Por Sergio Rodríguez Gelfenstein:
1. Quiero
insistir en el tema que más me preocupa hoy: el verdadero peligro que está
corriendo la humanidad es el que implica el avasallamiento del derecho
internacional por parte de Estados Unidos y el correlato que comienza a
manifestarse en todo el mundo ante la impunidad que promueven las decisiones de
Trump contra un orden internacional que en lo sustantivo es aceptado y
respetado por todos los actores.
2. La auto
designación de Juan Guaidó como presidente encargado (figura que no existe en
la ley venezolana), no solo violenta todo tipo de institucionalidad vigente en
Venezuela, sino que hace un mentís profundo a algunos de los fundamentos
centenariamente esgrimidos por la derecha conservadora como pilares de la
democracia representativa: 1. Las elecciones como expresión de la soberanía
popular, a su vez admitida universalmente como soporte principal del poder
político supremo de un Estado independiente. 2. La división de poderes como
principio político que genera autonomía en la realización de las funciones del
Estado y 3. El respeto a la Constitución Nacional como documento rector y ley
fundamental de la república.
3. Vale
entonces recordar que el Artículo 228 de la Constitución Nacional (CN) de
Venezuela establece que la elección del presidente o presidenta se hará por
votación universal, directa, y secreta. En ninguna parte dice que el presidente
se puede auto designar, mucho menos que puede ser elegido por otro país, aunque
sea una potencia. Tampoco la CN acepta que una misma persona pueda ostentar simultáneamente
las máximas representaciones del poder ejecutivo y legislativo, fue lo que hizo
Pinochet tras el derrocamiento del presidente Allende por la fuerza y con el
apoyo de Estados Unidos. Es lo que han intentado hacer sin éxito en Venezuela.
Vale recordar que desde ese momento y hasta ahora Chile “funciona” sin una
constitución democrática. Pero volviendo a Venezuela, lo cierto es que al auto
nombrado se le olvidó el conocido “discursito” de la división de poderes.
4. Así
mismo, el proceso de desconocimiento de la ley sigue avanzando
avasalladoramente. En Colombia, el presidente Duque intentó presionar sin éxito
a Cuba para que entregara a los negociadores del ELN que se encontraban en ese
país, por un acuerdo suscrito por las partes y avalado por garantes
internacionales y por la propia ONU, violentando el protocolo firmado y que
preveía tal situación. Ahora, Duque pretende desconocer algunos artículos
sustantivos de los acuerdos a los que habían llegado el Estado colombiano y las
FARC en La Habana para establecer una Jurisdicción Especial por la Paz (JEP).
En la intención de establecer una clara confrontación con la ONU y la comunidad
internacional, Duque, sintiendo el respaldo de Estados Unidos quiso poner en
entredicho tales convenios, explicando que tal compromiso era resultado de una
decisión de gobierno, no de Estado, exponiendo la ignorancia que la potencia
norteamericana necesita para realizar sus planes. La ONU respondió contundente,
recordando los incumplimientos de Colombia: “"Lamentamos que, a más de dos
años de la firma del Acuerdo Final, la JEP aún no cuente con una Ley
Estatutaria (...) principios claves que la ONU, desde el Consejo de Seguridad,
ha señalado como indispensables en repetidas ocasiones".
5. En esa
misma lógica de aprovechar el vacío jurídico que Estados Unidos pretende crear
en el mundo, a mediados del año pasado, el parlamento israelí aprobó una ley
que declara a ese país como “Estado Nacional Judío”, con ello constriñó
principios de la ONU colocando al Estado sionista en el mismo status que tuvo
Sudáfrica, cuando en ese país existía la política del apartheid. Uno y otro,
han sido fervientemente aceptados y sostenidos jurídica, política, militar y
financieramente por Estados Unidos.
