Por Iván Oliver Rugeles:
"América para los Americanos", no fue una
intrascendente travesura politiquera verbal de quienes crearon la Unión
Americana, buscando adeptos para sus aspiraciones presidenciales y, en primer
término, mayores respaldos para la nueva Nación que construían, como lo fueron,
entre otros, Thomas Jefferson y James Monroe, tenidos hoy por la burguesía
explotadora mundial como los prohombres de la libertad y la democracia…
Esa frase fue un anuncio planeado de lo que sería el
proyecto expansionista futuro de la Nueva Unión de las 13 colonias inglesas, el
cual tenía como primer objetivo, enviar
un claro y contundente mensaje a los ya hoy y desde hace bastante rato
enterrados “imperios” europeos, convertidos todos, al parecer sin excluir a ninguno,
en siervos de Washington, a los que la nueva Nación Americana jamás les
permitirá presiones o intentos por la restauración de los que fueron sus
dominios territoriales en estas tierras del Nuevo Continente, bajo ninguna
excusa y/o modalidad, e igualmente, asegurarles que impedirá, como sucedió
muchos años después, la independencia de Cuba y de Puerto Rico y la
recolonización de ambas, las que, como sabemos, terminaron, la última,
convertida en su primera colonia en el Continente, hoy, Estado Asociado y la
otra, la isla mayor del Caribe, en un claro protectorado, bajo lo que se llamó
la Enmienda Platt (1899)*.
Para mantener allí, a buen resguardo, sus grandes intereses
azucareros y, obviamente, para domeñarla, y evitar que se le convirtiera en un
problema para el resto de sus relaciones con los demás países del hemisferio
bajo la modalidad que fuese y para "asegurarle" su "plena
independencia" de cualquier pretensión hispano europea, enmienda esa que
"fenece" en 1934, pero que deja allí en la isla su impronta con la
Base de Guantánamo, una mancha en nuestra Patria Grande bajo un contrato
leonino de arrendamiento que no tiene fecha de vencimiento y que es, al
parecer, para toda la eternidad… Pero, por otra parte, dejar muy en claro que
su decisión “proclamada y decretada” de “América para los americanos",
jamás va permitir que país alguno del viejo continente y de más allá, pudiera
interferirles, de alguna forma, sus planes futuros de ponerle la mano a la
América toda…
Debemos recordar que Tomás Jefferson (1801-1809) fue,
quizás, el primero y más importante propulsor de la idea independentista de las
Trece Colonias de La Pérfida Albión (**), así como también el de mayor peso en
la elaboración y aprobación de la constitución americana (1787); es el tercero
que ocupa la presidencia del nuevo país y quien dijo en sus intervenciones
durante las discusiones del referido proyecto de constitución: "Nuestra
Confederación debe ser considerada como el modelo del cual saldrán los
pobladores del norte y del sur de las Américas", pues Jefferson fue uno de
los más entusiastas propulsores de la tesis de que los Estados Unidos debía
absorber las colonias españolas "pedazo a pedazo" (***).
Le sigue en el cargo James Madison (1809-1817), igualmente
otro gran impulsador del proyecto de la Constitución y, por supuesto, de
extender las fronteras gringas hacia el sur, quien es sustituido luego por
James Monroe (1817-1825), quien es el que, -finalmente- casi al término de su
presidencia, en diciembre de 1823, hace pública la doctrina de “América para
los americanos” en su mensaje anual al Congreso y es por ello que se le conoce
por su nombre, la Doctrina Monroe y con la misma se sintetizaba así que la
nueva nación reafirmaba su absoluto y total rechazo a la posible pretensión
europea sobre el suelo americano e igualmente, vale recordarlo, que su puesta
en vigencia determinó que la delegación de Washington que asistió al Primer
Congreso Panamericano convocado por el Libertador Simón Bolívar en junio de
1826, en la zona colombiana del istmo de Panamá, se retirara del mismo, pues le
quedó muy claro a sus integrantes, al poco de iniciarse las deliberaciones, que
se planteaba la posibilidad muy real de que se concretaría allí la integración
hispanoamericana, lo cual trastocaría los planes expansionistas y la política
aislacionista estadounidense…
Algunos pocos años después, el sucesor de Lincoln, Jackson
Andrew (1.829/37) fue enfático al señalarle al Encargado de Negocios de México,
Señor Torren, que "El método de obtener un territorio es ocupándolo y
después de tener posesión entrar en tratados..." y fue, precisamente
durante su gobierno, cuando Estados Unidos le declara la guerra a México y
termina despojándolo de más de 2 millones de kilómetros de su territorio.
