Por Rolando Prudencio Briancon:
Es importante aclarar previamente que el término
"antifa" ha sido sacado como un conejo de dentro el sombrero del tío
Sam, pues hasta ahora no existe una referencia de ningún tipo, salvo la del
léxico alemán "antifascistisch" que se usó para referirse a los
grupos extremistas que el régimen del 3er Reich definió a las corrientes de
izquierda.
Vale decir que el gobierno de Trump no ha dejado de tener
una innegable inspiración neonazi, pues es a través del discurso, de lo que se
dice, es que se conoce llega a conocer la esencia, la pertenencia política que
tienen los políticos, y que en el caso de Trump está usando para descalificar a
sus adversarios políticos, aunque nunca dejó de ser un secreto que Trump es un
acabado anticomunista.
Pero refiriéndonos ya al término "antifa" no
tendría que inquietar a ningún norteamericano -presidente o no- ni a nadie, que
exista en los EE.UU., un grupo que se asuma como "antifa", pues los
EE.UU., es donde la "libertad", y en éste caso de elección de la
militancia política está plenamente garantizada, como es el hecho que un grupo
de ciudadanos esté en contra de cualquier tipo de expresión extremista, como es
el fascismo, y que se creía ya superado en el mundo.
Y es que justamente esta acusación es una nueva cruzada
-antes fueron el comunismo, el narcotráfico, el terrorismo- para criminalizar
el descontento social, y que con creces está creciendo, pues está totalmente
justificado, pues el detonante ha sido el cobarde asesinato de George Floyd.
Pero también lo que ha agravado y agudizado aún más el
cuadro de convulsión social ha sido la respuesta que Trump ha tenido, tratando;
no sólo de mostrarse insensible como inflexible, ordenando a la Guardia
Nacional, como el Ejército a que salga reprimir, y hasta use fuego letal; sino
que además acuse en abstracto a un antagonista como los "antifa",
pero que hasta el día de hoy no ha tenido la honestidad de detener a ¡uno
sólo!, y mostrarlo ante la opinión pública con todo el aparato de inteligencia
que dispone.
Es más, hasta ha llegado a sospechar que hay agentes cubanos
y venezolanos detrás de las protestas, acusando de que son ellos los
"antifa", y quienes están haciendo arder los EE.UU. Pero lo más
sospechoso para esta tesis de " inventar un enemigo " es que quien
está detrás de esta acusación; es nada menos que su Secretario de Estado Mike
Pompeo experto en: "mentir, robar y engañar", como suele ufanarse.
Vale decir que más allá de buscar un chivo expiatorio como
los "antifa", lo que debe quedar claro es que el gobierno de Trump es
el gobierno de los supremacistas, y que se puesto en contra del pueblo
norteamericano, visualizándolo como su enemigo político, como en este caso son
los "antifa".
prudenprusiano@gmail.com
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