Por Gonzalo Grimaldi:
EE.UU. incrementa la provocación en Venezuela nombrando al
inefable Elliott Abrams como “Enviado especial”
Mike Pompeo, exdirector de la CIA y Secretario de Estado de
la Administración Trump desde abril, en lo que podríamos definir como una
operación del ‘deep state’ imperial (1) para tomar el control directo de la
Administración, tanto hacia el interior, pero especialmente hacia el exterior
de las fronteras estadounidenses. El Secretario de Estado nombró antes de ayer
a Elliott Abrams como “Enviado para Venezuela”.
Abrams tiene una densa trayectoria en varias
administraciones imperiales, en particular las de Ronald Reagan y George W.
Bush (hijo), y una de las claves de su vida está en la administración de George
H.W. Bush (padre). Este artículo está dedicado a analizar la vida de este
criminal de lesa humanidad, exconvicto por otros motivos y “diplomático”
imperial.
Primeros años
Tras ser Consejero Asistente en el Subcomité Permanente
sobre investigaciones del Congreso en 1975, trabajó en el equipo de campaña del
senador Henry “Scoop” Jackson, que fue senador por el estado de Washington
desde 1953 hasta 1983. “Scoop” fue un senador del Partido Demócrata estadounidense
de la línea dura anticomunista. Henry Jackson estuvo la friolera de cuarenta
años ocupando un asiento en el Senado de los Estados Unidos de América, para
que luego digan.
Escuadrones de la Muerte en El Salvador
Como se comprobó posteriormente, Elliott Abrams se movía
como un pez, o quizá más bien como un cocodrilo, en las pantanosas aguas del
Distrito de Columbia, lo que le llevó a convertirse en Asistente del Secretario
de Estado para Derechos Humanos y Asuntos Humanitarios, en la primera
administración de Ronald Reagan, puesto al que llegaría con el apoyo unánime
del Comité del Senado para Relaciones Exteriores el 17 de Noviembre de 1981, y
al que accedió tras el rechazo de Ernest W. Lefever por este mismo comité cinco
meses antes. Desde ahí, pasaría a ser Asistente Secretario para Asuntos
Interamericanos.
Desde esos puestos se encargó de organizar, financiar,
armar, entrenar y encubrir a los paramilitares Escuadrones de la Muerte que
masacraron a un mínimo de 35.000 salvadoreños, en apoyo a las tropas del
dictador Farabundo Martí, que a su vez también estaba siendo apoyado por el
Chile de Pinochet, la Argentina de Videla, el Estado nacional-sionista y tropas
taiwanesas. No deberíamos olvidar que algunos de los Escuadrones de la Muerte
siguen operando en la actualidad de El Salvador, como el conocido Sombra Negra.
La más grave de aquellas masacres fue la erradicó a 500 campesinos en El
Mozote, donde las tropas de Farabundo Martí rebanaron el cuello de niños y
violaron a jóvenes y niñas de hasta 10 años de edad.
Respecto a los artículos en los que la prensa hablaba sobre
los Escuadrones de la Muerte, Elliott Abrams tachó tales reportes como
“propaganda comunista”, e insistió en que “Lo que hizo la administración
estadounidense en El Salvador fue un logro fabuloso”. No está de más recordar
que estos grupos paramilitares están íntimamente relacionados al auge del
tráfico de cocaína en los 1980’s y de cocaína-crack en los 1990’s, que sepamos
seguro en California -por la investigación del reportero del San Jose Mercury
News, Gary Webb, que publicó en 1995 una serie de artículos titulados ‘Dark
Alliance’– y probablemente también en muchos otros puntos de la geografía
estadounidense.
Contras de Nicaragua
A los Escuadrones de la Muerte de El Salvador habría que
añadir también el apoyo, organización, financiación, entrega de armamento y
encubrimiento de las operaciones mencionadas y de las que llevaron a cabo las
Contras en Nicaragua. La CIA y la inteligencia de la Argentina de Videla,
buscando unificar el anti-sandinismo en aquellos años, persuadieron a la legión
15 de septiembre, a la UDN y otros varios grupos de extrema derecha que habían
luchado en el ejército del dictador Somoza y participado en su policía, creando
la unificada Fuerza Democrática Nicaragüense. Sus objetivos eran por encima de
todo, trabajadores y trabajadoras de clínicas. Secuestro, tortura y ejecución
de civiles, que incluyeron niños, violaciones de mujeres, ataques que no
discriminaban a civiles por su ideología ni credo, quema de personas vivas y de
viviendas pobres; en fin, lo que nos tienen acostumbrados hasta día de hoy,
especialmente en Venezuela y Colombia, y también en Nicaragua desde el golpe
blando que recibiera el gobierno electo y legítimo de Daniel Ortega. Las bajas
de aquel periodo apuntan a un total de unos 70.000 civiles.
