Por Juan Martorano:
Para activar la
intervención militar contra Venezuela
Los acontecimientos de los últimos días han adquirido un
inusitado dinamismo. Dentro de la evaluación situacional que se pretende hacer,
aportaremos algunos elementos, a fin de realizar prognosis sobre los posibles
escenarios en contra de la República Bolivariana de Venezuela, por el que
debemos estar alertas.
Quiero agradecer, antes de continuar, los innumerables
correos y mensajes de felicitación y a aquellos y aquellas que han comprendido
en su justa medida, las intenciones de mis más recientes artículos, que aunque
escritos en tono fuerte, buscan combatir algunos elementos
contrarrevolucionarios enquistados dentro de la propia estructura gubernamental.
No he planteado que Nicolás Maduro ni su gobierno sean contrarrevolucionarios,
pero si puedo señalar sin aspavientos, que dentro del gobierno socialista que
dirige Maduro hay elementos reformistas y contrarrevolucionarios, pero de eso
nos referiremos en futuros artículos, oportunamente.
Pero ante la contradicción principal entre el imperialismo y
la Patria, pues es necesario dedicar líneas y formular advertencias sobre los
posibles escenarios, como ya indiqué, y congelar de momento, las contradicciones
secundarias.
Un primer elemento a señalar en la evaluación tiene que ver
con el incremento de las cotizaciones ilegales de la divisa estadounidense, el
dólar. Qué casualidad que luego de un incremento, rompiendo los cánones de la
propia ortodoxia neoliberal, esta divisa se incremente en más de un 50% en
menos de cuatro días, a la par de los señalamientos del FMI, donde afirma que
la inflación de Venezuela en el año 2019 llegaría a más de 10.000.000%.
Indudablemente, que, ante una escalada de las agresiones
económicas de este tipo, el gobierno debe defenderse, y es en ese sentido que
observamos el reciente anuncio del ministro del Poder Popular de Industrias y
Vicepresidente Sectorial de Economía, Tareck El Aissami, al informar ante la
opinión pública nacional e internacional, que las transacciones cambiarias se
realizarán en euros, yuanes y cualquier otra moneda convertible, excluyendo el
dólar. Sin duda una medida audaz, que habrá que evaluar sus implicaciones e
impactos en el transcurrir de los próximos días.
Asimismo, cabe destacar la escalada que nos hemos permitido
denunciar en el sistema de transporte. Particularmente este servidor quien esto
escribe, ha denunciado el que ocurre en los terminales Big Low Center que sirve
a la ciudad de Valencia en el estado Carabobo, y La Bandera en Caracas. A ello
habría que agregarle que el transporte interurbano de Carabobo, desde hace rato
los transportistas vienen incumpliendo la tarifa provisional acordada entre el
Ejecutivo Nacional y los gremios del volante, al estar cobrando ya entre 3 y 5
bolívares soberanos. Entiendo que la información de otros estados es similar, o
aún peor que esta que estamos denunciando.
Tal situación podría ser parte de la respuesta de estos
sectores del transporte, ante el reciente anuncio del Primer Mandatario
Nacional, Nicolás Maduro, de que a partir de esta semana se comience a
implementar la política de subsidios a la gasolina venezolana. Dicha medida ha
sido postergada en varias oportunidades, presumimos producto de sabotajes y
boicot de algunos sectores interesados en que estas medidas no se lleven a
cabo, a fin de continuar desangrando nuestro país a través del contrabando de
extracción de nuestros combustibles.
También debemos destacar las recientes interrupciones no
programadas del servicio eléctrico que afecto a once estados de la geografía
nacional. Y concatenado con ello, esta acción interrumpió la prestación del
servicio del Metro en la estación Plaza Venezuela de la ciudad de Caracas (aun
cuando la capital de la República no resultó afectada por el apagón) y el
servicio de ferrocarril que sirve a Los Valles del Tuy, en el estado Miranda.
En esta última situación se tradujo en interminables y kilométricas colas,
desbordando y colapsando el referido servicio.
Bueno es de señalar que dicha acción en contra del servicio
eléctrico se debió a una explosión registrada en la estación eléctrica de La
Arenosa, en el estado Carabobo (Importante es de destacar que en el sector de
Naguanagua donde me encuentro, se fue durante dos días consecutivos la luz).
Las investigaciones determinarán las verdaderas causas de lo allí ocurrido,
pero seguramente podríamos estar ante la presencia de una acción de sabotaje al
sistema eléctrico nacional.
Igualmente, hay que tomar nota y no perder de vista a la
ocurrencia de un nuevo hecho de violencia en la ciudad de Tumeremo, municipio
Sifontes del estado Bolívar, el cual se habría traducido en la muerte de 16
personas fallecidas y 6 personas heridas. Paralelo a ello, también en el sur
del estado Bolívar, entre este municipio y el municipio Gran Sabana (por cierto
fronterizos con países como Guyana y Brasil, cuyos gobiernos hoy en día son
hostiles al nuestro) se registran protestas traducidas en el cierre de vías de
la troncal 10 por parte de algunos grupos de la etnia pemón. Pero este tema es
un capítulo aparte, y ameritaría otro artículo para explicar con mayor detalle
lo que allí ocurre.
