Por Eduardo Andrade Bone:
En el marco del Consejo Permanente de la OEA, que se reunió
en Washington, tomo la resolución que se votó el miércoles para constituir y reactivar el Órgano de
Consulta del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR), brazo
armado de los EE.UU. para proceder a delinear la intervención militar en
Venezuela y poner fin al proceso de cambios que vive el país bolivariano.
El golpista opositor venezolano Juan Guaidó logró que doce
países con gobiernos de derecha dieran el miércoles un primer paso en la
activación del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR), una
especie de OTAN latinoamericana que llama abrir la puerta a una intervención
militar en Venezuela. Se trata de un nuevo movimiento de Guaidó y la oposición
venezolana para presionar a los países de la OEA, para poner fin al gobierno
bolivariano encabezado por la figura del jefe de Estado de Venezuela, Nicolás
Maduro.
Ante la crisis de Venezuela, la seudo democracia chilena
encabezada por el estafador de bancos e imputado por corrupción el empresario y
mandatario chileno, Sebastián Piñera, ha resuelto apoyar vía TIAR, la
intervención militar directa o encubierta de los Estados Unidos en el país.
Es lo que se desprende de la reunión de cancilleres de la
OEA, organismo clon para la defensa de los intereses geopolíticos de Estados Unidos
en Latinoamérica.
La decisión del TIAR en la región, fue respaldada por
Argentina, Brasil, Colombia, El Salvador, EE. UU. Guatemala, Haití, Honduras,
Paraguay, Chile y República Dominicana, prototipo de países títeres de los
Estados Unidos y compuestos esencialmente por gobiernos de derecha y extrema
derecha (Brasil), afines con las políticas intervencionistas de los Estados
Unidos en la región.
Se abstuvieron de no participara en los intentos
desestabilizadores y antidemocráticos, países como Trinidad y Tobago, Uruguay,
Costa Rica, Panamá y Perú, al margen de la ausencia de Bahamas.
El TIAR que es un organismo creado por iniciativa
estadounidense, también es conocido como el Tratado de Rio, para la defensa
común de los interese económicos de las oligarquías locales y para mantener
gobiernos afines a las políticas de Estados Unidos y garantizar así la
seguridad de los intereses geopolíticos norteamericano de los EE.UU. en América
latina, busca exacerbar al máximo los intentos a cualquier costo por poner fin
a la revolución bolivariana.
La resolución de intervención militar del TIAR en los
asuntos internos de Venezuela, implica en una primera instancia sanciones
económicas, sabotajes a las comunicaciones de todo tipo, rompimiento de
relaciones diplomáticas, todo tipo de bloqueos y embargos y la intervención
militar final, donde participarían miembros de las Fuerzas Armadas de los
países que apoyan la decisión de intervención militar, entre ellos Chile y
encabezada y dirigida por los Estados Unidos.
Ahora, independientemente de las declaraciones vertidas por
el canciller chileno Teodoro Ribera a la prensa, lo cierto es que Chile apoyo y
firmo la opción militar por fuerzas extranjeras en territorio venezolano, así
quedó establecido en la declaración final del Consejo Permanente de la OEA, en
donde no se ponen los reparos que presuntamente tendría Chile, ante el uso de
la fuerza en Venezuela, decisión además que ya está tomada por los pistoleros
de la Casa Blanca.
De acuerdo con las informaciones de prensa del país del cono
sur latinoamericano, Chile estuvo representado por el embajador ante la OEA,
Hernán Salinas. El que votó a favor de la intervención militar, junto a otros
11 países miembros del TIAR.
Cabe destacar además que la votación de Chile en la OEA se
realizó bajo el completo desconocimiento del Parlamento chileno, manifestando
así el gobierno del empresario derechista Sebastián Piñera, un desprecio
absoluto por la democracia, que dice suele defender.
Una vez más la imagen de Chile, ante la comunidad
internacional ha quedado seriamente afectada por la decisión del pinochetismo
(Chile Vamos) de apoyar en la OEA, una solución antidemocrática a la crisis que vive Venezuela y que en
términos generales ha sido creada por la corrupta derecha venezolana, con el
apoyo del gobierno de Trump y que se pelean a rabiar por los dólares de la
conspiración contra el gobierno de Maduro.
Además de acuerdo con informaciones anónimas procedentes de
las fuerzas armadas colombianas, el TIAR con asesores del Comando Sur y la CIA,
está conformando un Ejercito con desertores de las fuerzas armadas venezolanas,
mercenarios, paramilitares colombianos y elementos criminales ligados al
narcotráfico, para comenzar las primeras escaramuzas militares contra
Venezuela.
Como es de público conocimiento, Chile ha jugado un papel
activo a través del Grupo Lima, en lo que ha sido la conspiración y los
intentos desestabilizadores de la democracia venezolana, patrocinada por el
gobierno de Trump. Lo concreto y real es que Chile ha decidido poyar el
derramamiento de sangre en el país caribeño, así Chile ratifica una vez más su
permanente compromiso con los intentos desestabilizadores de Venezuela, con el
apoyo de la mayor parte de los gobiernos títeres de derecha que campean hoy en
la región.
Lo cierto es que cualquiera se la situación de como se
desarrollen los acontecimientos en el país caribeño, los Estados Unidos, el
gobierno de Trump y sus títeres latinoamericanos representados por el grupo de
Lima y todos aquellos que firmaron la resolución de intervención militar, serán
los grandes responsables del baño de sangre que desate EE.UU. de forma directa
o encubierta, vía golpe de estado, guerra civil o intervención militar directa.
Finalmente cabe destacar la posición adoptada por México,
que sostuvo que invocar el TIAR es un “precedente peligroso para la
democracia”. A juicio de la Cancillería mexicana, invocar un tratado que
"intrínsecamente supone la posibilidad del uso de la fuerza, cuando no
existe un ataque armado, es contrario a las reglas de derecho internacional que
se refieren al uso de la fuerza".
Corresponsal de prensa
aindoamericanap@gmail.com
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