Por Eduardo Andrade Bone:
En realidad, no podía ser de otra manera, pues antes que el
expresidente Lula fuera encarcelado, todas las encuestas señalaban que el
favorito para ganar las elecciones era el candidato del Partido de los
Trabajadores, Ignacio Lula Da Silva.
Ahora cuando la oligarquía brasileña, junto a los grupos
políticos de centro y extrema derecha vieron que no tenían ninguna certeza de
poder acceder a un nuevo gobierno, decidieron preparar el complot contra el
exmandatario Lula da Silva, encabezado por el juez Sergio Moro y la mafiosa y
corrupta justicia brasileña.
Para tales efectos, utilizaron el escándalo de Lava Jato,
para involucrar a Lula en supuestas irregularidades ocurridas bajo su gobierno,
además, en un proceso judicial lleno de irregularidades y falta de pruebas
concretas, pues el objetivo final eras impedir a cualquier precio que Lula
fuera candidato y posteriormente nuevo presidente de Brasil, pues la
popularidad del expresidente estaba casi intacta.
Pero los complotadores no estaban solos, pues contaban con
todo el apoyo de los que lograron la destitución de la presidenta Dilma
Rousseff, entre ellos el mafioso apodado el “padrino brasileño”, Michel Temer,
que actualmente se encuentra imputado y está siendo procesado por corrupción.
Hoy el portal The Intercept Brasil, ha sacado a la luz el
complot contra Lula, encabezado nada más y nada menos, que, por el actual
Ministro de Justicia, Sergio Moro, al cual siempre los medios de prensa
brasileños lo presentaban como un juez serio y muy probo, como el persecutor de
políticos corruptos del Parlamento brasileño.
Sin embargo, la trama del complot contra Lula ha contados
con muchas aristas, que involucran a los fiscales a cargo del proceso contra
Lula, como al actual ministro de Justicia Sergio Moro y a diversos medios de
prensa con líneas editoriales ideológicamente de derecha que participaban de la
conjura.
Medios de prensa internacionales reportan que el pasado
domingo 9 de junio tres reportajes especiales dieron a conocer que el exjuez de
la trama Lava Jato y actual ministro de Justicia del gobierno de extrema
derecha encabezado por el inepto Jair Bolsonaro, Sergio Moro, se coordinó
políticamente con los fiscales para encarcelar al expresidente Luiz Inácio Lula
da Silva.
La documentación revelada por The Intercept Brasil, ha sido
producto de un trabajo de investigación periodística que, basándose en los archivos
inéditos obtenidos por una fuente anónima, señalan "discusiones internas y
actitudes altamente controvertidas, politizadas y legalmente dudosas del equipo
de trabajo de Lava Jato" y del propio juez Moro, expresa el portal.
Uno de los reportajes de la trama complotadora, da a conocer
que los fiscales sin ningún tipo de tapujos hablaban abiertamente sobre su
deseo de impedir a cualquier precio la victoria en las elecciones
presidenciales del 2018 del Partido de los Trabajadores (PT) y desplegaron
todas las medidas pertinentes para alcanzar ese objetivo.
El portal periodístico expresa que de los mensajes entre el
equipo de trabajo de Lava Jato, enviados a través del servicio de mensajería
Telegram, se entiende que los fiscales, encabezados por el procurador del Ministerio Público
Federal, Deltan Dallagnol— discutieron formas de evitar a toda costa una
entrevista de Lula da Silva a la columnista del periódico Folha de S.Paulo,
Monica Bergamo, ya que, de acuerdo con ellos, esta "puede elegir a [Fernando]
Haddad" y así permitir la "vuelta del PT" al gobierno, enfatiza
el medio.
El reportaje también señala que el procurador del Ministerio
Público Federal manifiesta la inseguridad del propio Dallagnol en relación con
la fraudulenta acusación que llevó a Lula a prisión en abril del año pasado.