6. Así, los
llamados “portaviones” estadounidenses en América Latina y el Caribe y en el
Medio oriente respectivamente operan ya no sólo desde el punto de vista bélico
para generar conflictos en dos regiones en que la potencia norteamericana
necesita tener permanente presencia y control, sino que ahora también juegan un
papel primordial en su meta de hacer estallar al sistema internacional.
Venezuela, es solo el nuevo escenario de este conflicto.
7. En
paralelo, se han puesto en marcha las acciones necesarias a fin de desmontar
las estructuras del sistema para, repitiendo lo ocurrido en 1945, crear otras
más proclives a los planes imperiales. Vale repetir (y disculpen que sea
redundante) como en un lapso muy corto de su historia reciente, “Estados Unidos
reservó algunos artículos del estatuto de la Corte Penal Internacional para que
esta no pudiera tomar decisiones sobre la actuación de las fuerzas armadas
fuera de sus fronteras; trasladó su embajada en Israel de Tel Aviv a Jerusalén
y eliminó el consulado en Palestina, violando resoluciones del Consejo de
Seguridad y de la Asamblea General de la ONU; abandonó el Acuerdo de París
sobre cambio climático; se retiró del
Consejo de Derechos Humanos de la ONU,
de la UNESCO y de las negociaciones para el Pacto Global sobre
migraciones; rompió el acuerdo con Irán sobre el uso de tecnología nuclear e
hizo lo mismo con el Tratado sobre Misiles de Alcance Medio y Corto que se
había firmado con Rusia”.
8. De la
misma manera, en el patio trasero ha comenzado a “ordenar” el establo acorde a
sus políticas. Pero, ahora utiliza un nuevo modus operandi. Ya no es como en
1889 cuando se convocó en Washington a la primera conferencia panamericana
orientada a construir un sistema de control que le permitiera ejercer su
hegemonía tras su consolidación como mayor economía del planeta y cuando se
preparaba a entrar en el escenario mundial después de un siglo de
aislacionismo. Por eso, vino después la invasión a Cuba y Puerto Rico en 1898,
la invención de Panamá -después de secesionarla de Colombia en 1903- con el
objetivo de construir un canal que le diera el control del estratégico del paso
interoceánico y, finalmente su introducción en la primera guerra mundial en
1917, cuando ya había sido derrocada la monarquía rusa y los bolcheviques se
encaminaban a tomar el poder.
9. Tampoco
ahora, como en 1948, crearon una organización con sede en Washington para
manejar sus neocolonias americanas desde la capital imperial, el año anterior
habían inventando un supuesto Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca
(TIAR) que estalló en 1982 cuando optó por su lealtad con la OTAN en el
conflicto de Malvinas. Así mismo, concibieron otras instancias como el Banco
Interamericano de Desarrollo a fin de asegurar la injerencia financiera en las
economías latinoamericanas.
10. Sin
embargo, todas estas instancias no pudieron, generar las condiciones necesarias
para asegurar un éxito rápido en una eventual intervención militar en
Venezuela. Por ello, dio indicaciones al corrupto gobierno de Perú para crear
una alianza de gobiernos de derecha que legitimara sus acciones en Venezuela.
Usemos la palabra de uno de sus leales escuderos y ex secretario general de la
OEA para desmontar tamaño engendro jurídico. Dijo José Miguel Insulza “que el
llamado Grupo de Lima es una reunión voluntaria de países que no tiene un
estatuto´ y por eso `no puede decidir sobre el uso de la fuerza´” en Venezuela.
Vale decir que esta opinión fue emitida tras cuestionar la presencia en la
frontera colombo-venezolana del presidente chileno Sebastián Piñera, para
apoyar el ingreso de supuesta ayuda humanitaria a Venezuela.
11. En el
plano militar, y ante la imposibilidad de apelar al TIAR, el gobierno cuasi
fascista de Estados Unidos instruyó a sus propias fuerzas armadas a través del
Comando Sur para preparar la invasión a Venezuela.