Escándalo Irán-Contra -y Sultán de Brunei-, declaración de
culpabilidad, condena mínima y amnistía de George H. W. Bush (padre)
Se estima que entre 1982 -año de la Enmienda Boland, que
prohibió financiar a las Contras- y 1990, los Estados Unidos gastaron más de
300 millones de dólares en el apoyo a estos grupos paramilitares terroristas de
extrema derecha. Con lo cual desde los primeros 1980’s la CIA buscó otra serie
de fuentes de financiación para las Contras, como la venta ilegal -según la
legislación estadounidense- de armas en Irán para promover la guerra entre
ambos países, en la cual la posición oficial de los Estados Unidos fue apoyar a
Irak, país que como sabemos posteriormente invadiría en 2003, con la
implicación del propio Elliott Abrams.
Abrams se reunió en secreto en agosto de 1986 con el
Ministro de Defensa de Brunei, el General Ibnu, a quien pidió 10 millones de
dólares más, que acabaron en una cuenta en Suiza. El actual ‘Enviado especial
para Venezuela’ del Departamento de Estado se declaró culpable en la posterior
investigación, multado con 50 dólares (el billete con la carita del presidente
Ulysses S. Grant), dos años de libertad condicional y 100 horas de servicio
comunitario por el escándalo Irán-Contra, y aun así George H. W. Bush (padre)
lo amnistió de esta mísera factura. Por crímenes de lesa humanidad nunca se le
ha juzgado, fue condenado por la financiación ilegal a las Contras con dinero
de los contribuyentes estadounidenses a través de la CIA después de la Enmienda
Boland, el lavado de dinero en la venta ilegal de armas en Oriente Próximo, y
el asunto del Sultán de Brunei.
Etapa George W. Bush (hijo)
Como no podía ser de otra manera, Elliot Abrams volvió a la
política en el año 2001 y de la mano del presidente hijo del presidente que lo
amnistió. ¡En la tierra de las oportunidades yanquis todo es posible! Como
director del Consejo de Seguridad Nacional de George W. Bush, estuvo
involucrado en el intento de golpe de estado de 2002 en Venezuela al primer gobierno
de Hugo Chávez Frías, en el cual la patronal (Fedecámaras) organizó un lockout,
o paro patronal, con el apoyo de huelga del único sindicato mayoritario en
aquella época, la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV), cuyos
miembros están completamente cooptados por los partidos de la derecha. Aquel
año y el siguiente, en el que se dio el paro petrolero, CTV recibió grandes
donaciones de la National Endowment for Democracy (NED), una organización
fundada en 1983 a iniciativa del Congreso estadounidense para financiar
proyectos liberales en todo el mundo libre, proyectos de los que las
administraciones estadounidenses tienen libre control. El motivo del paro
patronal fue la designación de los puestos directivos de la compañía nacional
de petróleo venezolano, PDVSA, por el gobierno de Chávez.
Dos días después, en Caracas, los sectores reaccionarios
anteriormente mencionados, marcharon por Parque del Este y PDVSA Chuao, tras lo
que fueron desviados de esta ruta por líderes opositores hacia el Palacio de
Miraflores, sede del Gobierno de Venezuela. Alrededor del mismo se habían
reunido Círculos Bolivarianos del Movimiento V República y otros simpatizantes
de Hugo Chávez. Cuando ambas manifestaciones se encontraron, hubo
enfrentamientos. En la madrugada del día siguiente, el entonces Alto Mando
Militar de la IV República secuestró a Hugo Chávez Frías, que se mantuvo
colaborativo y al mismo tiempo los trató con diligencia, sin acobardarse y
dejando claro que él seguía siendo el presidente de la República.
Los medios de comunicación privados tuvieron una gran
responsabilidad, al mostrar un comunicado del alto mando en el que se dijo que
ante la situación de inestabilidad, habían pedido a Chávez que renunciara a su
cargo y que este aceptó, algo que nunca pudieron demostrar, ya que las palabras
del General Lucas Rincón Romero no fueron respaldadas por prueba alguna. El
relato de la oposición y de las televisiones privadas es que no hubo un golpe
de estado, sino un vacío de poder, y que, ante este vacío, el presidente de
Fedecámaras, Pedro Carmona Estanga, se auto juramentó como presidente de
Venezuela ¿les suena de algo? Tras esto, disolvió los órganos legislativos y el
Tribunal Supremo de Justicia, revocó al Fiscal General, al Contralor General y
a los gobernadores y los alcaldes electos en el gobierno de Chávez, las
misiones diplomáticas, y eliminó las 49 leyes habilitantes, incluyendo el
cambio de la Constitución, que restauró el nombre de República de Venezuela,
quitándole la condición de Bolivariana, que remite al legado de independencia y
soberanía de Simón Bolívar.
