viernes, 18 de septiembre de 2020

Venezuela: hay novedades en el gobierno y la oposición

 Por Sergio Ortiz:

Mientras sobrelleva relativamente bien la pandemia de Covid-19, el país bolivariano sufre muchísimo en lo económico. Hay novedades políticas en el gobierno y la oposición.

Venezuela viene siendo castigada por el coronavirus. De todos modos, y eso le duele mucho a la administración Trump, el Cartel de Lima y la OEA, sus registros son bastante mejores que los de otros países. Ayer tenía 55.563 contagios y sólo 444 muertos. En vez de tomar nota de esta buena performance y sacar algunas enseñanzas, esos gobiernos y organizaciones reaccionarias niegan la realidad. Dicen que son estadísticas mentirosas del «dictador» Nicolás Maduro.

Les duele que los números de EEUU, Brasil, Perú (sede del Cartel de Lima), Ecuador y Colombia sean tétricos. Venezuela está mucho mejor y encima – como parte de sus acuerdos políticos y comerciales con la Rusia de Vladimir Putin – pronto tendrá lotes masivos de la vacuna Sputnik V.

No sólo la salud de los venezolanos anda bastante bien, sobre todo en contraste con sus malos vecinos. También la salud del presidente bolivariano que se fortaleció luego de desbaratar en forma rápida el intento de invasión, «Operativo Gedeón», que apuntaba a asesinarlo. Eso ocurrió el 3 y 4 de mayo pasado. Aglutinaba a militares y paramilitares venezolanos antichavistas y colombianos, organizados por una empresa «de seguridad» norteamericana. Vinieron de sus bases de operaciones en suelo colombiano, financiados por Juan Guaidó, el «presidente encargado». O sea, por Donald Trump.

Es la economía.

Donde las cosas no mejoran, o si lo hacen es poco perceptible, es en lo económico. Pese a la llegada de cuatro barcos iraníes con combustible, que desafiaron el bloqueo estadounidense, no hay mejoría en la provisión de naftas en gran parte del país, sobre todo el interior. Es una traba grande al comercio y los servicios esenciales; la población tiene dificultades para su circulación y aumentan los precios de productos transportados. No deja de ser una cruel paradoja en un país petrolero que antes producía 3 millones de barriles de crudo por día y ahora entre 400.000 y 700.000.

Esa última carencia tiene mucho que ver las sanciones imperialistas de EE UU y Europa, en tiempos de Barack Obama y acentuadas por Trump. Se quedaron con Citgo y sucursales de Petróleos de Venezuela SA (Pdvsa) en EEUU, incautaron fondos millonarios depositados en ese país, robaron literalmente depósitos de oro venezolano en Londres, penalizaron a empresas de terceros países por comerciar con Caracas (caso de la petrolera rusa Rosneft, que opera en el país) etcétera.

Si bien esas sanciones injustas son la base del problema, en los malos resultados de Pdvsa en particular y la economía en general también influyen problemas propios del gobierno. Existen fenómenos de burocracia gubernamental y en empresas estatales, malas decisiones de autoridades y directivos, corrupción y negocios de la «boliburguesía», incompetencia para poner en marcha pozos y refinerías, privatizaciones, bajos salarios, etcétera.

Algunos sectores bolivarianos de izquierda cuestionaron que el gobierno de Maduro eximiera desde 2018 a Pdvsa y sus socios multinacionales el pago del Impuesto Sobre la Renta (ISLR). Según esos críticos, «las sucesivas exoneraciones del ISLR, para Empresas Mixtas donde los socios son empresas rusas, chinas y norteamericanas, han hecho que el Estado, dejase de percibir, alrededor de 2.068 millones de dólares». Ese cálculo fue en base a 9 empresas mixtas, pero éstas son 42 y la pérdida sería mucho mayor.

Esos favores a las petroleras, mixtas y asociadas a la estatal, es la contracara de los mayores sacrificios que vinieron haciendo los venezolanos de a pie y eso explica en parte la fractura en la coalición gubernamental Gran Polo Patriótico.

El Partido Comunista de Venezuela, Patria Para Todos, Tupamaros y otros han conformado la Alianza Popular Revolucionaria y van a competir en diciembre por fuera del oficialista Partido Socialista Unificado de Venezuela (PSUV). No fue algo súbito: en abril le pidieron reunión a Maduro y no se la dieron, en mayo presentaron una carta crítica en Miraflores y en agosto decidieron formar APR.

División en la contra.

Si bien esa fracción por izquierda en el Gran Polo Patriótico debe preocupar a Maduro y Diosdado Cabello, hombres fuertes del gobierno, las novedades en el campamento de la oposición los alegró mucho. Y el saldo que les quedó fue positivo.

Es que el lunes 31/8 el presidente indultó a 110 políticos opositores que estaban presos o exiliados, entre ellos 26 diputados. Entre los pocos que no tuvieron ese beneficio están el líder de Voluntad Popular, Leopoldo López y otro extremista, Julio Borges. Accedieron al indulto personajes nefastos como Henry Ramos Allup, Freddy Guevara, Freddy Superlano, José Guerra, Tomas Guanipa y Gilber Caro. También salió de la cárcel el diputado Juan Requesens, participante del atentado fallido para matar al presidente en agosto de 2018.

El argumento de Maduro fue facilitar la concordia nacional y, en los hechos, impulsar a que los partidos de oposición se presenten a los comicios del 6 de diciembre. En agosto el referente devaluado de ese sector, Juan Guaidó, había firmado un pacto de 27 agrupaciones comprometiéndose a no participar. El argumento fue que ir a las urnas fortalecería a «la dictadura».

El indulto fue bien recibido por el centenar de políticos presos, familiares y allegados. La Unión Europea expresó su beneplácito por medio de su comisionado de Asuntos Exteriores, Josep Borrell. También lo avalaron la alta comisionada de DDHH, Michelle Bachelet, y Felipe Solá, quien incurrió en contradicción. Si estaba bien ese indulto de Maduro, «¿por qué Alberto Fernández no firma uno para los 41 presos políticos de Argentina?», le preguntó Luis D’Elía.

Los efectos de la medicina no demoraron. Hernán Capriles (de Primero Justicia), dos veces candidato presidencial de la oposición derechista, en 2012 contra Hugo Chávez y luego contra Maduro, propuso participar de las elecciones. Dijo que sería un grave error regalar la Asamblea Legislativa a Maduro y que no se gobierna por Internet (palo al ausente Guaidó). Los partidos opositores Acción Democrática, Copei, Cambiemos, Avanzada Progresista y El Cambio, se sumaron a la táctica de intervenir. Piensan en estas legislativas y también en las de alcaldes y senadores de 2021.

La participación aumenta. La presidenta del Consejo Nacional Electoral, Indira Alfonzo, detalló que 107 organizaciones políticas presentaron 14.000 candidaturas. Las de diciembre serán las elecciones número 25 desde que Chávez comenzó a gobernar. El sistema electoral fue juzgado como excelente por observadores internacionales, incluido el expresidente James Carter, a prueba de fraudes.

Sin embargo la oposición alterna el erróneo boicot con el mezquino no reconocimiento de sus derrotas cuando participar y le gana el chavismo. Si va dividida, como parece, tendrá otro merecido revés.

ortizserg@gmail.com

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