Por Norma Estela Ferreyra:
No es mi intención comparar a quienes gobiernan en nuestros
países hermanos, pues cada cual tiene sus aciertos y sus errores, algo que
corresponde juzgar sólo a los pueblos que los votaron.
Aunque por estos días, han surgido comentarios
periodísticos, respectos de que argentinos hicieron muchas consultas, para
radicarse en el Uruguay, motivados por las últimas medidas de su actual
gobierno, y las que desde Uruguay los favorecían para establecerse allí, ya
sean particulares, comerciantes o industrias. Y hasta hubo un periodista
argentino de canal C5N, quien mostró publicaciones de fuentes confiables para
desmitificar esa alternativa y demostrar que Uruguay, estaba peor que
Argentina, en muchos considerandos, que expuso prolijamente.
Yo no caeré en esas comparaciones, porque dicho periodista, se olvidó de comparar algunas cosas, como los ingresos en dólares de cada país, por salarios en blanco, que en Uruguay son superiores, Tampoco indicó, la cantidad de trabajadores en negro o cuántos estaban desocupados. Pero más allá de eso, no deseo entrar en ese tema, sino más bien analizar otras cosas, de pueblo a pueblo, como hermanos que somos y con el cariño que siempre me despertaron los uruguayos, de cualquier partido político que fueren.
Y me fue fácil entender el porqué, ni las personas ni las industrias puedan trasladarse desde nuestro país al vuestro. Supe enseguida que esas averiguaciones sobre residencias allí, comenzaron desde que Fernández, ganó “Las Pasos”, simplemente, porque en mi país hay muchos de la oposición, que odian a los partidos que le dan valor a la meritocracia de la solidaridad con el obrero, los jubilados y con los pobres, en una palabra, odian al peronismo.
Pero, últimamente, frente a la espantosa crisis dejada por
Macri, junto a sus secuaces y la inesperada pandemia, la inflación ha crecido y
se van sumando para irse del país (no sólo a Uruguay, sino a Paraguay) algunos
jóvenes desocupados, a quienes puedo comprender ante lo difícil de su futuro y
algunas otras fugas de cerebros de rapiña, como Susana Giménez, familiares de
Mirta Legrand y algunos famosos de la evasión fiscal, o sea, los ricos oligarcas, que odian al país donde
hicieron fortunas mal habidas y no soportan los gobiernos populares. (Son
aquellos a quienes el Pepe Mujica trató de chorros, con total acierto)
Luego, vienen comercios como Falabella, que trata de vender
sus empresas, para no pagar dobles indemnizaciones, cuando quiera despedir a
sus empleados, con lo cual, estos no perderían su puesto en vano, ya que
podrían independizarse económicamente, Algo similar hizo un delivery famoso,
que terminó vendiendo en todos los países donde se radicó, para iniciarse en
otro sitio y hacer lo mismo. Es el delivery que en nuestro país, vendió a “otro
delivery de moda” y en definitiva, se
queda en argentina con otro nombre.
No quiero hacer un juicio de valores, entre nuestros países,
porque los quiero a ambos. Pero si tomamos las estadísticas sobre cantidad de
población y de metros cuadrados de cada uno, nos preguntamos. ¿Cuál es el
tamaño de cada uno? Argentina tiene 2.780.400km2 y Uruguay 176.216 km2- Y Argentina tiene una población de 48.106.251
habitantes y Uruguay tiene 3.482.426
Entonces, la extensión del territorio y la cantidad de
población de cada uno, hace que sea muy difícil hablar de una competencia
económica entre ambos, ya que, nuestro país tiene 23 provincias muy diferentes
unas de otras, con sus características especiales y además, la Ciudad Autónoma
de Buenos Aires, Tenemos provincias con riquezas notables en cuanto a minerales
para explotar, sistemas de riego, gran región de pampa húmeda para producir
alimentos, para explotar industrias y alimentos muy variados. Tiene un
territorio muy diverso, con reservas de energía renovable y su potencial de
reservas de agua dulce, gran variedad en el aspecto turístico, por la variedad
del clima. Muchas provincias, parecen otro país, como son la provincia de San
Luis, Mendoza, etc. También Uruguay tiene mucha belleza en sus playas famosas y
el turismo siempre ha sido su fuerte, pero tiene pocos kilómetros y pocos
habitantes por lo que está más limitado, en cuanto a sus propias posibilidades
generales.
