sábado, 15 de diciembre de 2018

Los desafíos que asechan el sexenio de Andrés Manuel López Obrador


Por Jorge Hernández:
La función de gobernar que es lo mismo que Administrar o dirigir un país mediante la promulgación y aplicación de normas y haciendo que se cumplan, no es tarea fácil, exige esfuerzo, cuesta mucho trabajo, en el plano físico e intelectual. Cuando un pueblo le transfiere el poder de gobernar a un ciudadano, en realidad lo que espera es que este ciudadano cumpla las expectativas, no solo de lo que él propuso para que lo apoyaran, sino las que tiene el pueblo en su conjunto, que no son más que hacer un gobierno que dignifique a toda aquella franja de la sociedad que por centurias ha estado invisibilizada por otros gobernantes que recibieron ese favor del pueblo y luego, una vez obtenido, lo han usado para favorecer a la clase más rica de esa nación.


A Andrés Manuel López Obrador, el pueblo mexicano, en una mayoría aplastante, le ha dado la autorización de gobernar y el mismo Andrés Manuel le transmitió un mensaje a ese pueblo de que administrará el Estado con transparencia, con atención prístina hacia los pobres y no bien se anunció oficialmente el triunfo de AMLO, comenzó a tomar medidas que van impactando y diferenciando su estilo frente a los gobiernos corruptos que han dominado a México por casi 100 años.

Estas medidas que en forma metódica y segura que está tomando el presidente electo, a la vez que generan respaldo a nivel del pueblo llano, encuentran obstáculos de sectores conservadores, principalmente de los expresidentes, representantes de toda una clase adinerada criolla y extranjera, que han volcado toda su furia en contra de Andrés Manuel y el equipo que lo acompaña.

¿Pero, por qué han desatado un alud de ataques de estos señores y otros sectores de poder? No hay acción sin reacción, una ley física de vieja data, y a la acción de favorecer al pueblo mexicano en su conjunto, los neoliberales más atrasados de ese hermoso país, pero los más poderosos, reaccionan con virulencia ya que, para favorecer a una población cuya pobreza alcanza casi el 54%, lo mismo que una pobreza extrema bochornosa, es necesario tocar intereses que estos señores, sin importar la forma que lo obtuvieron, van a defender usando todo el poder económico, político y social que han acumulado por años de ‘sacrificios’ en la detentación del poder, ya de forma directa o por otros medios no muy claros.

Ahora bien, los estudiosos saben que a través de la historia se conocen, gracias al aporte en las Ciencias Sociales, de Carl Marx, que la conformación de clases sociales, generan los antagonismos de una clase sobre la otra. Al principio del comienzo de lo que se llama MODO DE PRODUCCION de una época específica, la clase dominante, que siempre resulta ser la minoría, impone sus leyes, cultura, aparato de dominación, como son los ejércitos, la justicia, la religión y otros medios, que les permitan mantenerse en el poder con medidas coercitivas, que ‘legalmente’ aducen para mantener a raya a todo un pueblo. Todo ese conjunto de instrumentos para gobernar es lo que se llama la SUPER ESTRUCTURA, misma que se va cohesionando cada día en favor de esa minoría y empieza su decadencia cuando los explotados van adquiriendo conciencia de quienes son y cuál es su papel en la sociedad.

Eso que estoy explicando ha sido así, con distintos matices de acuerdo con la época, sea esta en las dinastías egipcias, la democracia griega, el esclavismo romano, los señores feudales y los siervos de la gleba del feudalismo y, actualmente, en el capitalismo, los obreros y las burguesías. Pero resulta que, en la medida que transcurre el tiempo y la explotación de una clase sobre la otra; repito, la minoritaria sobre la mayoritaria; éstas últimas, por procesos sociológicos de masas que no vamos a explicar aquí, van adquiriendo conciencia de la importancia de su papel en esa determinada sociedad y en la medida que esa conciencia va madurando, los pueblos arrecian sus luchas en contra del estatus quo establecido y llega el momento de rompimiento de esa SUPER ESTRUCTURA. ¿Cómo sucede todo eso? Ello es tema de otro artículo.

Lo que me interesa decirles a los mexicanos, a escasos tres días de ponerle la banda presidencial a López Obrador, es que, por las razones más arriba explicadas, se suscitará una lucha de clase, que en los primeros tiempos será de bajo nivel, pero que irá en aumento en la medida en que AMLO vaya tomando decisiones favorables a los sin voz, excluidos por el sistema capitalista, marginados y abandonados a su suerte. Cada vez serán mayores las trabas de componentes internos y externos, de suerte que AMLO no lleve a cabo su programa progresista a favor de las grandes mayorías.

De ese proceso, siempre que las fuerzas más conscientes con Andrés Manuel a la cabeza, avanzará su mentalidad, de verse como personas para servirles a un patrón, a personas con ideas claras de su rol en la sociedad; definirán su futuro apoyando cada vez más la obra de gobierno que el Pez ejecute y ese solo hecho, con una dirección firme, consciente, del Movimiento de Regeneración Nacional, los llevará por el sendero de lo que Andrés Manuel está planteando, la democracia participativa, a lo que le agrego, lo de protagónica e inclusiva.

Es, en fin, la organización del pueblo trabajador, del campo y de la ciudad, lo que va a garantizar que el país, como un todo, progrese y ese progreso se vea reflejado en la educación, la salud, el trabajo productivo, la alimentación de los obreros, los campesinos, los originarios, las mujeres, los jóvenes, los envejecientes, los explotados y ante tanta opresión y explotación, por años sufrida por los más vulnerables de la sociedad mexicana serán sujetos decisorios en el futuro de los Estados Unidos de México.

No soy un oráculo, quiero que el sexenio que inicia Obrador el 1 de diciembre, sea ejemplo y modelo en la historia de México. Deseo que, por lo menos, las condiciones de los más necesitados mejoren y aspiro a que el pueblo llano y de a pie adquiera la suficiente conciencia para que malandros de la talla de los que gobernaron, no vuelvan a destruir la esperanza de todo un pueblo trabajador y sano; pero es mi deber decir lo que puede sobrevenir y es el choque con los intereses de los que se creen dueños de México contra un presidente electo por más de 30 millones de paisanos. Esa esperanza en un porvenir de buenas nuevas, tiene que mantener su llama activa hasta lograr que todos los hijos de esa Patria alcancen la inclusión total y entonces hablaremos del México lindo, lleno de ilusiones y con un porvenir por delante cierto, el México, en fin, del originario Cuahtémoc, de Hidalgo, de Zapata, Morelo y por qué no, de Andrés Manuel López Obrador. 

jorgehernandez4508@gmail.com

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