sábado, 6 de junio de 2020

Pandemia por coronavirus y crímenes de lesa humanidad



Por Rubén Alexis Hernández:
La actual pandemia por coronavirus o COVID-19, ha generado y seguirá generando, por desgracia, terribles consecuencias para gran parte de la humanidad. Ahora bien, más allá de que evidentemente la infección por dicho virus es una realidad, y representa un riesgo de cierta importancia para las personas, en especial para las de avanzada edad e inmunosuprimidas, es obvio que se han sobredimensionado sus efectos, al menos en comparación con el  peligro de otras enfermedades, que sí incapacitan y matan a millones de humanos cada año (y no tienen ni de cerca la relevancia mediática de la infección por el coronavirus), y respecto a la seria amenaza que para la salud y la vida significan el hambre y la desnutrición derivadas de la pobreza-miseria que azota a centenares de millones en todos los  rincones del orbe.


Claro está que las consecuencias mencionadas en el párrafo anterior no son producto de la infección como tal, sino del perverso manejo dado por las élites y los Gobiernos a la pandemia, que tomaron una serie de medidas irracionales y absurdas, basándose en el supuesto gran peligro que representaría la COVID-19 para la humanidad. En este sentido apelaron al dizque salvaguarda del derecho a la salud y a la vida para justificar, por ejemplo, la cuarentena o aislamiento social obligatorio y la semiparalización de la economía planetaria, medidas a todas luces draconianas y autoritarias, que sin duda alguna derivaron en crímenes de lesa humanidad, con tendencia al empeoramiento de la situación.

De manera que las élites y los Gobiernos no están protegiendo a los pueblos de una grave amenaza sanitaria, más allá de la realidad de la infección, sino que están aprovechando de forma tenebrosa esta crisis para violar diversos derechos y libertades, y en el proceso están cometiendo varios crímenes de lesa humanidad. Crímenes asociados fundamentalmente con la notable crisis económica que se manifiesta de forma bien clara con la carestía y la escasez, que entre otros problemas ha ocasionado mayor pobreza, miseria, hambre, desnutrición y enfermedades tanto por la ausencia de una buena alimentación, como por la falta de acceso a medicinas y servicios sanitarios de buena calidad (la asistencia sanitaria privada es costosísima en todo el planeta). En general ha empeorado de una manera acelerada la calidad de vida de un alto porcentaje de la población global.

Entonces escudados en la pandemia por coronavirus, los poderosos de la Tierra, verdaderas lacras sociales, están asesinando y exterminando sutilmente a buena parte de la población mundial con la ejecución de medidas nefastas pero útiles para el control social y económico. Y los nuevos hambrientos y desnutridos se unirán a los millones ya existentes en condición similar, gracias evidentemente a la cotidianidad capitalista mundial. Centenares de millones morirán lentamente por causa de enfermedades derivadas de la desnutrición y de la condición de inmunodeficiencia asociada a aquella, y del limitado acceso a servicios de buena calidad, incluso a la sanidad “pública”.

Crímenes de lesa humanidad en tiempos de coronavirus cortesía de quienes dominan el planeta, delitos por los que obviamente no se pronunciará ningún tribunal nacional o supranacional, que sirven en su totalidad al Statu Quo capitalista. De forma astuta y siniestra las élites y los Gobiernos han aprovechado la pandemia para, en nombre de la supuesta protección de la salud y la vida de la humanidad, atentar precisamente contra la salud y la vida de los pueblos. Aunque no es una situación que sorprenda en realidad, considerando que a lo largo de la historia los poderosos han utilizado cono una excusa favorita para actuar con maldad, la “defensa” del bien común.
ruhergeohist@yahoo.com

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