Estas son, dentro de mi análisis situacional, las
situaciones más relevantes, sin obviar otras que comentaríamos en otros
artículos.
Ahora, para poder entender la ocurrencia de estos eventos y
otros que por razones de tiempo y espacio no pude detallar en la presente nota,
cabe destacar, por lo menos tres declaraciones de tres actores que a
continuación voy a describir, más una información que escuche de una ciudadana,
presumo que de nacionalidad colombiana, expresó mientras estuve en la cola del
terminal del Big Low Center, y que me parece sumamente grave.
La primera, tiene que ver con las propias declaraciones del
Presidente Nicolás Maduro, en el marco de la clausura del Congreso
Constituyente de la Central Bolivariana Socialista de Trabajadores y
Trabajadoras de la Pesca, la Ciudad y el Campo (CBST), la semana pasada, donde
señaló que en el supuesto de que fuese derrocado, la clase trabajadora debería
declararse en huelga general, y aliarse con los sectores militares patriotas,
para restablecer el Gobierno y la Revolución Bolivariana.
Pero, en vísperas de esas declaraciones, el inefable ex
embajador de Estados Unidos en Colombia y Venezuela, William Brownfield, uno de
los principales enemigos que tuvimos aquí, y que participó y participa en
cuanto plan haya para derrocar nuestro Gobierno y propiciar una intervención
militar a nuestro país para venir a saquear nuestras riquezas; no conforme con
tildar de “Narco Estado” a Venezuela, señaló recientemente que, a su juicio, la
mejor solución sería acelerar el colapso del país.
A la par de ello, Miguel Henrique Otero, editor del diario
El Nacional, señaló que esperaba que antes del mes de diciembre, poder titular:
“Venezuela amanece de nuevo en democracia”. Cualquier parecido con lo realizado
por este señor durante los días del sangriento Golpe de Estado del 11 de abril
de 2002 no es mera coincidencia.
Y la señora colombiana que se encontraba en una cola que la
llevaría a San Felipe, en el estado Yaracuy, hablando lo que dijo en contra del
gobierno venezolano, particularmente me llamo la atención cuando señaló lo
siguiente: “El gobierno nacional va a dictar un decreto de prohibición de
salida del país de los niños y niñas. Yo ya saqué a mis nietos y los llevé para
Colombia, porque ya desde los medios colombianos, están diciendo que a
Venezuela la van a intervenir.” (Destacado y subrayado del articulista).
En definitiva, ante la evaluación de la situación y de
evaluar las declaraciones del presidente Maduro, de Brownfield y Henrique
Otero, más las declaraciones de esta señora, es evidente que existe un plan
para impulsar un cambio de régimen en el país. Este cambio sería producto de un
Golpe Militar (un poco difícil en estos momentos, aunque no imposible
totalmente), una desobediencia civil, guerra civil, intervención militar de
tipo “humanitario”, o la combinación de todos ellos.
Pero no podemos olvidar lo denunciado en su momento por la
periodista argentina Stella Calloni y el presidente boliviano Evo Morales,
sobre la orden de operaciones “Master Stroke” o “Golpe Maestro”, firmada por el
jefe del Comando Sur de Estados Unidos, Kurt Tidd, para concretar el
derrocamiento del Presidente Nicolás Maduro antes de diciembre de este año
2018. Este es un elemento que no puede obviarse a la hora de los análisis y las
prospectivas a realizar.
Pero agregaría más, los señalamientos de Brownfield,
Henrique Otero y de otros actores que puedan surgir en los próximos días, más
la ocurrencia de otros eventos desencadenantes producto de anuncios y acciones
que adopte el Gobierno Nacional, se dan en el marco de la reactivación del
denominado Plan “Colapso Total”, el cual fue advertido por el propio Presidente
Nicolás Maduro en el mes de octubre del año 2013, si la memoria no me falla. A
veces, pareciera que los ciclos históricos y ciertos acontecimientos tienden a
repetirse.
Por ello, mi llamado al pueblo a estar alertas y prevenidos
ante esta nueva oleada conspirativa que busca no solo la salida violenta del
actual Jefe de Estado venezolano, sino la destrucción de nuestra forma
republicana y Estado- Nación llamado República Bolivariana de Venezuela.
Asimismo, sumo a mi llamado la movilización nacional y permanente,
y a prepararnos ante estos escenarios que algunos pretenden concretar.
¡Bolívar y Chávez viven! ¡Y sus luchas y la Patria que nos
legaron siguen!
¡Hasta la Victoria Siempre!
¡Independencia y Patria Socialista!
¡Viviremos y Venceremos!
jmartoranooster@gmail.com
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