Por Rolando Prudencio Briancon:
Si algo se puede rescatar del estilo de hacer política de
Trump es su abierta sinceridad, cercana incluso al cinismo, y que desde ya hace
que sea más visible la obvia orientación que tiene en su política exterior de
ir frontalmente en su accionar, como predecibles las consecuencias que estas
tengan.
Una de las características de hacer política que Trump ha
cambiado respecto a las anteriores administraciones en la Casa Blanca, ha sido
la aprobación -las más de las veces- y en otras ya la aplicación de políticas
retrógradas por excelencia; como, por ejemplo: el anuncio de la construcción
-eso es lo que es hasta ahora- del Muro con México, cuando las anteriores
administraciones de Washington se encargaron más bien de abrir totalmente la
frontera con México, a través del tratado NAFTA. Otras políticas de la
administración Trump, que efectivamente sí ya las ha aplicado ha sido la
deportación de migrantes, o el reconocimiento de Jerusalén como capital de Israel.
Esta forma de hacer política ha alcanzado su mayor expresión
de cinismo con la reciente advertencia que Trump ha lanzado a Rusia para que:
“salga de Venezuela” (Rusia must get out). Al margen de ser un insolente
impromptus, Trump no ha tenido capacidad de justificar la razón por la que
ellos quieren meterse Venezuela, ni tampoco por qué Rusia debería hacerle caso
a su amenazante conminatoria de salir de ahí. Más aún, si por un mínimo de
decoro debería por lo menos guardar silencio ante el cínico falso positivo que
se tradujo la quema de la ayuda humanitaria organizada y ejecutada por una
obsecuente oposición sometida a Washington el pasado 23 de marzo, y que Trump
nunca desmintió esta denuncia.
Tampoco se ha tomado la molestia de por lo menos desmentir
la acusación, que ya se ha hecho vox populi en el mundo entero, que lo que, a
los EE.UU., le interesa en Venezuela es apropiarse de su petróleo, como lo hizo
en Irak.
Pero no sólo que los halcones de Washington se han lanzado
sobre el petroleó como si fuese su presa, sino que ya han atrapado entre sus
garras: ¡30 MIL MILLONES!, de PDVSA que han le han confiscado a través de la
CITGO, empresa estadounidense filial de petrolera venezolana, antes de su
frustrado intento de invadir hace poco más de un mes.
Podríamos decir hoy que la forma cínica de hacer política de
Washington, no hace más que evidenciar que estamos ante una nueva glotona
geopolítica global de saquea a sangre y fuego las demás naciones.
prudenprusiano@gmail.com
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