Por Humberto Trompiz Valles:
Los gobiernos que hoy se enfrentan a la pandemia del
coronavirus, también se están preocupando por el mundo que vendrá después que
esta situación haya sido erradicada. El tiempo postcoronavirus es la ecuación que los pueblos tienen que
despejar para garantizar la reproducción de la vida, inmersos en una realidad
capitalista agónica sin solución de
continuidad. En lo que va de desarrollo de la pandemia, varias incógnitas se
comienzan a despejar tales como: la total ineficiencia de los gobiernos
neoliberales en el manejo profiláctico de la cuestión; la indiscutible
necesidad de que el estado asuma todo lo relacionado con la asistencia
médico-sanitaria de la población, así como la producción de las medicinas y el
nuevo contacto social entre los humanos que queden vivos.
En el caso específico de Venezuela, el tiempo postpandemia
amenaza con ser apocalíptico, ya que en este país se ha montado una olla de
presión, incubadora de una inmensa
crisis social objetivada en: una caída
astronómica de la renta petrolera como base material de esta formación social,
una bestial precarización del salario, la caída sideral del PIB cercana al
cincuenta por ciento, un gobierno que poco a poco y con medidas
asistencialistas, se ha ido entregando en los brazos del pensamiento neoliberal
y para colmo, una oposición política
cipaya, sin otro norte ideo político que los dictados imperiales del gobierno
de USA.
Frente a este apocalipsis en ciernes, el gobierno madurista
tiene la oportunidad brindada por el covid-19, de darle un sacudón a su gestión
y comenzar a deslastrarse de los ribetes neoliberales y las corruptelas que han
matizado su administración. En tal sentido, el presidente debe rescatar su idea
de “sacudón político” adelantada en septiembre de 2014, que despertó grandes
ilusiones en el pueblo y que al final se redujo a una simple brisita. El manejo
eficiente en el control de la pandemia, es indicador de que todavía en el
madurismo, anidan restos del humanismo que llego a estas tierras de la mano del
comandante Chávez.
El nuevo sacudón a propiciar por el presidente Maduro debe
enfocarse en la RECUPERACIÓN SALARIAL DE LOS TRABAJADORES VENEZOLANOS, a fin de
garantizarles la reproducción de la vida y darle viabilidad histórica a esta
nación, en tiempos de triple fractura civilizatoria planetaria. Desde hace rato
los que se ven obligados a vender su fuerza de trabajo en esto linderos, lo
están haciendo por debajo de la frontera salarial del hambre declarada por las
Naciones Unidas. Sin salario digno, la viabilidad histórica de este país pende
de un hilo.
En atención a lo expuesto y teniendo en mente que la
Revolución Bolivariana no solamente debe garantizar la reproducción de la vida
a sus nacionales, sino también mantener viva la esperanza de un mundo mejor
para los desposeídos del continente, pensamos que el Presidente Maduro debe
tomar las siguientes medidas postpandemia, correctoras de su descarrilamiento
neoliberal, a saber:
1.-Declarar el Estado de Excepción fundamentado en los
artículos 337-338-339 de la Constitución. Tal declaración debe apuntar a
combatir el terrorismo económico implementado por el imperialismo y sus socios
nacionales de la oposición, Fedecámaras y Consecomercio. Olvidarse de la
“guerra económica” y entronizar la idea del combate al terrorismo económico y
la defensa de los derechos humanos de la población. Se trata de administrarle
al imperio dosis de su propia medicina para subyugar a los pueblos.
2.-Ajustar el precio de la gasolina cercano a su nivel
internacional. Hoy los venezolanos están pagando la gasolina a un dólar y más,
sin que se produzca una explosión social. Si al pueblo se le explica que dicho
ajuste se hace en función de cubrir los costos de producción del combustible y
el sobrante se encausará a mejorar salarialmente a los trabajadores, estamos
seguros que este pueblo aceptará dicha medida.
