Por Rolando Prudencio Briancon:
A estas alturas va quedando más claro lo que ya ha dejado de
ser una inocente sospecha, sobre que las corrientes ultraderechistas en América
Latina están recuperando terreno; y que sin mencionar a los EE.UU., que en
Latinoamérica, sigue teniendo una influencia inapelable dentro las corrientes
conservadoras locales, en la lógica de que todo lo que suceda en la Casa Blanca
se refleja directamente en su Patio Trasero, por lo que se puede concluir que
hay un resurgimiento del neofascismo.
Y es que después de la elección de Trump hace más de tres
años atrás,se ha instalado el ultra conservadurismo en la administración del
nuevo inquilino de la Casa Blanca, cuyas políticas han mostrado un olímpico
desprecio a toda decisión democrática, que a nivel internacional las naciones
han asumido como compromisos a cumplir. Por ejemplo: El cumplimento de los
compromisos de las Acuerdos Climáticos. Otro caso tan elocuente ha sido el reconocimiento de Jerusalén como capital
de Israel; resolución que ha ido en contra de la ONU que zanjó la disputa hace
más de medio siglo atrás. O el hecho más
emblemático de una cobarde actuación, en la que al más puro estilo neo
fascista, ha sido la cobarde separación de los padres migrantes de sus hijos
que dispuso el gobierno de Trump; sin mencionar la construcción de MURO, que de
por sí se convierte en un emblema puro del fascismo.
Este resurgimiento de corrientes neofascistas; ya en
Latinoamérica está marcado por las elecciones que han dado el triunfo a: Macri
en la Argentina, Duque en Colombia, Piñera en Chile y Jair Bolsonaro; que
aunque no ha sido electo aún, la apabullante diferencia que existe entre él y
Haddad en primera vuelta, parecen convertirlo
en el nuevo presidente del Brasil.
Bolsonaro debe ser quien mejor encarna la vuelta del
neofascismo a Latinoamérica; precisamente por sus retrógradas reivindicaciones
y su intolerancia racial hacia la gente de color, como al migrante, quien
como en el caso de Trump, también ha
reivindicado el uso de armas para repeler a quienes son una “amenaza”.
Las repercusiones en la política boliviana, sobre una
eventual elección de Bolsonaro; al margen de que será una relación complicada
entre los gobiernos, pues a decir de Bolsonaro, quien ya se manifestó contrario
al gobierno del presidente Morales, manifestando en la forma en la que lo hacen
los fascistas señalando: “No queremos que Bolivia se aproxime a Venezuela y
mucho menos a Cuba”
Pero no sólo que Bolsonaro verbaliza su ataque al gobierno
nacional, sino que ya tiene sus operadores y operadoras locales dentro el país, como es la activista
María Amelin Suárez, portavoz de la plataforma: “Las calles de Bolivia”, quien
protagonizó en mayo de éste año un incidente durante la inauguración de los
juegos Sudamericanos, tratando de empañar la inauguración del evento.
Pero además si tomamos en cuenta que ha sido Santa Cruz -a
por su cercanía geográfica con el Brasil- donde se ha germinado desde la las
corrientes conservadoras de los VERDES, las acciones más violentas y agresivas;
con los mismos tintes de intolerancia racial contra los “collas”, durante el
Golpe Cívico Prefectural de 2008, se va decantando la rearticulación de un
neofascismo nativo en el país.
prudenprusiano@gmail.com
0 comentarios:
Publicar un comentario