Por Eduardo Andrade Bone:
Después de casi 12 días de manifestaciones transversales del
pueblo ecuatoriano, junto a las organizaciones indígenas, sociales,
estudiantiles, sindicales, ha triunfado el clamor popular, los cuales han
terminado de poner en jaque al gobierno neoliberal de Lenín Moreno (Alianza
país) y han logrado en un primer diálogo con el gobierno, los líderes indígenas
han logrado aventar la derogación del decreto ley 883 del Fondo Monetario
Internacional (FMI).
El saldo de las grandes protestas del pueblo ecuatoriano ha
significado alrededor de 10 muertos torturados, más de 1000 detenidos, dos mil
heridos, 100 desaparecidos, todo esto, producto de la brutal represión desatada
por el gobierno de Alianza país y su presidente Lenín Moreno.
El presidente Moreno que estuvo durante todos estos días
escondido en la ciudad de Guayaquil y bajo la protección de los altos mandos
corruptos de las Fuerzas Armadas, vendidos al cartel del FMI. Lo único que
hemos observado es un mandatario que vive obsesionado con achacar responsabilidades
al expresidente Rafael Correa, a Nicolas Maduro, a las FARC, el narcotráfico y
los presuntos infiltrados en el país, que buscan desestabilizarlo, pero sin
entregar ningún tipo de pruebas ante el país y la prensa nacional como
extranjera, lo que refleja una gran irresponsabilidad gubernamental.
En estas alocuciones el primer mandatario se parece mucho al
führer Trump, que todo el tiempo está cargando contra los demócratas, o de
Mauricio Macri que también vive obnubilado con la figura de Cristina Fernández
o del ultraderechista Jair Bolsonaro que acusa de todos los males del Brasil, a
la gestión gubernamental del gobierno de Lula o Dilma Rousseff, es el discurso
calcado del Departamento de Estado norteamericano y los grandes empresarios,
que vienen aplicando en la región, cuando se trata de sus espurios intereses,
buscando neutralizar la lucha social por mejores condiciones de vida.
El presidente Moreno en su verborrea seudo política, suele
acusar a los máximos líderes de Revolución Ciudadana de corrupción. Sin
embargo, nada dice acerca de las imputaciones que involucran directamente a su
hermano y toda su familia, ligados al escándalo Odebrecht y la escondida de sus
dólares en los paraísos fiscales.
Lo cierto, es que después de la lucha desplegadas por el pueblo
ecuatoriano en las calles de las diversas ciudades del país, el presidente
Moreno, ha quedado herido de muerte, en realidad es un pato cojo sin ningún
futuro político. Ya nada será igual para los actuales gobernantes, los que en
forma clara y precisa se han puesto al servicio del cartel del FMI, los grandes
empresarios y las mafias del mundo financiero y bancario. De allí que el
gobierno de Alianza país, se encuentra seriamente dañado, así como la propia
figura del presidente Moreno, que solo cuenta con el 10% de apoyo, según
diversos sondeos realizados en el país. En este sentido se puede decir que el
único camino que le queda a Lenín Moreno es su renuncia y el llamado a nuevas
elecciones, ante la conmoción nacional que ha generado su decreto 883 y su
programa de reformas laborales, al servicio del cartel del FMI.
Durante los doce días de movilizaciones, la única respuesta
del gobierno fue dictar el Estado de Excepción, el toque de queda y la
represión y muerte que han padecido los manifestantes, medidas propias de
dictaduras militares, transformándose Lenin Moreno, en un vulgar dictadorcillo.
En este plano también destaca el silenciamiento de la Asamblea Nacional, por
orden del presidente Cesar Litardo, ligado a Alianza país, y que debiera haber
sido la institución de la democracia ecuatoriana, llamada resolver el conflicto
surgido con la aplicación del decreto 883 del ejecutivo y que gatillo las
protestas nacionales.
