Por Roberto Chiazzaro:
La caída del Muro de Berlín implicó el fin de la Guerra
Fría, y del bipolarismo, en el esquema geopolítico mundial. Serán los EUA los
que emerjan como la única potencia hegemónica a nivel del sistema mundo, fueron
aquellos los tiempos del” Fin de la Historia”.
El acelerado desarrollo de la globalización, las políticas
de deslocalización de la producción, las intervenciones bélicas en Afganistán,
Irak; Libia y Siria, etc., la crisis económica mundial del 2008, aún no
superada, que asoló al sistema capitalista, fueron factores que propiciaron la
emergencia de un colosal rival, a todo nivel, como lo es China, secundada por
Rusia. Estas han erosionado, sensiblemente, el poder de la potencia hegemónica,
al grado tal, que podemos afirmar, que hoy, es el multipolar ismo el que rige
el esquema geopolítico mundial.
El acceso de Donald Trump a la Presidencia de los EUA, no
fue casual, fue el candidato electo para cumplir un claro objetivo, recuperar
el sitial de privilegio de los EUA y de sus Transnacionales, o al menos (a esta
altura de las circunstancias) contener el empuje de la nueva potencia mundial,
la cual inexorablemente, en un futuro cercano, desplazará en casi todos los
campos (el militar podría ser la excepción) a esa Nación.
En el marco de la estrategia desarrollada por Trump para dar
cumplimiento al objetivo precedentemente señalado, América Latina cumple un
papel destacado, ya que, los recursos naturales existentes en esta Región del
mundo, resultan vitales para el desarrollo de la economía norteamericana.
Muchos países
Latinoamericanos a lo largo de los
primeros quince años de este milenio, llevaron adelante una política impulsada
por Gobiernos Progresistas,
caracterizada por una mayor independencia con respecto a la potencia
hegemónica, asociada a la implantación del regionalismo post hegemónico, que
implicaron la creación de organismos como: UNASUR y la CELAC e instrumentos que
potenciaron la integración como lo fueron el ALBA y el MERCOSUR AMPLIADO,
propiciando la cooperación entre sus miembros.
Asimismo, durante este período, la presencia económica de
China se torna relevante, se operó un verdadero desembarco de la potencia
emergente en Latinoamérica, transformándose, en un breve lapso, en una de las
principales inversionistas de la Región y constituyéndose en el principal
destino de las exportaciones de varios países, incluyendo al nuestro. Por la
vía de los hechos, China está desplazando, aceleradamente, a los EUA de
Latinoamérica.
En el marco de este contexto regional, EUA presiona para
imponer, por distintos medios, un realineamiento a los países latinoamericanos,
haciendo que la Doctrina Monroe, una vez más, cobre vigencia.
Uruguay no ha sido
ajeno a todos los movimientos descriptos, el primero de marzo asumió la
Presidencia de la República, el Dr. Luis Lacalle Pou, en representación de la
llamada Alianza Multicolor, que agrupa a un conjunto de Partidos de orientación
política conservadora y alineada en materia económica con los postulados del
neoliberalismo. Esta Coalición Conservadora desplaza al Frente Amplio, que desde
el año 2004 detentaba el Gobierno de la República. -
Las directrices de la futura Política Exterior de la Alianza
Conservadora se subordinarán, sin dudas, a las aspiraciones de los EUA, de
recuperar su posición hegemónica en el seno de Latinoamérica.
La presencia del Sub Secretario de los EUA, David Hale, en
el Uruguay, entrevistándose con el futuro Presidente resulta significativa, al
manifestar que Uruguay resulta ser, un socio vital para su país, tratando en el encuentro temas relativos al
fortalecimiento de las relaciones bilaterales, temas vinculados a la seguridad
global, tema este último que se refiere al empleo, por parte de ANTEL, de la
tecnología 5G desarrollada por Empresa Huawei, hecho este, que generó una
fuerte Declaración por parte de la Embajada China con sede en Uruguay.
Este realineamiento con los EUA, inevitablemente generará
cambios sustanciales en materia de Política Exterior, uno de ellos es que el
futuro Gobierno apoyará la reelección de Luis Almagro como Secretario General
de la OEA, contribuyendo aún más a que este Organismo, siga estando al servicio
de la potencia hegemónica en la Región.
Dado que resulta necesario a los intereses de los EUA que
caiga el Gobierno de Maduro en Venezuela, Uruguay reforzará las acciones que se
están instrumentando al tal efecto y seguramente pasaremos a integrar la
Alianza de Lima y el PROSUR, abandonando así la UNASUR.
Por supuesto, descontamos que Uruguay también abandonará
todas las gestiones, llevadas a cabo, conjuntamente, con México y el CARICOM,
buscando una salida pacífica para solucionar la crisis por la cual está
atravesando el Pueblo de Venezuela.
Probablemente integremos, el coro de naciones que impulsan
una solución militar para culminar con este conflicto. No nos caben dudas de
que reconoceremos como presidente de Venezuela a Guaidó, y lamentamos que no
hayan sido invitados a participar de la ceremonia del Cambio de Gobierno, las
autoridades de Venezuela, Nicaragua y Cuba.
Esperemos que cuando la Asamblea General de las Naciones
Unidades trate la condena al bloqueo que ejercen los EUA sobre el pueblo de
Cuba, se mantenga la coherencia sostenida hasta la fecha, reafirmando esa
condena.