Asimismo, hay que
destacar que muchos uruguayos viven en Argentina y viceversa. Con costumbres
similares en cuanto a idioma, educación, etc. Siendo Uruguay un modelo a seguir
en cuanto a la paz que disfrutan. Pero por el potencial de mano de obra
argentina y por la extensión de su territorio, ambos países no pueden
compararse, respecto del rendimiento que esa situación, tendría en la práctica.
La pesca, muy descuidada en Argentina, en cuanto al control de barcos
extranjeros, especialmente, chinos que, por ejemplo, se llevaron mucho dinero
sin el debido control de los macristas, es todo un potencial, que hoy podríamos
aprovechar.
Del mismo modo, analizo que para que una Industria mediana o
grande radicada en mi país, se traslade a Uruguay, tiene que contar con mano de
obra suficiente, considerar cuánto se paga en salarios en blanco, tener consumo interno y exportaciones, suficientes.
Igual ocurriría si Brasil, quisiera trasladar sus industrias a nuestra Patagonia, que tiene menos población que el resto del territorio, menos mano de obra y desde donde la exportación es más complicada.
Tampoco voy a comparar cuál sería la eficacia de nuestros
gobiernos, ya que recién se están iniciando en medio de un mundo muy
convulsionado. En mi país, nadie sabe lo que puede ocurrir desde que ganó el
actual presidente, heredando un desastre descomunal del Macrismo, algo que en
Uruguay no ocurrió, debido a que el Frente Amplio hizo entrega ejemplar del
poder, dejando el país en muy buenas condiciones. No obstante, Argentina tiene
muchos factores muy aprovechables e importantes, para explotar y crecer, si el
gobierno quisiera hacerlo, debido a su gran territorio, a la extensión de su
costa marina y a su mayor población.
Pero de “pueblo a pueblo”, les tengo que decir algo
importante que deberíamos cambiar, siempre refiriéndome sólo a mi país y es que
las internas partidarias, deberían dirimirse dentro de cada partido y no como
ocurre hoy, en nuestras” llamadas pasos”. Tendríamos que terminar con esas formas tramposas donde
los partidos políticos miden su fuerza y
usan sus votos, sin coincidencias de principios ni valores, para unirse a todas
los que perdieron, lo cual no deja de ser un invento perverso, que no hace bien
a la democracia. Porque los partidos minoritarios se unen, con el único
propósito de derrocar al que ganó por mayoría.
Esas formas de alianzas no tendrían que ocurrir, porque
tendrían que ser previas a la elección final y fiando límites, por ejemplo,
nunca de más de dos partidos. O en todo caso, que el pueblo pudiera elegir, en
segunda vuelta, entre los tres partidos que tienen más votos, nunca entre sólo
dos, para que no terminemos gobernados por quienes luego se agreden entre
ellos, para desvirtuar la verdadera voluntad popular. Y estoy hablando de
Argentina, donde pienso que un día lo vamos a lograr, así como un Poder
Judicial que no sea monárquico ni nombrado a dedo y obsecuentes con el gobierno
de turno, sino que se elijan por sorteo de jueces en actividad y que duren 6 años. Y un poder
legislativo, de una sola cámara donde se vote secretamente, para que no
intervengan formando bloques rígidos, según el mandato de su partido y así,
sean libres representantes del pueblo y no como hoy, que en mi país, hay una
partidocracia
De verdad, les deseo mucha suerte, hermanos uruguayos, no
sea que nuestros compatriotas que acuden hoy a Uruguay, buscando para ellos lo
mejor, no aporten nada valioso allí.
Por nuestra parte, aquí los seguiremos recibiendo con los
brazos abiertos, a todos los que deseen llegarse por aquí, ya sea para quedarse
o de paseo. Y para seguir siendo hermanos, en las buenas y en las malas.
normaef10@hotmail.com
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