Por Jorge Aniceto Molinari:
La señora esposa del actual presidente de Chile lo expresó
con una claridad meridiana: (no es textual y no conozco que haya sido
desmentido) nos están invadiendo los alienígenas, vamos a tener que ceder
algunas de nuestras riquezas.
La expresión puede tener varias traducciones, generalizada
en algunos sectores de la sociedad actual; una traducción de clase: son ellos y
nosotros, los pobres y los ricos, los que tienen y los que no tienen. Una
salida, no tan compartida: ceder algunas de nuestras riquezas.
Por desgracia esta es una forma de razonar producto de un
sistema económico, de un modo de producción que está llegando a sus límites
posibles.
Probablemente la señora no esté en condiciones de reconocer
que aún así no tiene arreglo, que lo que necesita morir es la predominancia de
un modo de producción. -
Porque lo que pasa en Chile, hoy es solo un ejemplo más de
lo que está pasando en el mundo.
También es nociva la contra partida vulgar: “si tuviéramos
los bienes que tiene ellos”, pues no conduce a superar lo que origina el
problema.
Imaginemos por un momento a Chile, a Uruguay, a Brasil, a
Grecia, a España.sin impuestos al consumo, al trabajo y a las pensiones. ¿Y
entonces como se banca el presupuesto del Estado?, con un impuesto sobre la
circulación del dinero, haciendo inválida cualquier transacción que no esté
debidamente registrada donde la sociedad democráticamente lo determine.
Sí, pero ningún país lo puede hacer por separado, si y es
ahí donde debemos organizar la toma del Banco Mundial y del Fondo Monetario
Internacional, para imponer un cambio sustancial en la economía del mundo.
Una sola forma universal de medir los hechos económicos, no
a una moneda para los dueños de los medios de producción y otra para la gente.
Que los recursos provenientes de un impuesto a la circulación del dinero sean
administrados democráticamente sin engrosar las burocracias estales y
administrados con criterios de rentabilidad social, y eficiencia.
¿Que resolver hacer esto debe ser lo más complicado?: de
acuerdo. Pero hoy lo hace la burocracia instalada en el Banco Mundial y en el
Fondo Monetario Internacional sin más aval que el de las capas gerenciales de
los complejos empresariales multinacionales.
Entonces a analizar y poner en debate como organizar el
aparato productivo de la humanidad para que sea más eficiente y democrático
para la gente.
No estamos de acuerdo con los nacionalismos a los que se
acude para dispersar la capacidad organizativa popular, esto en múltiples
facetas, donde se reivindican religiones, monedas, costumbres. Si estamos de
acuerdo con que se respeten las nacionalidades, que significan entre otras
respetar las culturas que han incorporados sus conocimientos a la riqueza de la
humanidad.
Hasta hoy las empresas estatizadas (*), y las cooperativas
han sido un medio de defender el trabajo de la gente cuando existían
actividades que corrían el riesgo de dejarla sin trabajo. Las primeras
convertidas en teoría que conocieron su mayor fracaso con la caída del llamado
socialismo real, aún cumplen un ciclo histórico y de alguna manera continúan
hasta hoy. Las segundas teniendo que convivir en una sociedad que siempre
aspiraba a absorberlas para el sistema de empresas monopólicas.
Pensamos que una organización democrática del aparato
económico de la humanidad no va a descartar particularmente a las cooperativas
que son siempre un instrumento de educación del trabajo colectivo, y que
entonces si encontrarán las estabilidades que hoy le son negadas.
¿Qué tiene que ver todo esto con lo concreto de Chile hoy?
Salvador Allende en un histórico discurso en la ONU reivindicó para Chile la
nacionalización del cobre, era la época donde los pueblos aún podían pensar en
los beneficios de una economía estatizada, frente a la expoliación de los
monopolios empresariales multinacionales.
La derecha no soportó este camino y utilizó el sabotaje
militar organizado por los “servicios” de EE.UU. para derrocarlo, pero paradoja
hoy el cobre estatizado es la fuente de recursos del presupuesto militar.
Hoy Chile necesita una constituyente donde se puedan
organizar la atención a las necesidades popular, sabiendo en definitiva que el
equilibrio solo se podrá lograr si el mundo encara un sistema impositivo basado
en la circulación del dinero.
Y no para resolver Chile sino para atender la economía del
mundo en plena crisis.
Escritas estas líneas llegan noticias entre otras del golpe
contra Evo Morales en Bolivia y del pantano electoral en España, un amigo me
escribe en Facebook afirmando que el único camino es la democracia a lo que
respondo:
“no te confundas, la democracia no es un fin, es un medio.
Para lograr los avances han sido necesarios los esfuerzos con ese fin. Cuando
cosas tan simples como que la economía tenga una medida igual para todos y que
los impuestos vayan sobre la circulación del dinero son tan resistidos y
ninguneados por todos, es porque la crisis es muy profunda y la sociedad ha
entrado en una etapa en que si no discutimos ideas de cómo salir no se va a
salir.
Es muy fácil decir los que están en el gobierno son los
responsables de todo, o la contra partida nadie lo puede hacer mejor que
nosotros, pero ambas posturas son falsas, necesitamos ideas, programa para
superar una crisis que es irreversible pero que no es el fin del mundo si
logramos que esas ideas avancen”.
(*) En la salud y la
enseñanza, el rol del Estado ha ganado un papel que a pesar de la
mercantilización de estos rubros ha sido bien importante.
sipagola@adinet.com.uy
0 comentarios:
Publicar un comentario