Por Rolando Prudencio Briancon:
Los intentos son varios y el objetivo es el mismo. Ya no
debería sólo extrañarnos que la vida del presidente Maduro esté asediada por la
sombra del magnicidio, pues los intentos son harto conocidos, como también el
objetivo sigue siendo el mismo; sino lo que lo sí debe preocuparnos es la
pasividad de quienes estando comprometidos en esta alevosía no aclaren nada,
como es el caso del gobierno de EE.UU. O el gobierno chileno que se ha visto
envuelto en el magnicidio en grado de frustración del pasado 4 de agosto,
cuando desde la embajada chilena en Caracas se planificó la fuga de Heryberth
Rivas Vivas, alias “El Morfeo”, responsable de intento fallido.
Cabe hacer notar que los intentos magnicidas, también
estuvieron precedidos por las intentonas de promover un Golpe de Estado contra
Nicolás Maduro, que fue soliviantado a los militares por Mike Pence. No en vano
Trump ha afirmado que: “Todas las opciones están en la mesa”. No hace falta
entonces ser muy avispado para entender lo que denunció el presidente Maduro,
que desde la Casa Blanca se ha dado la orden a las oligarquías bogotanas para
su asesinato. Si esa es la razón por la que el ultraderechista de Uribe ha
pedido a la comunidad internacional promover una “intervención doméstica”, que
no es sino un eufemismo, para la estocada final que elaboran los
estadounidenses.
Esa es la explicación también del: porqué el gobierno de
Duque estuvo comprometido en el intento de fuga, también frustrado de “El
Morfeo”, quien confesó su participación en el ataque con el dron el pasado 4 de
agosto, involucrando como señalaba anteriormente a diplomáticos chilenos, en la
segunda parte del operativo que ya era el plan de fuga de los autores hacia
Colombia.
Claro que Maduro es un hueso duro de roer, y tiene además a
un pueblo movilizado que está dispuesto a defender el legado de Chávez y de
Bolívar, como lo ha estado victoriosamente haciendo hasta ahora, estando él a
la cabeza de la defensa de la revolución bolivariana; pero también en la
construcción del Socialismo que es la tarea trascendental, y que está más allá
de las personas.
Estamos en tiempos de la apología para el retronó del
neofascismo -una vez que el neoliberalismo está en entredicho- en el continente
y el mundo, y que no es sino el preámbulo de que se vienen tiempos mucho más violentos aún, pero como
dice ese refrán: “A más fuego se funde el mejor acero”.
prudenprusiano@gmail.com
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