• La huella
criminal de Pinochet quedó también plasmada en la Constitución que dejó
instaurada, que niega los derechos del pueblo chileno y que los gobiernos de
Bachelet y Piñera, poco o nada hicieron por enmendarla.
La sombra de la muerte persigue al Criminal Augusto Pinochet
y sus encubridores, que hoy gracias a documentos desclasificados y confesiones
de militares que participaron en sus tropelías contra el pueblo chileno,
desnudan la perversidad de estos personajes y sus encubridores, tanto en Chile
como en el Exterior.
Y digo de sus encubridores hacia el Interior de Chile,
porque la desclasificación de documentos nos permite ver claramente la
participación de Estados Unidos y la CIA en el encumbramiento y ocultamiento de
los crímenes pinochetistas, como el, el papel jugado por la Iglesia Chilena,
los medios de comunicación, en particular el Mercurio y algunos partidos
políticos.
Revela la prensa internacional recientemente, las
declaraciones de un militar chileno de alto rango, ligado a la Dictadura de
Pinochet, que reconoce el asesinato de cuatro mil ciudadanos de ese país por
las fuerzas de seguridad de la dictadura
militar.
Bueno, se podría decir, que era un secreto a voces la
matanza realizada contra los ciudadanos chilenos por parte de la dictadura
militar, sólo se desconocía y se desconoce todavía, el número de ellos, porque
todas las cifras que se aportan son conservadoras, tal fue de intenso el oleaje
represivo criminal. Ya el informe Rating (Comisión de la Verdad) 1991,
contabilizaba 2.279 ejecuciones extrajudiciales, pero los informes elevados a
los diferentes presidentes de Chile, post dictadura militar, hablan de 40.000
víctimas aproximadamente. Cifra que engloba desaparecidos, torturados,
ejecutados sin fórmula de juicio etc.
Las cifras son tan escandalosas que nos permiten
preguntarnos, quienes fueron más criminales, ¿los militares chilenos o los que
apoyaron las dictaduras argentinas? Sólo el tiempo, podrá revelar, las
verdaderas crueldades cometidas, porque todavía, tanto en Chile como Argentina,
los militares represores tienen padrinos que los siguen encubriendo y eso
impide que la mano de la justicia llegue plenamente a ellos.
Pero por lo pronto, podemos mencionar en el caso de Chile,
algunos de estos crímenes monstruosos, cometidos con la anuencia de Pinochet y
sus encubridores norteamericanos: El Caso del Canta Autor VÍCTOR JARA, quien
fue recluido en el Estadio de Chile, de donde fue sacador para ser torturado y
asesinado. A VÍCTOR JARA, SE LE CORTARON LOS DEDOS, MACHACARON LAS MANOS Y SE
LE CORTO LA LENGUA. Esta canta-autor había compuesto con anterioridad a estos
hechos una canción dirigida al soldado. En una de sus estrofas decía “Soldado,
no me dispares, soldado tu mano tiembla, soldado no me dispares”. A los
militares que lo asesinaron por cantarle al pueblo, no les tembló la mano, y
actuaron con saña sobre su cuerpo. También el caso del estudiante venezolano.
Enrique Maza Carvajal, quien fue secuestrado en los centros de resistencia
obrera en Chile, torturado y luego fusilado. Por cierto, que este caso está en
el expediente que la ONU tiene sobre el Dictador. La Caravana de la Muerte donde
comandos militares fusilaron a decenas de militantes de izquierda.
Pero igual lo hicieron con otros y mire que estamos
comentando lo que han podido conocerse. Quemaron vivo, en 1986 al Fotógrafo
Rodrigo Rojas y el atentando realizado por la DINA en Washington contra Orlando
Letelier, Ministro de Defensa de Allende, ejecutado órdenes directas de
Pinochet y Ronni Moffilt, quienes murieron calcinados por el bombazo criminal.
La mano asesina del dictador Pinochet se extendía hasta donde estaban, los que
lo encumbraron en el poder, Estados Unidos.
Pero resulta, que Augusto Pinochet, no sólo fue un asesino
despiadado, sino, que también fue un ladrón. Según los tribunales chilenos
amasó una fortuna cercana a los DIECIOCHO MILLONES DE DÓLARES, a mi juicio
cifra conservadora, porque no incluye la fortuna encubierta que mantienen sus
testaferros. La familia del dictador, ávida de fortuna, esperaba con ansiedad
este dinero mal habido, manchado de sangre, pero al parecer ha sido retenido y
esa herencia fatídica no se concretará.
Hoy cuando la crisis lleva a su máxima expresión en Chile y
que Piñera, para justificar la violencia contra su pueblo dice que “Estamos en
guerra”, nos recuerda el mismo discurso dictatorial que ensangrentó al pueblo
chileno, hoy encubierto con una Constitución, que niega el Derecho a Huelga y
los Derechos Humanos de los ciudadanos chilenos.
Queda de esta manera retratado para la Historia, Augusto
Pinochet, no sólo como dictador asesino sino, también como un vulgar ladrón,
vergüenza para los que lo encumbraron y lo encubrieron, si es que tienen un
mínimo de conciencia humana. Queda retratado también para la historia, la
conducta leonina y timorata de sus sucesores en la presidencia de la República
quienes han dejado muchos de los crímenes cometidos en total impunidad, han
gobernado con una Constitución que niega los derechos fundamentales al pueblo
chileno, e intentaron consolidar un sistema neo liberal que mantiene
constreñidos y en manos del Fondo Monetario Internacional, a todo el pueblo
chileno.
Profesor de la UCV
jesussotillo45@gmail.com
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