Por Jorge Aniceto Molinari.
A modo de agradecimiento:
Hoy, 21 de julio, he llegado a los 80 años, y mi primer
pensamiento es de agradecimiento, pues ello no hubiera sido posible sin el
apoyo de la familia, de los compañeros, de los amigos, de los que están y de
los que ya no están. Un ser humano es la conjunción de todo eso además de
circunstancias en la que han intervenido cada uno de ellos.
Mi padre, carpintero, decía que pasar de los 60 ya era un
regalo, venia de una época en que vivir del trabajo ya era un enorme sacrificio
y más aún poder formar y desarrollar una familia. El capitalismo a la salida de
la crisis de 1929 –en ese año además fallece don José Batlle y Ordoñez- no era
sencillo.
En mis recuerdos, las maestras y maestros de la querida
escuela pública N°1 de Paysandú ocupan un lugar primordial, fundamentalmente la
maestra de quinto y sexto Maruja Sommer de Pérez que nos enseñó a formar y
gestionar una cooperativa –fue nuestra primera experiencia empresarial y
colectiva-. Que me enseñó a hablar en público, en aquellos actos patrióticos
que tenían para nosotros con contenido muy especial. Cada uno merecería un
recuerdo especial, como cada uno de mis amigos que tenían la característica de
vivir en el barrio portuario de Paysandú, o mejor dicho el barrio de la Plaza
Artigas.
Luego el Liceo Departamental N° 1, con sus profesores con
sus nuevos compañeros, con diferencias sociales mucho más pronunciadas y luego
ya en preparatorios las luchas gremiales, y la creación de periódicos
estudiantiles. Me consideraba batllista de Batlle y Ordoñez por lo que decía mi
padre, el que siempre tenía una palabra de respeto hacia lo que llamaba los
partidos de ideas. Fue en el liceo que tomé contacto con el Manifiesto
Comunista. Recuerdo que al compañero que me lo prestó para leerlo (Horacio
Bazzano) le dije: lo voy a leer y te voy a señalar en que no estoy de acuerdo.
Cuando se lo devolví mi opinión fue que era irrefutable.
Como ven es mucho lo que tengo que agradecer y desarrollar,
esto es un inicio porque ya en Montevideo para estudiar economía se inicia una
actividad que he tenido la suerte más allá de los vaivenes de no haber
abandonado nunca.
La vida me dio el regalo de participar en la fundación de la
CNT y luego en el Frente Amplio, el de haber podido formar una familia con una
compañera que me acompañó 42 años, me dio 5 hijos, y hoy también 6 nietos que
la vida a ella no se los permitió conocer. Alegrías y tristezas de nuestro
batallar. Ingresé a trabajar en el Banco Hipotecario donde lo hice por 38 años,
y fundamentalmente ingresar a un gremio: AEBU.
En AEBU, ocupé distintos cargos gremiales, para llegar luego
con la jubilación a este sector en donde me tocó toda la lucha por la defensa
de la Caja Bancaria, donde fui delegado de los jubilados en su Consejo
Honorario por 11 años, en los cuales se plasmó la ley que rige actualmente al
Instituto.
Hoy con 80 años aspiro a ver el quiebre de la predominancia
del modo de producción capitalista para que la humanidad pueda utilizar todas
las fuerzas y conocimientos que ha generado en un sociedad más armónica, muy
superior a la que hoy vivimos.
Dicho todo esto muy resumidamente, y esperando tener fuerzas
en un futuro cercano para desarrollar todo esto que apenas enumero.
Mi dolor y mi aspiración es contribuir a hacer que el mundo
de un salto hacia adelante que ya está en condiciones de hacer y que aún está
trabado por una educación individualista de un modo de producción que está
llegando a sus límites.
Si, no somos todos iguales, hay culpables, pero hoy más
importante que marcar los culpables, que hay que hacerlo, es trazar un programa
que haga posible esa transición que toda la humanidad está necesitando.
Gracias a todos por ayudarme y contribuir en el camino que
he podido trazarme.
sipagola@adinet.com.uy
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