Por Rubén Alexis Hernández:
Tras la enorme explosión a principios de agosto (2020) en el
puerto de Beirut, capital de Líbano, que acabó con cientos de vidas y dejó
miles de heridos, mucho se ha comentado sobre las causas del desafortunado
acontecimiento. Al parecer la mayoría cree que dicha explosión tuvo un origen
accidental, pero lo más probable es que se haya tratado de un hecho
intencional, debido quizá a la detonación de algún artefacto o dispositivo (hay
quienes hacen referencia al impacto de un misil).
Y un hecho intencional en el que casi con toda seguridad
habrían participado Estados Unidos e Israel, naciones que llevan muchos años
agrediendo a los pueblos del Cercano y Medio Oriente en el contexto de la
defensa de sus intereses económicos y geoestratégicos, y que, en el caso de
Estados Unidos, está hoy día en una dura lucha por mantener su hegemonía global
ante potencias como China y Rusia, y para intentar lograrlo es capaz de provocar
una sangrienta guerra que involucre a todo el orbe.
En tal sentido, dos declaraciones son claves para concluir
que la explosión en Beirut difícilmente fue algo casual: por un lado el
presidente estadounidense Donald Trump señaló que no creía que se tratara de un
evento fortuito, sino de un ataque, y por otra parte el primer ministro del
Estado terrorista de Israel advirtió que
"Para evitar desastres similares al ocurrido en el puerto de
Beirut, los explosivos y misiles que Hezbolá ha escondido deben ser retirados
de todas las concentraciones de población civil en Líbano"
https://www.europapress.es/internacional/noticia-netanyahu-pide-explosivos-misiles-hezbola-sean-retirados-zonas-pobladas-libano-20200811195726.html ¿A confesión de parte, relevo de pruebas?
Además, Netanyahu asegura que "Hez bolá está muy
equivocado si piensa que puede solucionar la crisis en Líbano creando una
crisis con Israel" (Ídem). Pero en
realidad quien parece estar interesado en sostener una crisis local y
extendida, con la “amenaza terrorista” de Hez bolá y otros grupos y
organizaciones del Cercano y Medio
Oriente como excusa, es el mismo primer ministro israelí, en el contexto de la
complicada situación interna que vive Israel, que ha dejado mal parado a
Netanyahu respecto a cómo es tratado por
la opinión pública en la nación “judía” (de hecho numerosos ciudadanos
israelíes han pedido su renuncia al momento de escribir este artículo), y
considerando que el Estado sionista necesita en todo momento justificar ante la
comunidad internacional su accionar terrorista cotidiano, siendo Líbano una de
las “amenazas” para Israel..
Ahora bien, lo cierto del caso es que tanto Estados Unidos
como su importante socio Israel han sido países especialistas en sembrar el
terror en el mundo entero, con énfasis en el Cercano y Medio Oriente, y
obviamente Líbano no ha sido la excepción, sufriendo agresiones del sionismo
durante décadas, y teniendo incluso que soportar una cruenta guerra civil entre
1975 y 1990, claramente azuzada por las naciones en cuestión.
En el presente los terroristas israelíes arrecian sus
ataques contra el pueblo palestino, al que arrinconan territorialmente cada día
más (reprimiendo y matando sobre todo a mujeres, niños, ancianos y
discapacitados), presionan, amenazan y/o
agreden a varios países de la región y tratan de reducir la influencia de Irán
y Turquía en dicha zona, por supuesto con el visto bueno y apoyo de Estados
Unidos y un puñado de naciones europeas,
y en el proceso no han dejado de amedrentar y atacar a Líbano; de manera
que no sería para nada descabellado afirmar que la explosión que causó una gran
mortandad y sumió a Líbano en una peor situación económica, fue obra de
asesinos del lobby
sionista-estadounidense y sus aliados globales. Asesinos que defienden sus
intereses y entonces arrastran al abismo a pueblos enteros.
ruhergeohist@yahoo.com
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