Por Rolando Prudencio Briancon:
Otra vez la ONU ha vuelto a ser temeroso testigo de las
temerarias actuaciones de los Estado Unidos ocurridas en el pasado, como son
las actuales afirmaciones de su presidente Donald Trump quien ha instado en la
74 Asamblea de la ONU a que: “Ningún gobierno responsable debe subsidiar la sed
de sangre de Irán”
Tal como ocurrió el 2003, cuando ignorando los informes de
éste organismo; y hasta de la misma OTAN, que a decir del director de la
oficina de información de esta organización, Robert Pszczel fue un “gran error”
la invasión a Irak, aclarando que: “En teoría, también 28 países miembros de la
OTAN pueden equivocarse, pero tienen menos probabilidad de cometer un error que
un país, o dos, tres actuando por separado”, sentenció respecto a que una mayor
cantidad de países hubieran sopesado la decisión de invadir Irak, si Washington
hubiera consultado con la OTAN.
Así también el ex secretario de la ONU Koffi Anan aclaró en
septiembre del 2004 que: “Desde nuestro punto de vista y el punto de vista de
la carta de la ONU, la guerra fue ilegal”. Vale decir que aquel entonces la ONU
estaba convencida que no existía pruebas contundentes para dar por hecho que
Irak y el gobierno de Saddam Hussein poseyera las afamadas “Armas de
Destrucción Masiva”, pues los informes de inteligencia de EE.UU., no eran
contundentes, pero de igual manera; tanto EE.UU., Inglaterra y España estaban
decididos a que contra viento y marea se cumpla lo que en la isla de la Azores
estaba oleado y sacramentado para saquear el petróleo a cambio de sangre.
Posteriormente los propios organismos de la inteligencia
norteamericana quedaron convencidos que las Armas de Destrucción Masiva ¡nunca
existieron!, pero ni el genocida de George Bush, ni Aznar, ni Blair hasta el
día han respondido por sus actos.
Es cierto que Trump no fue parte de aquella vil e infame
invasión a Irak, pero hoy tiene la oportunidad de demostrar que como él mismo afirmó:
“Sólo los más valientes pueden hacer la paz”; que para que aquellos crímenes de
la genocida guerra contra Irak -¡1
millón de muertos!- no queden en la más insultante impunidad, tenga la
capacidad de enjuiciar a Bush; o por el contrario será él quien al paso que va
termine pagando esa su falta de valentía, si es que la investigación iniciada
por los Demócratas prospera para ser destituido, por la presión -congelamiento
de cuentas- que ejerció sobre el gobierno de Kiev en Ucrania, cuando Trump
ordenó que reabra la investigación de corrupción que involucra al hijo de su
rival político, Joe Biden.
Realmente son patéticas las palabras de Trump pidiendo que:
“Ningún gobierno responsable debe subsidiar la sed de sangre de Irán”, cuando
ha sido los EE.UU., lo que ha sangre y fuego saquearon el petróleo iraquí, y a
Trump no se le mueve un pelo.
prudenprusiano@gmail.com
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