Por Rolando Prudencio Briancon:
Al paso que vamos nos las tendremos que pasar apagando
incendio tras incendio. Ni bien se apaga uno aparece otro.
El caso de Bolivia es más particular, por cuanto al parecer
aquí se quiere hacer “arder” el país por móviles políticos electorales, pero
esta situación particular del país no invalida el inquirir porque en el resto
del planeta se están produciendo incontratables incendios, que nadie va a
negar.
Arde la Amazonía, como arde la Chiquitana; pero también está
ardiendo ahora mismo Indonesia, como también la cuesta del Sama en Tarija, que
como señalaba antes, parecen más ser un acto reflejo de la reacción boliviana
contra la candidatura de Evo Morales que están decididos a incendiar el país,
pero no se puede tapar el sol con un dedo el fenómeno del Calentamiento Global
que es el que hace arder el planeta.
Decía que no sólo son estos tres lugares donde se han
producido incendios; sino que estos se producen en distintas partes del
planeta, por lo que ya merece meditar desde otro punto de vista, que no sólo se
centre; en primer lugar como hechos fortuitos, ya sea por el descuido de
alguien que al acampar hizo fuego y se generó el desastre, o que la causa sea
el decreto de desmonte, sino que tienen que ver con lo que ya era con aquel
avieso temor que se anunciaba.
Vale decir que no son la razones -o no son las únicas- de
los incendios sea una colilla de cigarrillo, o la brasa de una parrillada; o
más bien ésa esas son las razones con las que se quieren naturalizar. Vale
decir creer que son hechos fortuitos los causantes para esconder las verdaderas
causas que tiene que ver con lo que ha dejado de ser ya un anuncio, y hasta una
amenaza para el planeta, y son hechos concretos como es el incremento de la
temperatura, y que ya se había dicho; y escuchado pero que nadie ha asumido sus
consecuencias.
Vale decir que desde la suscripción del protocolo de Kioto a
inicios de los 90 del siglo pasado ya se vislumbraba que el incremento de la
temperatura en planeta se dispararía a más de 2 grados; ¿y cuánto ha pasado
desde aquel entonces? Vamos a los ¡30 años!, y lógicamente por algún lado
“tenía que agua” el calentamiento global, pero nos entretuvimos en otra cosa
sin ir a las verdaderas causas; y que es lo que justamente buscan quienes
defiende el modelo capitalista; o mejor dicho quienes quieren que al modelo
capitalista, y su correlato el compulsivo consumismo, por lo menos no se le
ponga freno alguno.
Es cierto que todos tenemos una cuota de responsabilidad en
el fenómeno del calentamiento global, pero hay quienes como el presidente
-Donald Trump- precisamente de la mayor potencia del planeta que postula
devotamente defender al capitalismo, como acaba de negar al mismo,
burlescamente señalando que el calentamiento global es un “cuento chino”.
prudenprusiano@gmail.com
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