"Él procurador Dallagnol estaba inseguro justamente sobre el punto central
de la acusación que sería firmada por él y sus demás colegas, para afirmar que
Lula había recibido de regalo un apartamento triplex en la playa de Guarujá
tras favorecer presuntamente a la contratista OAS en contratos con
Petrobras", se afirma.
Ahora, por cierto uno de los grandes articuladores de la
trama complotadora contra Lula, estaba en manos del juez Sergio Moro, el que se
excedía en sus funciones presionando al procurador que cambiara el orden del
proceso de las diversas fases de Lava Jato, así como instruyendo consejos
estratégicos y pistas subjetivas e informales de investigación, para así tomar
una decisión acertada y convencer al conjunto de los que participaban de la
conjura y que diera como resultado el encarcelamiento del ex presidente Lula.
El abogado defensor de Lula, ante este nuevo escándalo
judicial oscuro, afirmo que está muy claro que el proceso en su contra es
corrupto y solicitó su libertad inmediata. Ante el contubernio de la seudo
justicia brasileña, diversas figuras políticas de Brasil, como la expresidenta
Dilma Rousseff, afirman que este reportaje periodístico prueban que la
operación Lava Jato monto un complot en contra de Lula y del PT.
De allí que toda esta situación que ha tenido que enfrentar
el expresidente Lula, prueba una vez más que las oligarquías, junto a los
grupos políticos de centro derecha, la prensa amarilla y el poder del dinero,
están dispuesto a todo, cuando se trata de defender sus oscuros intereses
económicos y políticos y que van en perjuicio del pueblo brasileño.
Otro caso, recordemos que Manuel Zelaya fue el séptimo
presidente constitucional de la República de Honduras desde el retorno a la
democracia en 1982. Anteriormente había sido director del Fondo Hondureño de
Inversión Social. El 28 de junio de 2009 fue destituido y expulsado del país
por un contubernio cívico militar, luego de varios meses de una crisis política
que enfrentó a los poderes del Estado. La destitución se produjo por órdenes de
la corrupta Suprema Corte de Justicia de Honduras, debido a la comisión de
presuntos delitos graves, como traición a la Patria y otros.
Pero en América Latina, tampoco ha sido el primero de esta
envergadura, pues la crisis política en Paraguay de 2012 se desató a raíz del
juicio político contra el entonces presidente Fernando Lugo por la Cámara de
Diputados de Paraguay. Este órgano parlamentario controlado por la derecha,
acusó al gobernante electo en el 2008 por mal desempeño de funciones,
acusándolo -entre otras cosas- de responsabilidad política por los
enfrentamientos entre campesinos y policías ocurridos en Curuguaty,
departamento de Canindeyú, lo que fue todo una falsa. Posteriormente, una
mayoría de 115 parlamentarios de 5 partidos políticos diferentes sobre un total
de 125 congresistas decidió destituirlo de su cargo.
Hoy en Argentina, al igual que en Brasil, a través de
diversas acusaciones y procesos, se busca encarcelar a la expresidenta Cristina
Fernández, para impedir que esta pueda formar parte de un nuevo gobierno,
siendo ella la favorita en las diversas encuestas que se han realizado en el
país trasandino, en donde el “estado profundo”, los poderes facticos y el poder
del dinero, con el aval del Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Reserva
Federal de los Estados Unidos, buscan impedir a toda costa, un nuevo gobierno
de carácter progresista en la Argentina.
De allí que toda la trama complotadora contra el
expresidente Lula, tiene diversas características y similitudes con otros
países, cuando las oligarquías de América Latina, buscan a cualquier precio,
vía campañas del terror, golpes de estado o acusaciones de actos ilícitos a
figuras del progresismo latinoamericano, todo vale, para así impedir que estos
puedan acceder al gobierno, poniendo así a buen recaudo sus oscuros intereses
económicos, pues las oligarquías, los grandes consorcios empresariales, pues
si, que llevan en su ADN el virus latente de la corrupción y la anti
democracia.
aindoamericanap@gmail.com
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