Tras esto, el pueblo salió a la calle masivamente en todo el
país y hubo disturbios. Durante las protestas, el pueblo chavista organizado
rodeó las compañías televisiones privadas y Venezolana de Televisión, retomando
en canal del Estado, donde el entonces vicepresidente Diosdado Cabello,
juramentado como presidente interino hasta que Hugo Chávez retomara el poder
del que ilegítimamente había sido desposeído. En la madrugada del 13 de abril,
Chávez fue trasladado del Fuerte Tiuna a la base naval de Turiamo, donde
escribió una nota que indicaba no había renunciado “al poder legítimo que el
pueblo me dio”. Aquel día aún se mantenían reunidos gran número de sus
simpatizantes frente al Palacio de Miraflores y la Brigada de Paracaidistas de
la ciudad de Maracay. El general Raúl Isaías Badul se opuso al ‘carmonazo’ y
empezó a buscar activamente el modo de restaurar a Chávez en el poder.
El 14 de abril de 2002 Chávez fue liberado de la prisión
militar en la Isla La Orchila y le fue devuelto el mando del Gobierno de
Venezuela.
Ese mismo año, Elliot Abrams también se dedicó, junto a
otros miembros de la Administración W. Bush, a ser uno de los arquitectos
comunicacionales de la invasión y Guerra de Iraq, que comenzaría en marzo de
2003 y que se fraguó para que la opinión pública mundial asumiera como
inevitable esta demoledora agresión imperialista, de la que aún hoy día el país
del Creciente Fértil aún se está recuperando, en una desestabilización permanente
que incluyó una serie de operaciones de las que fuerzas especiales del ejército
estadounidenses en las que liberaron a muchos presos que pasaron a engrosar las
filas del DAESH, creando una enorme convulsión en la propia Iraq, en Siria, en
Yemen y en Libia, que se encuentra actualmente en una situación devastada, con
tráfico ilegal de armas y de esclavos. La fotografía de Aznar, Bush, Blair y
Barroso en las Azores y el invento de las armas de destrucción masiva fue uno
de sus grandes logros. Durante la Administración W. Bush, otra de las
operaciones en las que estuvo directamente implicado fue la instigación de la
guerra entre Fatah y Hamas, en los Territorios Ocupados de Palestina.
Administración Trump
En febrero de 2017, el entonces Secretario de Estado, Rex
Tillerson -que llegó de ser CEO en ExxonMobil y en los 1990’s dirigió Exxon
Yemen– y el yerno y consejero de Donald Trump, Jared Kushner, quisieron traer
de vuelta al Departamento de Estado como Secretario Delegado, pero Trump, según
contaron los medios, vetó la propuesta tras leer lo que había escrito sobre él
durante la campaña presidencial de 2016, como parte de la contra campaña
conservadora NeverTrump.
Además del nombramiento por Mike Pompeo, este viernes 25 de
enero de 2019, el Secretario del Departamento del Tesoro anuncio que no podría
congelar todos los activos del Gobierno de la República Bolivariana de
Venezuela, por lo cual aseguró que “las transacciones comerciales realizadas
por el Gobierno venezolano, incluyendo todas las empresas públicas y las
reservas internacionales, son consistentes” con el reconocimiento por
Washington de Juan Guaidó como Presidente de Venezuela -contengan las risas en
la medida de lo posible-.
Entre el reconocimiento de Guaidó, el anuncio del Tesoro y
el nombramiento de Abrams, parece que el presidente Donald Trump ha abandonado
por completo su promesa de campaña de oponerse a cambios de regímenes e
intervenciones de otras naciones, abrazando en su lugar la línea
neoconservadora promovida por su entonces rival, el Senador republicano por
Miami, Marcos Rubio, insigne miembro de la gusanera de Miami.
Nota:
(1) El ‘Deep State’ es la versión estadounidense de alcance
planetario de lo que en la pata del imperialismo Noratlántico conocida como
‘Reino de España’ se le dice ‘Cloacas del Estado’. Por ejemplo, la CIA, el FBI,
la NSA y el Pentágono son parte del ‘Deep State’.
