Por Tony López R.:
En un hecho sin precedente y enlodando con mentiras al
senado de la nación, en su condición de miembro de la Comisión Primera, la
senadora Paloma Valencia, formuló una muy grave acusación al señalar que el ex
presidente de Cuba y líder de la victoriosa Revolución Cubana, Comandante en
Jefe, Fidel Castro Ruz, fue el instigador del asesinato del prestigioso líder
antimperialista y revolucionario colombiano Jorge Eliecer Gaitán.
Estas acusaciones absolutamente falsas y fabricadas en la década del 60 por el conservador periódico El Siglo, bajo la dirección del reaccionario Álvaro Gómez, fueron totalmente desmentidas por la luchadora Gloria Gaitán, hija del heroico líder revolucionario Jorge Eliecer Gaitán y apoyada por datos, informaciones precisas y la que con motivo de esta nueva falacia de la senadora Valencia, la Dra. Gloria Gaitán Jaramillo, haya presentado una Carta Publica ante la Fiscalía General de la Nación; la Jurisdicción Especial de Paz ( JEP) y a la Comisión de la Verdad, con el objetivo de que se convoque a una audiencia para el esclarecimiento de tan grave acusación.
Precisa en su carta pública que: “Por eso es importante que, sin dilación alguna aquellas entidades presididas por ustedes, a las que le corresponde este asunto, citen a una audiencia a la señora Paloma Valencia, quien acaba de afirmar en el Congreso de la República que a mi padre lo asesino Fidel Castro”.
Y añade: “Porque, de una u otra manera, todos los
colombianos somos víctimas, no solo de la violencia sino también de la mentira,
el encubrimiento y el memoricidio para encubrir a los culpables, camino por el
que jamás encontraremos la paz que todos los colombianos merecemos”.
Gloria y la familia Gaitán y el pueblo colombiano son
víctimas y exigen la verdad, así muy bien lo pide ella en su carta a las altas
autoridades: “El pueblo colombiano debe saber quién asesinó a mi padre, Jorge
Eliécer Gaitán, cuya muerte partió en dos la historia de nuestro país,
llevándonos al abismo de violencia y corrupción en que estamos. Mientras ese
crimen continúe sin aclararse, como fruto del prevaricato que imperó en la
investigación inicial, este magnicidio seguirá carcomiendo nuestra historia y
el subconsciente de los colombianos”
Resulta muy sospechosa que a estas alturas la conocida
senadora Paloma Valencia, de una enfermiza conducta anticomunista, saque a
relucir la relación de Fidel Castro con el tema del asesinato de Gaitán y que
solo puede explicarse con el deliberado y mal intencionado objetivo de
responsabilizar a la izquierda y a los comunistas de semejante acción y
llevarlo al escenario político actual.
Se produce esta acusación a Fidel Castro por la senadora y traído por los pelos, cuando un hecho inusual, extraño y sin precedente, los miembros de Secretariado de la antigua FARC-EP, hoy conocidos como el Partido de la Rosa, se hayan declarado responsable de la ejecución del líder conservador Álvaro Gómez Hurtado, del general Landazábal y del académico Jesús Antonio Bejerano.
Por cierto, nada diferente, a la confesión pública del ex
presidente y Premio Nobel, de que ordenó la ejecución del prisionero de guerra,
Alfonso Cano, o de las acusaciones que pesan sobre el ex presidente Álvaro
Uribe sobre las masacres del Aro, de la Granja, en Antioquia y de los más de
5000 inocentes jóvenes asesinados, y que engañosamente llaman falso -positivo.
Pero saquemos de su grave, pero deliberado error, a la
senadora Valencia. En muchas partes se fabrican historias y una de ellas la
pude leer en el diario conservador “El Nuevo Siglo”, al publicar que luego de
haber participado en El Bogotazo, Fidel se había refugiado en la embajada de la
Cuba comunista, lo cual es una soberana falsedad, en el año 1948 gobernaba en
Cuba el Partido Autentico y su presidente era Ramón Grau San Martin, que no era
comunista. Fidel era un líder estudiantil con 21 años, de la Facultad de
Derecho y no militaba en ningún partido político, pero si era cercano a la
juventud del Partido del Pueblo Cubano (ortodoxo), donde después militó a
partir de 1950.
