Por Pedro Echeverría V.:
1. Acabo de leer una declaración del Ejército Popular
Revolucionario (EPR); conozco la posición del Ejército Zapatista, así como la
el pensamiento y la lucha política-sindical de los maestros de la CNTE. Con
parecidos argumentos rechazan las políticas del presidente López Obrador desde
la izquierda, desde el lado de los explotados y oprimidos. Creo que tienen un
poco de razón porque AMLO no deslinda totalmente con la burguesía, porque le da
miedo hacerlo por aquello del gran poder empresarial y del imperialismo que
también busca joderlo. ¿O se piensa acaso que los conservadores, la derecha, no
está lista para derrocar a AMLO cuando se lo proponga?
2. Yo le tengo un
gran respeto y admiración a todos aquellos revolucionarios izquierdistas que se
juegan la vida luchando a diario -y por muchos años- con las armas en la mano,
en las calles y las cárceles (como mi único héroe, el anarquista Ricardo Flores
Magón). Sin embargo, la mayoría de las veces para destruir a la burguesía y el
capitalismo, se necesita un pensamiento que entienda y explique la realidad.
Por ello hay pensadores “FIFIS” como Petras, Chomsky, Amín, Wallerstein y
otros, metidos en este asunto de los cambios revolucionarios. Pienso que mis
amigos de las tres corrientes tienen que pensar en serio buscando la unidad,
antes que muchos se arrepientan.
3. Marx, al estudiar
el capitalismo –particularmente europeo- definió que la contradicción
principal, el enemigo antagónico del capitalismo, era la clase obrera o
proletaria. Que los campesinos fueron
importantes en la época feudal, pero en el capitalismo jugaban un papel
secundario en los procesos revolucionarios. Lenin, gran dirigente de la
revolución rusa de 1917, discípulo de Marx, planeó que como en Rusia había
poquísima clase obrera, los intelectuales “obrerizados” dirigirían la
revolución. A partir de los años sesenta, ya intelectuales como Marcusse y sus
amigos, demostraban que la clase obrera se había aburguesado al subsumirla el
capitalismo.
4. En Europa no hubo
revolución anticapitalista, aunque electoralmente triunfaron gobiernos
socialdemócratas (bautizados tramposamente de izquierda) que han gobernado
haciendo reformas progresistas, pero reafirmando terriblemente el capitalismo.
En Rusia los bolcheviques de Lenin tomaron el poder en nombre de la clase
obrera, pero no pudieron construir el socialismo, quedándose en una especie de
capitalismo de Estado. En China triunfó el campesinado de Mao en 1949, no se
construyó el socialismo, pero a 30 años Deng iniciaría el desarrollo
capitalista que la convertiría en un poderoso país en el camino de superar con
creces al imperio yanqui.
5. Pienso que
intelectuales como Dussel, Bartra, Taibo (que no tienen ni la más mínima cola
que les pisen), deben crear una comisión formal para ayudar a analizar y
discutir con los compañeros del EPR, EZLN, CNTE y otros, acerca de la necesidad
de unir esfuerzos para frenar un posible golpe de Estado dela burguesía y abrir
de par en par las puertas para profundizar reformas socialdemócratas, por
ahora; más adelante no sabemos. Los
gobiernos yanquis tienden a acelerarse porque sienten que están perdiendo
terreno en el mundo frente a China que no deja de avanzar en los mercados.
López Obrador es la gran oportunidad de México frente a un capitalismo salvaje.
Pienso que otra oportunidad está lejos aún.
6. López Obrador
nunca fue marxista, pero levantó movimientos que ni 20 marxistas juntos –yo
entre ellos- pudimos levantar nunca. Ha integrado un gobierno socialdemócrata,
de clases medias o pequeño-burguesas, que ha sacudido a los empresarios, que ha
puesto al borde de la desaparición a partidos burgueses (PRI, PAN, PRD,) que
durante décadas nos patearon por atrás a los izquierdistas. ¿Representará el
López obrador ismo otra forma de política que en vez de ser la clásica burguesa
o la clásica de los trabajadores, sea amplia y popular? Quizá es tiempo de
repensar nuestras concepciones poco antiguas para entender el futuro.
alterar26@gmail.com
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