También hay herramientas de este imperialismo que defiende
de forma acérrima los intereses de los mayores oligarcas del planeta, que son
los que lo promueven, igual que promueven al FMI o el WBG (Ambas con sede en
Washington DC), que aun siendo externas, ya sea en forma de bandas terroristas
como la Red Gladio, el DAESH, al-Qaeda, las diferentes Contras nicaragüenses,
el MEK (también conocido como PMOI o MKO, financiados por los mismos que
financiaron a VOX en las Europeas de 2014).
Los múltiples Escuadrones de la Muerte de la República de El
Salvador, los grupos terroristas de extrema derecha española que pulularon en
el tardofranquismo y la mal llamada transición, pues algunos actuaron también
durante la década de los 1990, como Alianza Apostólica Anticomunista,
Guerrilleros de Cristo Rey, Frente de la Juventud (la escisión de Fuerza Nueva,
el partido de Blas Piñar), el GAL, o en forma de “Empresas Militares Privadas”
como Academi (antigua Black Water), Stratfor (la mayor empresa privada de
inteligencia del mundo), Rivada Networks LLC (que financió a Ciudadanos-Partido
de la Ciudadanía [C’s] en las Elecciones Europeas de 2009), Hallmark Security
Solutions S.L. (que tiene sede en Valencia, factura entre 500.000 y 1.000.000
de euros anuales, forma parte de un grupo mayor con sede en Londres y la
subcontratan las Fuerzas Armadas del Reino de España).
No me gustaría dejar pasar esta oportunidad para incluir
este documento del Real Instituto Elcano, un think-tank borbónico en el que se
analiza la aprobación por parte del Parlamento Europeo, a instancia de la
Comisión Europea, de un informe de otoño de 2017 que es un primer paso para la
regulación de este sector privado, que más allá de la criminalidad del propio
sistema capitalista, está pensado para ser literalmente criminal, al igual que
la industria armamentística, y que según la patronal europea, consta de 45.000
empresas que trabajan para las diferentes Fuerzas Armadas de la aún Unión
Europea de los 28 -se habla ya de la UE de los 27 por el Brexit-, o que
subcontrate el posible futuro Ejército Europeo que ya van proponiendo Angela
Merkel y Emanuel Macron, del que se ha hablado esta semana en el Foro Económico
Mundial celebrado en Davos (Suiza), aunque los únicos tres países miembros del
G7 cuyo Presidente del Ejecutivo, Canciller o cargo similar que han podido
acudir plenamente han sido Paolo Conte por Italia, Shinzo Abe por Japón y
Angela Merkel por Alemania, ya que los otros cuatro, Macron por la crisis de
los ‘Chalecos Amarillos’, que pudo asistir unas horas, Trump por el cierre del
Gobierno Federal estadounidense, Theresa May por sus problemas en sacar
adelante el Brexit acordado con la UE en el Parlamento Británico, y que en
lugar de ella, ha asistido el Príncipe William y por último Justin Trudeau, que
no se sabe bien si no ha podido acudir por una polémica en Canadá sobre el
precio del ticket de entrada (poca broma, 622.000 dólares para cada miembro que
acuda siendo ‘Strategic Partner’), aunque resulte poco consistente como excusa,
o tal vez haya sido por la crisis con la representante canadiense de la mayor
cooperativa del mundo –Huawei-, Meng Wuanzhou, que estuvo detenida hace unos
días en Canadá en el contexto de las persecuciones y sanciones hacia China que
Trump viene impulsando, igual que la periodista estadounidense-iraní de Press
TV, . En cualquier caso, tienen elecciones en unos meses.
Siguiendo con el tema sobre el que hablábamos, las “Empresas
Militares Privadas”, como en cualquier sector desregularizado, pongamos el
alquiler de vientres o la trata de personas como ejemplos, sabemos que hablar
sobre regulación abre el camino para la legalización de estas compañías, que
aún tienen vacíos legales en la Unión Europea. A diferencia de las anteriores,
no ha existido ningún debate público al respecto más allá del Parlamento
Europeo, lo que da bastante que pensar sobre los medios de comunicación tanto
privados como públicos afincados en el Reino de España, así como de los
partidos institucionalizados que pretenden representar los intereses de una
clase obrera algo desorientada y que tanto en Social & Democrats como en el
grupo GUE-NGL dicen representar, que como europeístas que son, no han
comunicado a la opinión pública sobre este grave asunto, ya sea a través de los
medios de comunicación o canales internos.
Ya saben un verdadero genocida .
ResponderEliminar