reforma tributaria que permita una redistribución económica y sea la garantía
del ejercicio de los derechos sociales, es también fundamental. Igualmente,
nuestra apuesta por lograr igualdad de derechos para todos y todas las peruanas
es fundamental y base de la construcción de una democracia real. Los derechos
de los trabajadores, los productores del campo y la ciudad, los ciudadanos, los
pueblos indígenas, las mujeres, la comunidad LGTBI. Nuestra propuesta busca ser
una alternativa a quienes plantean el continuismo neoliberal en su modalidad
autoritaria, reaccionaria y conservadora y quiénes creen que los parches son
suficientes. Una integración solidaria y democrática de nuestros pueblos, de
Nuestra América, también será fundamental para encarar los retos que nos
plantea el mundo contemporáneo y lograr que tengamos realmente capacidad de
decisión y no estar subordinados a los designios de ninguna potencia.
¿De acceder al gobierno cuáles serian las primeras medidas a
ejecutar?
Aún antes de la pandemia, cuando asumió el cargo Vizcarra
planteamos la necesidad de impulsar tres cosas en el marco de una transición
hacia otro momento de nuestra historia: garantizar la lucha contra la
corrupción, fortalecer el sistema de justicia para que no haya borrón y cuenta
nueva. Reactivar la economía en función de las grandes mayorías, no insistir
con la política del piloto automático y solo en beneficio de los pocos y en
desmedro de trabajadores y productores. La necesidad de una reforma política
que democratice realmente el sistema político y lo libere de las mafias y el
gran poder económico. Hoy con la pandemia esos desafíos están vigentes en medio
de una profunda catástrofe que debe intervenir decididamente en servicios y
derechos como la salud y la educación que deben ser desprivatizados, la
reactivación del agro y garantizar que haya apoyos reales a la población que
está siendo golpeada por la crisis. Y por supuesto será necesario poner ya en
discusión y elaboración una nueva carta magna que nos permita salir de esta
larga noche neoliberal.
Para Periodismo Internacional Alternativo (PIA Global)
rotundointernacional2020@gmail.com
Apoyo Esos tres proyectos planteados pero podrían encontrarse con dificultades por que la derecha representados por sus políticos a sueldo cuentan con empleados carnet izados que se mueven en todas las instituciones públicas y ejm concreto el Consejo de la Magistratura, Ministerio público capturado x Montesinos-fujimori y apra al colocar jueces y fiscales a su medida así como trabajadores de limpieza dela empresa de Oropeza, igualmente la ONPE q fue clave para asegurar la fraudulenta re-reelección en las elecciones del año 2000 de fujimori...
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