Y hay más, setenta años más tarde, el presidente Guillermo
Howard Taft (1.909/13), quien sucedió en la presidencia a Theodore Roosevelt,
personaje de ingrata recordación por su política agresiva contra la América
toda y a la cual se le bautizó como la "política del gran garrote"
(Big stick), sostuvo como (su) política de expansionismo para el control y
dominio del Continente, que "Los límites de Estados Unidos se extenderán
virtualmente hasta la Tierra del Fuego".
Como vemos, la política de “América para los americanos” no
había quedado en apenas una pretensión de este naciente imperio: A México le
robó la mitad de su territorio original, hizo de Puerto Rico una colonia, de
Cuba un Protectorado, imponiéndole una suerte de control sobre su destino por
varios años, hasta que éste país, finalmente, logra su liberación con el
triunfo de los barbudos de la Sierra Maestra, en enero de 1959, bajo el mando
de Fidel Castro. A la mayoría del resto de los países de nuestra América Latina
y Caribeña y en la medida en que sus intereses lo exigían, les fue imponiendo
por la fuerza, base de la mentira y por
la manipulación de la realidad, gobiernos dóciles a sus mandatos que instalaron
todos durante el siglo XX atroces dictaduras que, en conjunto, dejaron un saldo
de asesinados y desparecidos que superan con creces las 650 mil personas. Sólo
en Centro América esa cifra no baja de los 350 mil…
Vale observar como hecho revelador de la catadura inmoral y
criminal del imperio yanqui, que a ninguno de esos dictadores, quienes, como ya
lo hemos señalado, cada uno de ellos
instaló a su modo y manera regímenes perversos, violadores sistemáticos de los
derechos humanos en términos atroces, jamás los recriminó, nunca se le escuchó
su voz de protesta por su crímenes y, por supuesto, menos aún se le ocurrió aplicarles
a sus respectivos regímenes sanciones y bloqueos por ello, pero si les dio a
todos el mayor apoyo para que consolidaran cada día más su poder, en tanto no
optaran por desobedecer sus directrices y mandatos… Por el contrario, a muchos
los condecoró, como ocurrió con Pérez Jiménez, a quien le otorgó el 13 de
febrero de 1954, la condecoración “Legion of Merit”, la más alta reservada por
ese país a personalidades militares extranjeras de "países aliados" y
a todos les abrió las posibilidades del financiamiento del crédito
internacional y mantuvo siempre muy dispuestos para ellos los mecanismos de la
cooperación en nombre de una libertad que siempre ha pretendido imponerla sobre
la base de la amenaza y la fuerza, a los solos fines de saciar su voracidad por
las riquezas de nuestros países que, como ya no es posible ocultarlo, son
incalculables…
Notas:
(*) Texto Completo de la Enmienda Platt - Contacto Magazine
(https://www.contactomagazine.com/articulos/enmiendaplatt-textocompleto.htm#.W9z-ZZNKiUk),
impuesta al pueblo de Cuba luego de la derrota del imperio español en 1898…
(**) «La pérfida Albión» es una expresión utilizada para
referirse al Reino Unido en términos anglófogos u hostiles. Fue acuñada por el
poeta y diplomático francés de origen aragonés Augustin Louis Marie de Ximénez
(1726/1817) en su poema L'ére des Français (publicado en 1793), en el que
animaba a atacar a «la pérfida Albión en sus propias aguas (Wikipedia).
(***) "Bosquejo de la Historia Política de las
Américas", de William Z. Foster, Ediciones del Perro y la Rana, página 67.
rioliverr@gmail.com
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