3.-Profundizar la implementación del consumo de gas en el
parque automotor. Con esta medida se aliviará el consumo interno de gasolina,
se combatirá el contrabando de la misma y se abaratara el precio de la fuente
energética, ya que el gas es más económico que la gasolina. (Einstein Millán
Arcia - -Gasolina: Propuesta para Detener el Contrabando y la Escasez-21/04/20 - www.aporrea. org/energia/a289541.html)
4.-Imponer un monopsonio de la producción nacional y de las
importaciones. Dado que el estado ha asumido la distribución de los alimentos a
la población (CLAP), su poder de compra es inmenso, más aún, si tenemos en
cuenta que es el único sujeto económico que genera dólares; tal circunstancia
le permite establecer un monopsonio que obligue a la burguesía
productora-importadora a sincerar los precios de su producción y a impedirle
sus prácticas bachaqueras. Si el estado toma el control de la distribución de
alimentos, la resistencia frente a los embates del imperio estará garantizada.
5.-Convertir el tiket alimenticio en una cesta de productos
básicos fijos no sujetos a los vaivenes inflacionarios. Esto obligaría al
estado a establecer el monopsonio comentado y redundaría en una protección del
salario real. Recordemos que del capitalismo que nos legó el petróleo fracaso
por no resolver la cuestión salarial en una economía dependiente de una renta
internacional. (ASDRÚBAL BAPTISTA. Teoría económica del capitalismo rentístico.
bibliofep.fundacionempresaspolar.org › media › vsxx_l3_19_con_la_mira)
6.-Por ser profesor universitario, considero que para
detener el descalabro de este subsector educativo decretado por la caída de la
renta petrolera y por la migración de los estamentos universitarios hacia el
exterior, se impone una reestructuración de este subsector, apuntando a la
reducción al mínimo de las universidades públicas actualmente existentes. La
base material petrolera no da para mantener esta diarrea de universidades que
se ha decretado en los últimos años. Por
lo demás, las universidades creadas por la revolución bolivariana nacieron
viejas, es decir, obedecen al modelo epistémico de la burguesía europea del
siglo XVIII, hoy en desuso.
7.-Imponer la educación virtual en el subsistema de
educación superior. En tiempos de mengua de la renta petrolera, la educación
superior en aulas luce totalmente anacrónica. Hoy lo que se impone es la
ecuación virtual en todas sus manifestaciones. Tal política no solamente
abarataría el costo por alumno, sino que también, permitiría una agresiva
política democratizadora de los estudios de cuarto nivel. Las experiencias en
esta modalidad de enseñanza ofertadas por la Universidad Nacional Abierta y la
Universidad Simón Rodríguez no pueden ser desdeñadas en esta nueva normalidad
de país que se nos viene encima. (Julio Mosquera. La educación a distancia es
poli tecnológica. https://www.aporrea.org/educacion/a289795.html)
8.-Dado que el precio del petróleo se va a recomponer en el
mediano plazo, pues, los hidrocarburos seguirán siendo la fuente energética de
los próximos cincuenta años o más, en Venezuela ha llegado la hora de la quinta
versión de la siembra petrolera, es decir, debemos reducirle al máximo la
entrega de dólares baratos a la burguesía parasitaria nacional y comenzar a
invertirlos en la mejoría de la cuestión salarial. Si la burguesía quiere
dólares que el estado se los preste, no que se los venda. El presidente Maduro
tiene la oportunidad de demostrar que es un presidente obrero, dándole solución
de continuidad a la precarización salarial que heredó de los tiempos de la
cuarta república. Esta si sería una
concreción real del socialismo del siglo veintiuno con toda la carga
anticapitalista que las clases trabajadoras están demandando.
htrompizvalles@gmail.com
Ante una situación venidera en los próximos años producto de este ataque a la humanidad, en Venezuela por ser puntal de un sueño utópico, se hace necesario un cambio radical en torno al proyecto bolivariano. No se podrá avanzar en ésto su ni se corrige el nível de corrupción instalado en torno a las montañas de riquezas que tenemos. Y eso es urgente o pasaremos a ser un país más del montón y no una Patria.
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