En Ecuador, Amnistía Internacional (AI), la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos, así como la Defensoría del Pueblo, la ONU,
han realizado sendos llamados de atención, a terminar con la brutal represión
desatada por el gobierno neoliberal de Lenín Moreno y garantizar los derechos
humanos de todos los ciudadanos. Además, dichos organismos han denunciado el
uso excesivo y de forma indiscriminada de gases lacrimógenos contra los
manifestantes o la utilización de escopetas de perdigones, lo que ha dado como
resultado la muerte de alrededor de diez ciudadanos. Informaciones que han sido
entregadas directamente por la Defensoría del Pueblo, cuyos miembros además han
recibidos amenazas anónimas. Extrañamente la Alta Comisionada para los Derechos
Humanos, Michelle Bachelet, hasta el momento de escribir está nota, no se había
pronunciado acerca de la violación de los derechos humanos, bajo el gobierno de
Lenín Moreno.
Hasta ahora el único
apoyo que ha recibido el gobierno de Lenín Moreno, ha sido de los halcones de
la Casa Blanca, de Luis Almagro, secretario general de la OEA y primeros títeres
de los intereses norteamericano para la región y de todos los gobiernos de
derecha y extrema derecha de América Latina (Argentina, Brasil, Chile,
Colombia, El Salvador, Paraguay, Guatemala, Perú).
El presidente Moreno, en todos estos días de protestas
nacionales contra el decreto ley del FMI sus alocuciones han estado cargadas de
odiosidad, manipulación, tergiversación y mentiras, acerca de la realidad
económica que vive el país, cuya crisis es producto de la ineptitud e
incompetencia del gobierno de Alianza país. De allí, que su gobernabilidad ha
estado trazada por la política de los bandazos y la búsqueda de chivos
expiatorios (Correa, Maduro, Farc, narcotráfico, corrupción), para imponerle a
los ecuatorianos medidas económicas draconianas que afectan directamente el
poder adquisitivo de las familias ecuatorianas.
El triunfo alcanzado en la movilización popular, que ha
tenido como objeto voltear el decreto 883 que establecía el alza de los
combustibles y reforma laborales que perjudicarían al conjunto de la clase
trabajadora, han quedado por el momento congeladas, puestos que el gobierno de
Lenín Moreno, busca a través de otros subterfugios, imponer los dictados del
FMI a la gran mayoría de los ecuatorianos.
En el encuentro y diálogos con las organizaciones indígenas,
estas han exigido además la renuncia del ministro del Interior, María Paula
Romo, y el ministro de Defensa, Oswaldo Jarrín, los cuales junto a Lenín
Moreno, son los mayores responsables de la represión, torturas, muertes,
heridos y detenidos ocurridos en el transcurso de las protestas nacionales.
También se ha exigido la reparación pertinente a los familiares de los
asesinados por los aparatos represivos del gobierno de Alianza país.
Al momento de culminar esta nota, cual cacería de brujas
dirigida hacia los seguidores de Revolución Ciudadana, se producía la detención
de Paola Pabón, prefecta de Pichincha, la cual fue detenida durante horas de la
madrugada del lunes 14 de octubre de 2019, en la redada de la policía se
detuvieron dos presuntos colaboradores de la prefecta. También se ha
encarcelado a Alexandra Arce, ex alcaldesa de Durán se busca al exdiputado
Virgilio Hernández y se ha desatado la persecución hacia algunos dirigentes de
las organizaciones indígenas, dando por inaugurado el “estado policial”, en el
país.
La movilización transversal del pueblo ecuatoriano contra el
decreto 883 del FMI, en una primera instancia, ha sido lo más relevantes y una
gran victoria del pueblo ecuatoriano contra las medidas draconianas del
gobierno de Lenín Moreno, su grupo político Alianza país y el cartel
prestamista del Fondo Monetario Internacional (FMI).
aindoamericanap@gmail.com
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