sábado, 18 de abril de 2020

Chile un artista y combatiente



Por Eduardo Contreras:
Fue noticia mundial cuando hace 33 años protagonizó una espectacular fuga de una cárcel en Chile, saltando desde gran altura. Estaba confinado allí por su participación en acciones del Frente Patriótico Manuel Rodríguez del que formó parte. Su historia fue rica y ejemplar y con ocasión del reciente aniversario de su fallecimiento - el 10 de abril de 2014 en la ciudad de Viña del Mar - consideramos oportuna esta breve nota acerca de Sergio Buschmann, un intelectual, actor teatral, militante comunista y guerrillero por la libertad.


Nacido en el sur de nuestro país, estudió teatro en la Universidad Católica en Santiago y a comienzos de los años sesenta ingresó a las Juventudes Comunistas. . Más tarde sería conocido por sus actuaciones televisivas en los canales nacionales. Producido el golpe del gobierno norteamericano y la derecha chilena en contra el gobierno de la Unidad Popular del Presidente Allende, Sergio estuvo detenido y brutalmente torturado en el Estadio Chile donde fue testigo de diversos crímenes. Siguió activando en las filas comunistas y sufrió nuevas detenciones y torturas pudiendo finalmente salir del país con rumbo a Suecia en donde se integró a las tareas de los exiliados. Tiempo después viajó a Cuba y luego a Nicaragua participando en los combates contra los grupos armados que acosaban al gobierno sandinista.

Finalizada esa etapa, permaneció en Managua activando en el campo cultural y vinculado siempre al PC. Regresó luego clandestinamente a Chile y se integró al Frente Patriótico Manuel Rodríguez, FPMR, en cuyas filas participó en diversas operaciones, la más importante de las cuales fue la internación de armas a Chile por el pueblo de Carrizal en el norte del país. Como es sabido, el desembarco fue detectado, la operación fracasó y dio lugar a una terrible persecución contra quienes luchaban contra la dictadura. Entre muchos, es detenido Buschmann en 1986 y recluido en la cárcel de Valparaíso de la que, en agosto de 1987, junto a otros compañeros protagonizó aquella espectacular fuga, logrando además salir del país.

Fue entonces cuando tuve la oportunidad de conocerle personalmente en La Habana, Cuba, en los años del exilio. Bien sabemos lo que fueron los años del exilio forzado por la dictadura. Muchos años sin ver ni hablar con tu familia, con tus compañeras y compañeros.

No poder caminar por las calles de tu pueblo y sobre todo no poder compartir directa y personalmente en el país la lucha de cada día por la democracia. Pero también hubo momentos gratos, encuentros felices, pequeñas victorias que ayudaban a la heroica lucha del interior. O la ocasión de poder compartir con personalidades internacionales que apoyaban las batallas por la democracia que libraba nuestro pueblo o con destacados compañeros y compañeras chilenos que se encontraban en la misma situación de exilio. 

Uno de esos episodios gratos fue sin duda nuestro encuentro en La Habana con Sergio Buschmann. Durante poco más de un mes compartimos varias tardes en las terrazas del Hotel Tritón, de donde salíamos a caminar cerca del mar. Así fue como pude apreciar su profunda voluntad de lucha, su inteligencia y su sentido del humor. Además de su valentía personal. Recuerdo que una tarde mientras caminábamos por la arena costera sentimos el dramático grito de una joven que estaba ahogándose. Sergio no dudó ni un segundo en arrojarse al agua y nadar hasta lograr sacar a la persona a la cual llevamos a los servicios médicos del Hotel.

Luego seguimos platicando como si nada hubiera ocurrido.
Tiempo después Sergio ingresó de nuevo a Chile clandestinamente hasta que fuera detenido a mediados de los años 90 permaneciendo encarcelado hasta lograr su libertad un año más tarde. Pero muy poco después volvió a ser recluido y esta vez condenado a 10 años de presidio por pertenecer a un grupo armado. Finalmente logró quedar en libertad vigilada a fines del año 1997. Entonces Sergio se fue de Santiago y vivió diversos períodos en Concepción, en Quillota y en Ancud, Chiloé.

Volvimos a encontrarnos un par de veces en algunos de sus viajes a Santiago y compartir largamente nuestros recuerdos y anécdotas.
Fue todo un personaje, un buen camarada, un ser humano pleno.

eduardocontreras2@gmail.com

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