Es probable que este en la agenda del futuro gobierno
conservador, el estudio del Plan de Paz propuesto por Donald Trump, para
solucionar el histórico conflicto que se dirime entre palestinos e israelíes,
donde, no solo se contempla, que Jerusalén sea la capital del estado de Israel,
sino también que se validen las anexiones territoriales llevadas a cabo por el
Estado de Israel en Cisjordania.
Aspiramos, a que el futuro Gobierno del Uruguay, no apoye
dicho plan, que no sea de recibo la recomendación del Sr Pedro Bordaberry de
trasladar nuestra embajada de Tel Aviv a Jerusalén, y que por ningún motivo se
validen las usurpaciones territoriales de Cisjordania por Israel.
Creemos que resulta vital para la Política Exterior del
Uruguay, el respeto del derecho internacional público, que ha encuadrado el
relacionamiento de nuestro país con el resto de la comunidad internacional.
En materia de Inserción Económica Internacional, las
declaraciones llevadas a cabo por el presidente electo Luis Lacalle Pou, en la
apertura del American Busines Fórum en Punta del Este, resultan reveladoras.
“Vamos a ponernos en la vía que hablaron Jair Bolsonaro y Mauricio Macri de
flexibilizar el Mercosur… Mercosur y Tratados de Libre Comercio de Uruguay con
otros países…Uruguay necesita que le suelten el corsé, para moverse más
libremente y convertirse en una isla de prosperidad de paz y muy
cosmopolita”
A buen entendedor, pocas palabras bastan, dice el refrán.
Sin lugar a dudas la propuesta del futuro presidente apunta a profundizar la apertura
comercial del país, basado en el convencimiento de la existencia del Libre
Comercio y en la convicción de que tales medidas dinamizarán nuestra economía.
Por la vía de los hechos, en el seno del MERCOSUR, se procederá a la
eliminación de la Res 32/00 del CMC, eliminación esta, que implica la
disolución de la Unión Aduanera creada por el Protocolo de Ouro Preto, y la
eliminación del Arancel Externo Común, lo que significa retroceder hacia una
Zona de Libre Comercio.
La experiencia internacional demuestra que tales medidas
aperturistas no resultan convenientes para el desarrollo económico del país,
determinando que la única exportación viable sean fundamentalmente comodities
con escaso agregado de valor. Esta es una realidad que padece la mayor parte de
los países de nuestra América Latina, en nuestro caso, más del 75% del valor
exportado se trata de materias primas de origen agropecuario.
La desarticulación del Mercosur propuesta por el futuro
Presidente de la República, mediante el mecanismo de la flexibilización del
mismo, resulta nociva para el futuro desarrollo del país, ya que profundiza el
proceso de privatización de la economía .Mas allá de todos los defectos que han
sido señalados en lo que respeta al funcionamiento del Mercosur, este, continúa
siendo el segundo destino de nuestra
producción exportable, y prácticamente el único al cual se exportan productos
con agregado de valor.
La transformación del MERCOSUR en una Zona de Libre
Comercio, al ser eliminado el Arancel Externo Común, le quita a nuestra débil y
frágil producción industrial uno de los factores que les permite la exportación
a los demás integrantes del Mercosur.
La apertura comercial y la flexibilización del Mercosur,
implican que cada uno de sus miembros pueda firmar
Acuerdos Comerciales en
forma individua.
En el caso del
Acuerdo con la Unión Europea, ello, puede generar serios inconveniente de los
socios con Argentina. Según lo manifestado por el Sr Presidente, de la
República hermana, Alberto Fernández, su país, fundamentando la necesidad de
mantener el desarrollo industrial y la generar empleo, (ante la devastación
operada por el Gobierno de Macri), ha manifestado que Argentina, no está en
condiciones de firmar ese Acuerdo, ya que implicaría, una apertura de la
economía que no le resulta posible sostener.
Finalmente, corresponde señalar que la aspiración de
flexibilizar el Mercosur se adecua a la postura del presidente Donald Trump, el
cual ha dejado de lado la firma de Mega Acuerdos Internacionales, privilegiando
la firma de Acuerdos de Libre Comercio bilaterales, en los cuales, los EUA
pueden ejercer presión a efectos de lograr ventajas derivadas de su potencial
económico. No es de extrañar pues, que haya habido contactos a efectos de que
nuestro país y los EUA firmen un Tratado de Libre Comercio.
La Política Exterior delineada por el Gobierno entrante, se
corresponde con el realineamiento que los EUA están imponiendo a los países de
Latinoamérica. La misma, implica un retroceso o interrupción del proceso de
Integración del Mercosur, en la medida que este generó, mecanismos de
cooperación, económica, social, cultural y política, que permitió a nuestras
sociedades oportunidades de promoción y desarrollo, que en forma unilateral no
se hubiesen podido lograr.
Secretario de RR.II del Partido Socialista del Uruguay.
chiazzaroberto@gmail.com
Esto implica el apoyo a Estados Unidos de la manipulación de la Naturaleza a través de la guerra bacteriológica y química que ha ejecutado en los países que ha invadido; ejemplo el uranio enriquecido usado en la invasión a Iraq; el uso de bacterias para dañar los sembradíos cubanos, la siembra en china del corona virus, etc. Pero son tan brutos esos políticos gringos y sus seguidores que no entienden que eso les llegará a ellos también porque la frontera no detienes virus ni agua contaminada, etc.
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