Por Rolando Prudencio Briancon:
Es gracias a la comunicación -ojo que no me refiero a los
Medios de Comunicación solamente- que los gobernantes suelen poner a prueba sus
convicciones democráticas.
Vale que decir que es de la interacción entre gobernantes y
gobernados, que a través de la comunicación se puede dar no sólo certeza de lo
que se hace, sino y sobre todo transparencia al pueblo, quien es al final de
cuentas el sustento subjetivo sobre el que se basa la democracia, por lo que
otra forma de fiscalizar los actos de quienes pasajeramente son inquilinos de
la Casa Blanca, como en éste caso es Trump; no existe otra que no sea a través
de la comunicación e información que se transmite a la población, que se dan
cuenta de los actos como autoridad que son.
Y es que la comunicación es congénita a la propia
democracia, pues visibilizan, transparentan y transmiten los actos de quienes
detentan el poder, como es cualquier autoridad, sea presidente, sea portero o
cualquier otra autoridad. Es más, dentro la Declaración de los Derechos -bill
of de rights- de la Constitución norteamericana de 1791, están contemplados los
derechos ciudadanos, como son a la información y a la libertad de expresión.
Consiguientemente van en contrasentido a esta concepción
constitucional sobre el Bill of the Rights, las recientes y resentidas
declaraciones de Trump, que tratando de aclarar ha mostrado su faceta fascista,
además de ser intocable e intolerable, manifestado sobre que fue un sarcasmo la
recomendación dada sobre: "inyectarse desinfectantes", cuestionando:
"¿Cuál es el propósito de tener ruedas de prensa en la Casa Blanca cuando
los medios de comunicación parciales no hace más que preguntas hostiles, y
después rechazan informar la verdad o los hechos de forma precisa?"
Así mismo ha arreciado su ataque a la prensa, señalando:
"consiguen índices récord y el público estadounidense no consigue más que
Noticias Falsas. No merecen la pena, ni el tiempo, ni el esfuerzo".
Rematando su rechazo a dar más información, y creyendo que
le hace un favor al pueblo sobre la crisis de salud que vive los EE.UU., ha
señalado: "Quizá aparecer cuando haya victorias que anunciar", tal
como se ha dado a conocer el portal de noticias Axio.
Vale decir que el remedio ha resultado siendo peor que la
enfermedad de egocentrismo que patológicamente padece Trump, de trastocar
incluso la propia Constitución y los derechos ciudadanos, con sus absolutistas
y abyectas creencias que el Estado soy yo, mostrando su fascista y
antidemocrática faz.
prudenprusiano@gmail.com
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