Por Rolando Prudencio Briancon
El tercerismo es la política que más ha puesto en práctica
los EE.UU., y esta consiste en lograr que un tercero influya para que otra
nación haga o deje de hacer lo que, a los EE.UU., como potencia imperial le
conviene o no a sus intereses. O sea, es la forma en la que los EE.UU., se vale
de naciones aliadas para conseguir que sus intereses no sean afectados. Por
ejemplo, el Estado sionista de Israel es una muestra clara de esa relación que
cumple como una celestina de los intereses geopolíticos en Medio Oriente de los
EE. UU, actuando como su gendarme geopolítico.
Recientemente esta relación tercerista la hemos podido
presenciar en la intentona fallida de invadir Venezuela, en el que no sólo
Colombia se convirtió en su tercerista títere, sino todo el Grupo de Lima que
se prestó a tratar de convencer al gobierno bolivariano para que deje el poder.
Vale decir fueron más de una docena de países los que cerraron filas en favor
de los intereses de Washington, que contra viento y marea tenía previsto
invadir Venezuela con el propósito de apropiarse de su petróleo.
Claro que en especial fue el gobierno de Colombia el más
activo operador por cumplir el papel de tercerista. Y es que condiciones no le
falta, por cuanto prácticamente Colombia no es sólo ya un aliado de los
intereses geopolíticos en Latinoamérica de los EE.UU., donde la potencia del norte
tiene instaladas varias bases militares, sino que Colombia misma ya empieza a
parecerse a una gran base militar yanqui, y que en relación a la situación que
atraviesa Venezuela, se ha convertido en su punta de lanza. Algo muy similar
pasa con el papel que cumple Chile, pero con una muy parecida particularidad al
del estado expansionista de Israel en Medio Oriente.
Cabe, dentro el análisis, apuntar que ésta técnica de
terciarizar sus intereses con naciones
aliadas, es complementaria a aquella
otra estrategia de imponer sus intereses en base al terrorismo imperialista, la
misma que se vale de uso de la violencia terrorista, y en el que de igual forma
los EE.UU., se vale de otras potencias y organizaciones como la OTAN, que las
tiene como aliadas para agredir a naciones que “no están de su lado”, a decir
del genocida George Bush.
Pero además que no sólo recurre a naciones, debido que han
sido escandalosas las justificaciones para invadir naciones que “no están de su
lado”. Que debe usar otros actores, como ha recurrido también a grupos sociales
a los que ha armado para que actúen agrediendo a esos gobiernos que no están de
su lado, como es el caso de ISIS, Al Qaeda, Al Nursa, “los rebeldes”,
disidencias, indignados, etc., y tanto otros que como hongos ha aparecido.
Es en ese sentido que en la tarea emancipadora de los
pueblos debemos redoblar esfuerzos y; no sólo porque como revolucionarios no
rehuimos a los retos, y más aún cuando estos nos demandan mayor entrega para la
emancipación definitiva; aunque los EE.UU., se mueva entre el terrorismo
imperial y el tercerismo internacional.
prudenprusiano@gmail.com
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