Por Rolando Prudencio Briancon:
Existe en el lenguaje popular un viejo dicho: “Cuando
Estados Unidos estornuda, a Latinoamérica le da pulmonía”. Esta casi
incuestionable verdad de Perogrullo se refiere al gravitante grado de
influencia que el imperio yanqui ejerce sobre los demás países, que hasta antes
de la emergencia de Estados que se han emancipado de la hegemonía
estadounidense -Venezuela, Bolivia, Nicaragua; y Cuba, que bajo la ética de su
ejemplo, y de lo que éste emane, nos legó dignidad a todos- el gobierno de
Trump ha decidido desandar el camino que democráticamente han avanzado los
pueblos, en pos de mayor libertad -la verdadera, no la ilusamente inventada por
el imperio- e igualdad.
Desde ya después de la década de los 90 el imperialismo
instrumentalizó a los gobiernos “democráticos” para defender básicamente los
intereses que los EE.UU., inoculen los gobiernos golpistas de los 70 y 80 para
que estos los defiendan a plomo limpio. Es en ese sentido que hoy que Trump se
ha hecho del poder, ése viejo razonamiento de reproducir lo que desde
Washington se decida, se ha regresivamente reposicionado, a partir de lo que
durante la vigencia del Plan Cóndor se concibió como el plan Maestro de tener a
Latinoamérica configurada y controlada en función a sus intereses imperiales a
través de los Golpes de Estado.
Realmente después del triunfo de Trump hace casi tres años,
y con la implementación de sus políticas de gobierno; aquella viciosa visión de
vincular umbilicalmente a que lo que haga, o deje de hacer EE.UU., para que se
reproduzca casi de manera automática en su “patio trasero”; con Trump ha vuelto
cobrar vigencia.
Pero lo más trágico de todo es que si Latinoamérica
obedientemente opta por reproducir-y que ya en sí mismo es trágico hacerlo- lo
que haga el gobierno de Trump; lo que vamos a reproducir, no es sino lo más
decadente de los EE.UU., pues por los frutos que está dando el gobierno de
Trump, lo que nos legará EE. UU., será su decadente desenlace. ¿O qué herencia
ejemplar pueden ser las decisiones de su gobierno como es: Apoyar un golpe
militar en Venezuela, o construir un Muro contra México, Enjaular niños
migrantes, Desconocer el protocolo de Kioto, Apoyar el genocidio del estado
israelí reconociendo a Jerusalén como su capital, Desconocer los acuerdos nucleares, Oponerse a
las normalización de relaciones de Cuba ye EE.UU.? Vale decir todo un bagaje de
medidas que van en contra de lo que; no sólo como pueblos han logrado como
naciones, sino como civilización misma que la humanidad ha avanzado, y que está
empeñada en seguir haciéndolo, como para que quienes vengan detrás de nosotros
sigan viviendo con ese legado de lucha.
Así que ya no podemos dejar que las políticas retrógradas de
Trump nos arrastren hacia un nuevo oscurantista Orden que lo construye él,
y su ya decadente gobierno, que está
naturalizando lo antinatural, como es que el golpismo vuelva a todo galope y
sea recibido con los brazos abiertos por los pueblos del mundo, y de lo que
luego se arrepentirán hasta el alma.
prudenprusiano@gmail.com
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