Por Jorge Aniceto Molinari:
No es solo una elección presidencial, es el tomar posición
de un sector de enorme importancia en el mundo sobre lo que en él está
ocurriendo.
Todo indicaría que
luego de un período de estancamiento del crecimiento del Producto Bruto
Interno, que ahora es crecimiento con la política de cerramiento de la economía
de Trump, podría darle a este la posibilidad de reelección.
Son un conjunto de contradicciones explosivas. Trump
abandona un accionar económico en el mundo liderando el libre comercio por
parte de EE.UU. que le dio identidad económica luego de la segunda guerra
mundial.
A su vez cerrando los muros, se vuelca a un liberalismo
interno (salud, enseñanza, vivienda, condiciones de trabajo), que amenaza
reabrir en el país todas las más graves heridas de la explotación capitalista.
El discurso “socialista” de Bernie Sanders va dirigido a eso,
no a cuestionar el modo de producción capitalista, no hay ninguna mención al
manejo monetario ni a la base filosófica del sistema impositivo si bien se
pretende gravar más a esto que a los trabajadores, cuando todos sabemos que el
burgués descarga el costo del impuesto en la propia mercancía, lo que en el
caso de la economía de EE.UU. significaría menos posibilidades de competencia
en el mercado mundial, y vuelta entonces al círculo vicioso.
Sin embargo, un
triunfo de Sanders como lo fue el de Obama en su momento significaría un enorme
acontecimiento en todo el mundo, para el que la izquierda, me atrevería a
decir, no tiene un programa preparado pero que la obligaría a avanzar en su
concreción.
Las dos guerras mundiales llevaron el centro del capitalismo
del Reino Unido a EE.UU. en la izquierda era el derrumbe de la teoría del super
imperialismo de Kausky y la demostración de la corrección de las previsiones de
Lenin, de que el gobierno de la economía mundial iba a pasar en pugna a manos
de los complejos empresariales multinacionales.
Hoy Trump comanda el amurallamiento de su economía y el
liderazgo del libre comercio en el mundo pasa a manos de China y su entorno
gobernada por el Partido Comunista.
La estrategia de Trump está clara, es de corto alcance, y luego
Dios proveerá. Sanders se limita a las reivindicaciones y no tiene programa
para el mundo a no ser que con su “socialismo” piense en reactivar la economía.
En la “democracia” de EE.UU. por lo general vota poca gente,
pero……estos tiempos prometen que habrá una mayor participación y en ese caso no
habría que descartar un triunfo inesperado para el mundo de Bernie Sanders.
La izquierda en el mundo debe prepararse para ello y nada
mejor que proponer un buen programa.
sipagola@adinet.com.uy
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