Por Pedro Echeverría V.:
1. Las mujeres en
México, sobre todo las jóvenes de negro con pasa montañas, están poniendo en
jaque a los López obradoristas.
Desafortunadamente sus batallas combativas no son anticapitalistas por ello
hasta mujeres derechistas, clericales, conservadoras, panistas, han logrado
penetrar sus manifestaciones buscando crear condiciones para debilitar el
gobierno de López Obrador. Los hombres jóvenes más valiosos deberían participar
junto a ellas con demandas más avanzadas, aquellas que contribuyan a acabar con
todo tipo de explotación, opresión, racismo y desigualdad. Las demandas deben abrirse para abarcar todo
el contexto capitalista; si por el contrario se cierran a cuestiones muy
concretas se aislarán los trabajadores y se beneficiarán a los opresores.
2. No debería importar que el presidente López Obrador –por
miedo terrorífico a la derecha y al clero- no haya sido claro al apoyar la
batalla por el feminismo, el aborto y contra los asesinatos de mujeres (y
hombres). En muchas ocasiones no es el presidente quien debe analizar y
discutir cada uno de los gruesos problemas; le bastaría fijar el rumbo con unas
cuantas palabras. Las grandes polémicas (que es obligado que existan para
orientar al pueblo) las deberían sostener los líderes de los partidos, en este
caso, Morena. Yo he visto a polemistas brillantes –tengan o no razón- como
Felipe González, Rafael Correa, Pablo Iglesias, Julio Anguita, que, siendo
gobierno, han sabido defender con pasión sus posiciones políticas. Pero quienes
lo pueden hacer con comodidad y mayor libertad son los líderes de los partidos.
3. La izquierda, por su apoyo incondicional a los
explotados, a los oprimidos, al pueblo, ha tenido siempre la enorme ventaja en
argumentos y razón; la derecha, que sólo puede defender a los grandes
empresarios, los negocios capitalistas y a los gobiernos dictatoriales de
derecha, sólo puede recibir apoyo en monetario. Por ello, en este caso del
feminismo y otros, si reviviera Morena, le bastaba comisionar a sus diputados y
senadores para entrevistarse con los núcleos de mujeres en rebeldía, explicar
cómo la derecha históricamente ha sido conservadora, poseedora de una ideología
clerical-empresarial, defensora del machismo, golpeadora de mujeres,
castigadora de niños, así como no tendría cabida en sus filas.
4. Después de ver el apoyo de López Obrador en dos
gigantescas asambleas de trabajadores: la presidida por Haces Barba y la de la
CTM, con dirigentes muy desprestigiados que al parecer sólo cambiarán de
camiseta, me puse muy preocupado atando cabos para comprender lo que sería
adelante el movimiento obrero. La realidad es que en México la CTM dominó el
liderazgo desde 1936 con cerca de tres millones de asociados. Junto a otras
organizaciones de 100 mil a 200 mil. Fidel Velázquez fue su líder desde que con
Lombardo Toledano fundo la organización en 1936 hasta su muerte en 1997. Fue
tan poderoso que cada sexenio y el líder campesino en turno, intervenían en la
selección del candidato del PRI y seguro presidente de la República del PRI.
5. Morena, el mayor partido hoy en México, con alrededor de
dos millones de afiliados, está casi muerto por abandono. Se piensa incluso que esto es “a propósito”,
para dejar a López Obrador para que actúe con plena libertad ante sus difíciles
relaciones con los empresarios, la derecha y el imperialismo yanqui asesino. La
total unidad de los seguidores de AMLO –sus 33 millones de votantes- para poner
en prisión a los expresidentes y demás corruptos, para obligar al INE, a jueces
y miles de funcionarios a bajarse el salario, a desaparecer el outsourcing que
despoja salarios y derechos a los trabajadores. La realidad es que yo no he
descartado un “Golpe de Estado” porque son muy poderosos los intereses que se
mueven en este país de más de 130 millones de habitantes y más de 2000
multimillonarios inmensamente ricos.
6. La realidad es que Morena, lo único que ha necesitado, es
que le den permiso por AMLO para movilizarse a partir de un gran equipo con
experiencia que existe en el DF y en todos los estados de la República. De
ninguna manera se trata de hacer mítines en cada lugar como AMLO lo ha hecho 18
años. Hay que buscar a los 20 o 30 más valiosos (de preferencia limpios
políticos sin mancha, que no tengan cola que les pisen) en cada estado para que
ellos se encarguen de organizar círculos de análisis y discusión. Ningún
dirigente puede estar debajo de los muy conocidos corruptos del PRI y PAN que
en otros años formaron gobierno con ellos. (1/III/20).
alterar26@gmail.com
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