Por Jesús A. Rondón:
En América Latina son tiempos para tener las barbas en
remojo. Los recientes acontecimientos tienen ocupados a los sistemas de inteligencia
nacionales y a los tanques de pensamiento al servicio de los gobiernos. En las
embajadas hay movimientos poco habituales, muy en particular en la de los
países con mayor influencia global; en las cuales no solo se están recopilando
información minuto a minuto, sino que calculan escenarios y hacen sus jugadas,
fuera de la atención mediática (donde solo vemos el decorado).
En estos momentos los gobiernos calibran sus declaraciones y
valoran sus intenciones y acciones. Un paso mal calculado, puede desencadenar
hechos que no solo desestabilizan al país, sino que comprometen la gestión del
poder. Cautela es la norma, sin importar la tendencia del gobierno.
Se examinan los errores en Ecuador, donde el anuncio de las
medidas pactadas con el Fondo Monetario Internacional, comprometieron el giro
neoliberal del gobierno de Moreno. ¿Qué claves que han hecho que un pueblo en
la calle logre el retroceso de las medidas?
En Chile, las medidas no eran de envergadura, pero dieron al
trasto la imagen de éxito del modelo y hoy deben hacer contención de daños y
castrar la propuesta constituyente. ¿Dónde estuvo la falla?
Observan que en Argentina Macri no ha tenido descanso, que
desde el inicio de su gobierno las calles argentinas han tenido a los
ciudadanos en la calle reivindicando sus derechos y rechazando las recetas que
desde fuera aplica para beneficiar a los empresarios.
En los recientes tiempos se analiza a la Bolivia donde los
gorilas de ahora, se han puesto al servicio de la derecha y son instrumentos
fieles de sus intereses, permitiéndoles tomar el gobierno por la vía de la
fuerza. Y allí está el pueblo que los rechaza, que reivindica su derecho a la
autodeterminación y defiende su democracia.
Los pueblos han salido a la calle en Haití o Panamá, pero
tienen menos centimetraje en los medios y otros ni siquiera los nombran. Los
más recientes en salir fueron los colombianos y las colombianas y ya el
gobierno comenzó a reprimir.
Venezuela en particular merece un examen más detallado, pues
gran parte del año no han cesado de accionar desde adentro o desde afuera
contra el gobierno bolivariano. Sin lograr la calle, y con menos apoyos
internos, hoy parte de la oposición se compromete a transitar una vía
democrática, mientras lo otra sigue al acecho y sin desperdiciar cualquier
oportunidad para conspirar.
Las agendas de los gobiernos están afectadas por los pueblos
en las calles (en estos y otros países), y están pagando un alto costo: los
fallecidos por la acción del Estado. Es imposible ser indiferentes a los
acontecimientos que no cesan de evolucionar. Están cerca las fiestas cristianas
de la navidad, veremos si se enfrían las calles.
jesusalbertorondon@gmail.com
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