La afirmación y campaña en este diario conservador comenzó
después del triunfo de la Revolución en enero 1959, ya en la década del 60,
este diario tuvo la osadía de mentir interesadamente, al acusar a Fidel de la
muerte de Jorge Eliecer Gaitán, todo
está claro, formaba parte de la política
estadounidense de inmiscuir a Cuba en la política de la “guerra fría, pues ya
desde muy temprano y con las primeras leyes revolucionarias, había que
emprender una lucha contra la triunfante y antimperialista Revolución Cubana y
ellos no habían podido probar que los soviéticos habían matado a Gaitán.
Increíblemente esta gran mentira sobre Fidel fue divulgada
por Raimundo Emiliani Román en su libro “Laureano el grande” (1) una apología
del caudillo conservador, cuyo propósito era limpiar la imagen de quien tuvo
mucha responsabilidad en lo que actualmente sucede en Colombia y de los 300 mil
muertos que dejó la oligarquía liberal -conservadora entre 1946 y 1957, durante
los gobiernos de Mariano Ospina Pérez, Laureano
Gómez, incluyendo el Golpe de Estado en junio del año 1953-57 de Gustavo
Rojas Pinilla.
Esos horrorosos y criminales hechos desatados a partir del
atentado al prestigioso luchador revolucionario Jorge Eliecer Gaitán, se
acrecentaron con la ola de crímenes de Pájaros y Chulavitas, elementos que
mezclaban policías, militares y paramilitares, ensañados contra el movimiento
gaitanista, que su querido líder asesinado, había nucleado a miles y miles de
seguidores en campos y ciudades, a lo
que temió la oligarquía colombiana, porque no había dudas de que Gaitán, sería
elegido presidente de Colombia en las elecciones que se avecinaban.
El imperialismo y la oligarquía no podían permitirse esa
derrota en las urnas, con un claro exponente de la defensa nacional,
antimperialista, revolucionaria y con un claro programa de justicia social.
La cita de Román en su libro Laureano El Grande señala: “Los presentimientos lúgubres que se esparcían en el ambiente fueron entenebreciéndose aún más cuando se conocieron los nombres de algunos de los jefes de las delegaciones extranjeras, por ser reconocidos agitadores de izquierda, y cuando con pretexto de esas celebraciones comenzaron a revolotear a su alrededor.
como aves de tétrico plumaje, algunos extraños personajes
cuyas turbias actividades solo en partes han sido reveladas como el cubano
Fidel Castro y el argentino Enrique Ovares, así como otros indescifrables a
quienes se atribuía el desempeño de una misión comunista”.
Semejante despropósito no fue concebido por error
involuntario o un dato más. Esta
afirmación lleva toda la intencionalidad política de inmiscuir a Fidel y a
Ovares en una “conspiración comunista” que dio origen al “Bogotazo”. Hay tres grandes errores en ella, primero
Fidel no tenía nada que ver con el comunismo en esa época, tampoco era el jefe
de la delegación. El estudiante de arquitectura Enrique Ovares no era
argentino, sino cubano, presidente de la Federación Estudiantil Universitaria
de Cuba, y presidía la delegación cubana al Congreso Estudiantil Panamericano.
Tampoco tenía nada que ver con el comunismo.
El Congreso Estudiantil Panamericano fue convocado por el
movimiento estudiantil latinoamericano con el fin de denunciar la política
injerencista de los Estados Unidos, promovido por la juventud y el movimiento
estudiantil argentino, ante la amenaza intervencionista de Estados Unidos con
el fin de derrocar el gobierno del general Juan Domingo Perón.
En una interesante charla que sostuve en la década del 80
con el senador Antonio Cafiero en ese entonces, gobernador de la provincia de
Buenos Aires, Argentina, este me narró el periplo que hizo por América Latina a
nombre de la juventud y su movimiento estudiantil, para promover el Congreso
Panamericano Estudiantil a celebrarse en Bogotá, Colombia.