12. El Grupo
de Lima rompió una tradición en la que Estados Unidos participaba de forma
presencial en las organizaciones bajo su dominio. En este caso, no forma parte
del mismo, pero les da instrucciones por video conferencias (como se puedo
observar en una de sus últimas reuniones) mientras, envía a Canadá, su socio en
la OTAN a ejercer la función de espía a su servicio, aprovechando el amplio
expediente por corrupción que han ido configurando de las actuaciones del
primer ministro Trudeau. Con esto, además, evitan el riesgo que encara dejar el
mando de las operaciones a una serie de mandatarios corruptos, de dudosa
reputación, ansiosos de exponer lealtad al imperio, pero sin capacidad de
maniobrar dado el desprestigio interno que la mayoría de ellos tiene en sus
propios países y que en algunos casos hasta le dificulta dar órdenes a sus
fuerzas armadas.
13. Hay que
decir que a la última reunión del Grupo de Lima en Bogotá a finales de febrero,
solo asistieron 10 países de los 34 Estados independientes de la región, a
pesar de lo cual osan llamarse mayoría y “comunidad latinoamericana”.
14. Conocedores,
del rechazo que su política genera en los pueblos latinoamericanos y caribeños,
Estados Unidos ha dado órdenes de desmantelar el entramado integracionista
construido bajo el ideario bolivariano durante los primeros quince años de este
siglo, pero una vez más lo hacen desde lejos. Por eso han decidido sustituir
Unasur por una instancia denominada Prosur que se propone generar mecanismos de
apoyo a empresarios, facilitando y optimizando mediante instrumentos jurídicos
sus niveles de ganancia, sin que ello entrañe beneficios para los pueblos.
15. Con esto
le han dado un golpe contundente a Brasil -en especial a sus fuerzas armadas-
que fue el país más interesado en la creación y funcionamiento de Unasur.
Brasil limita con todos los países de América del Sur menos con dos y considera
la subregión como área de influencia directa. Lula había interpretado ese
interés nacional girando instrucciones precisas a su diplomacia y a sus fuerzas
armadas para jugar el papel más relevante en este espacio. Un capitán que de
estos temas no sabe nada cooperó con Estados Unidos para hacer que esto fuera
posible, por lo cual le dieron un silencioso golpe de Estado que lo apartó en
los hechos del poder.
16. Por
supuesto, Venezuela, al igual que Bolivia significa un dique de contención a
sus intenciones. Por eso los ataques tan brutales en su contra. También lo fue
hasta hace poco Ecuador, pero la minusvalía intelectual y la pequeñez humana de
su presidente condujo a ese país a seguir a Colombia, a abandonar Unasur, para
como se ha dicho públicamente “completar su traición” después de haberse ido a
arrodillar ya ni siquiera a los pies del imperio, sino a los de Iván Duque y
Sebastián Piñera.
17. Las
actuaciones de Ecuador y Venezuela son expresión de las opciones frente al
imperio: rendirse o resistir. La historia podrá en su justa dimensión a unos y
otros. Los siglos han pasado raudamente y se sigue recordando con respeto y
admiración a los defensores de Sagunto y Numancia, a los Niños Héroes de
Chapultepec, a los que resistieron en Leningrado y Stalingrado y a los
ciudadanos cubanos de los últimos 60 años. El mundo se pone de pie ante su
memoria, ante su entrega en salvaguarda de la vida para ellos y para otros y
ante su máxima entrega y sacrificio en defensa de lo mejor de los mejores
valores y los más altos principios de la humanidad.
18. Al revés,
cuando se menciona a Judas, Pinochet, Pétain, la Malinche y Bruto, se habla con
desprecio, con repugnancia y asco, más temprano que tarde, Lenin Moreno se
incorporará a esa lista despreciable donde está depositado el estercolero de la
raza humana.
sergioro07@hotmail.com
Muy instructivo
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