Explicó que esa gira lo llevó a varios países, entre ellos a
Cuba. En La Habana invitó a la dirección de la Federación Estudiantil
Universitaria cubana, al congreso estudiantil panamericano. Comentó que así conoció, al luego líder de la
Revolución Fidel Castro, e invitó al presidente y secretario de la FEU Enrique
Ovares y Alfredo Guevara., respectivamente, los que desde el primer momento
asumieron entusiastamente el apoyo que se les pedía, y consistía que algunos
dirigentes de la FEU viajaran a México y Centro América para invitarlos, todo
financiado por el gobierno peronista y muy apoyado por Evita Perón.
La idea era hacer coincidir el encuentro estudiantil, con la
convocatoria panamericanista para dejar constituida la Organización de Estados
Americanos OEA, una propuesta de Washington, pero promovida por el embajador
colombiano en Estados Unidos, Alberto Lleras Camargo, de ahí la sede Bogotá y
la elección de Lleras Camargo como Secretario General de la OEA. La OEA era el
instrumento político diplomático que requería Estados Unidos, para en alianza
con el TIAR, fundado el año anterior (1947) serían los instrumentos básicos
para la aplicación de la Doctrina Monroe. Como ha venido sucediendo desde
entones y justificar “legalmente” las intervenciones militares en nuestra
región.
El propósito, dijo el senador Cafiero “era hacer coincidir ese evento estudiantil para enfrentar y denunciar la política panamericanista e intervencionista que Estados Unidos se proponía a su favor y el escenario donde se fraguaba el derrocamiento del gobierno nacionalista de Juan Domingo Perón”.
Era el movimiento estudiantil latinoamericano, liderado por
la organización juvenil argentina de filiación peronista la propulsora del
Congreso en Bogotá para el 15 de abril de ese año 1948, y no la Internacional
comunista, ni la KGB, como propagaron los medios colombianos y gringos en esa
época, las propuestas era reclamar la devolución de las Isla Malvinas, condenar
la dictadura de Trujillo en República Dominicana y la independencia de Puerto
Rico.
El asesinato de Gaitán
frustro dicho Congreso, pero el ejecutor Juan Roa, acorralado en la
misma escena del crimen por una multitud, fue ultimado a golpes, siempre
quedará la duda, si las razones fueron emotivas o para evitar que el asesino
delatara quienes o quien le pagó.
He presentado suficientes elementos para demostrar que la
senadora Paloma Valencia políticamente motivada a caído en una muy grave
calumnia y el delito de difamación, porque su acusación estuvo expresada en una
actividad oficial del senado de la Republica, por esa razón la Dra. Gloria
Gaitán ha planteado que: “No es posible que en un país donde debe primar el
Estado de Derecho, desde la tribuna de uno de los tres poderes públicos que
rigen la Nación, se haga una afirmación de tal magnitud y a ello no se le haga
seguimiento para constatar su veracidad”.
En la segunda parte de este artículo, abordare otros
elementos que demuestran como en el gobierno de Álvaro Uribe Vélez, se ha
querido sepultar y modificar la historia de Gaitán y su obra. El ex alto
Comisionado de paz, Luis Carlos Restrepo, hoy prófugo de la justicia, quien
escribió que había que borrar de la faz de la tierra la memoria del caudillo. Y
al final, la liquidación del Museo Jorge Eliecer Gaitán y su entrega a las
manos desdeñosas de la Universidad Nacional, por orden del hoy ex presidente Álvaro
Uribe.
Una cobarde y antipatriótica acción de Uribe y de anteriores gobiernos contra el prócer, su pensamiento historia y la política que durante años han ejecutado desconociendo y sin brindar ningún apoyo a varios e importantes emprendimientos sociales de la revolucionaria y combatiente Gloria Gaitán, quien, no solo ha recibido agresiones físicas y también serias amenazas que ella con valentía enfrenta y continua en su labor de construir muy útiles iniciativas para la sociedad colombiana y exigiendo el esclarecimiento, justicia y respeto por la obra y acción de Jorge Eliecer Gaitán y el movimiento gaitanista.
(*) Periodista, politólogo y analista internacional.
1.- Laureano El Grande. pag 137.Ed. Fundación Educacional
Interamericana. Universidad Católica de
Colombia. Bogotá 1989)
jorgarcia726@gmail.com
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