viernes, 19 de octubre de 2018

Atención con el tema del transporte en los terminales

Por Juan Martorano:

Big Low y La Bandera ministro Hipólito Abreu, alcaldesa Erika Farías, alcalde Alejandro Marvez y gobernador Rafael Lacava.
Como introducción a las líneas y a las denuncias que me quiero permitir realizar, me permito transcribir textualmente lo preceptuado en el artículo 50 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, que establece lo siguiente:

Artículo 50: “Toda persona puede transitar libremente y por cualquier medio por el territorio nacional, cambiar de domicilio y residencia, ausentarse de la República y volver, trasladar sus bienes y pertenencias en el país, traer sus bienes al país o sacarlos, sin más limitaciones que las establecidas en la ley. En caso de concesión de vías, la ley establecerá los supuestos en los que debe garantizarse una vía alterna. Los venezolanos y venezolanas pueden ingresar al país sin necesidad de autorización alguna.
Ningún acto del Poder Público podrá establecer la pena de extrañamiento del territorio nacional contra venezolanos y venezolanas.”

En pocas palabras, el artículo antes citado, consagra nuestro derecho al libre tránsito y a la movilidad social, que será el tema de lo que quiero expresar y denunciar en el presente artículo.
Desde hace poco más de un mes, el estado Carabobo y en específico la ciudad de Valencia se ha convertido en uno de mis nuevos hogares, y depositario de mis afectos. He venido viajando constantemente desde la ciudad de Caracas, donde laboro y tengo familiares y amistades, hasta Valencia, donde también he ido construyendo una serie de relaciones sociales, por lo que también he venido adoptando a esta entidad federal como un nuevo hogar.

Ciertamente en el actual contexto de las agresiones multidimensionales y multiformes que vive nuestra Patria, el transporte no ha escapado a esa realidad, haciendo que la trama de la movilidad social se convierta en todo un tema. He podido observar por diversas quejas, y de todo el territorio nacional, las innumerables quejas respecto al boicot por parte de empresarios y gremios de este sector contra el Gobierno Bolivariano, pero nunca estarán de más las advertencias que uno pueda formular.

Y sobre todo, cuando las denuncias tienen que ver con dos de las entidades federales del país de la región central, que además de cercanas, tienen un conglomerado humano y una importancia que no se puede obviar de buenas a primeras.

Por ello, es que me permito, en este artículo, formular las siguientes denuncias, que creo que la hago a nombre de miles de usuarios y usuarias que utilizan este servicio, y en el que se les ha vulnerado este derecho, y por ende, como lo señalé párrafos más arriba, afectado nuestra movilidad social y toda nuestra cotidianidad.

Preocupa verdaderamente el antro en el que se ha convertido el terminal del Big Low Center de la ciudad de Valencia, ante la especulación galopante en los precios de pasajes, y ante las narices de policías municipales, regionales y nacionales.

Por ejemplo (y es el caso en concreto), el pasaje Valencia- Caracas, el cual se encuentra regulado en 15 bolívares soberanos, las líneas prestadoras de este servicio (cuando les da la gana de prestarlo) lo cobran dentro del terminal en 50 bolívares soberanos, colapsando el referido terminal.
Eso sin contar con la inmensa cantidad de buses de las líneas que deciden no entrar en el terminal, sino que se quedan en los alrededores, y a través de “campaneros” y “voceadores” de rutas, y producto de la necesidad de movilización, captan a los pasajeros, los embarcan por fuera, cobrándoles entre 100 y 150 bolívares soberanos. Un vulgar ROBO que ocurre todos los días ante las narices de las diferentes autoridades municipales y policiales a todos los niveles en el referido terminal.

Y sobre todo, ya después del mediodía, resulta imposible conseguir un bus a precio regulado que entre en los andenes del terminal y traslade a los pasajeros, dejándolos varados e impidiéndoles la realización de sus diligencias. En mi caso, no pude trasladarme a Caracas por estas razones que estoy denunciando en el presente escrito (siendo que me encontraba desde las 7:00 am en el referido terminal).

Asimismo, listineros y listineras de este terminal avalan esa vagabundería de choferes y colectores de las líneas, sin contar los desplazamientos de unidades trasladando pasajeros PARADOS. El propio Comandante Chávez siempre nos señaló que el socialismo debe ser “humanamente gratificante”.
Eso sin contar los carros por puestos hasta Caracas, que, a través de puntos de venta, pago móvil o transferencias, cobran tarifas que oscilan entre los 300 y 600 bolívares soberanos. ¿Y entonces?

Situación muy similar se reporta en el Terminal de La Bandera de la ciudad de Caracas, donde hay un pasaje regulado en 12 bolìvares soberanos, y aun cuando algunas líneas han cobrado hasta 15 bolívares soberanos por un traslado desde Caracas hasta Valencia (ya que hay que tomar en cuenta las tarifas del cobro de peaje de Guacara, el cual sí creo debe ser considerado por las autoridades a la hora de establecer las tarifas de este servicio), las diferentes líneas de transporte deciden impulsar acciones de boicot y no introducir unidades al terminal, colapsándolo, y obligando a las autoridades a caer en el chantaje de “habilitar” unidades, las cuales de acuerdo a lo que pude leer a través del twitter, estarían cobrando entre 200 y 300 bolívares soberanos.

Quisiera permitirme formular el siguiente supuesto, un poco fuerte, pero necesario, a ver si realmente se entiende el mensaje que quiero transmitir y que uno recoge de las calles y ante la necesidad de la gente. Dentro de la ciudadanía, hay una percepción generalizada de que gobernadores y alcaldes no apoyan las instrucciones que el propio Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro ha dado en estas materias. ¿Y si entonces ese pueblo se olvidará un poco de las buenas formas, y decidiera soltarse por un ratico y hacer justicia por su propia mano, ante la falta de respuesta, que pasaría?

Por ello, y a objeto de evitar una eventual implosión ante el evidente boicot y paro técnico del transporte, porque si bien es cierto que me estoy refiriendo a dos terminales emblemáticos en nuestro país, podría asegurarles que la situación no debe ser distinta en otros terminales de la geografía nacional, incluso agravadas estas problemáticas con el tema de las compras del efectivo. Esto sobre todo dirigido al ministro del Poder Popular para el Transporte, camarada Hipólito Abreu.
Ya se aproximan los meses de noviembre y diciembre, que es cuando esta movilidad social tiende a incrementarse, por lo que modestamente considero oportunas estas denuncias para que pueda servirles como advertencia de lo que se puede venir.

Y sobre todo, para no dar resquicios al enemigo, para que ante una problemática real que se está afrontando, ellos puedan tergiversarlas y manipularlas. No olviden que las mejores batallas que se ganan son las que pueden evitarse (Esto a propósito del aquelarre montado con los periodistas de El Pitazo que iban a realizar una “cobertura” sobre la situación que se suscita en el terminal de la Bandera).
Evidentemente también toca dentro de esta problemática, hacer un tremendo trabajo de reeducación de los usuarios y usuarias de los terminales, ya que no es menos cierto también que impera mucho “la viveza criolla” y aquellos y aquellas que se “colean”, irrespetando las colas, producto de la situación difícil y compleja que nos ha tocado afrontar.

Por ello es que acudo ante sus competentes autoridades, para realizar un trabajo conjunto. No sólo ustedes como instancias de nuestro Gobierno Revolucionario golpear duramente a las mafias, al delito y la trampa a través del accionar de nuestros cuerpos de seguridad y a través de buenas labores de inteligencia en todos sus órdenes, sino también con la labor reeducativa que planteo de los que debemos usar estos terminales por razones familiares o laborales.

Por último, además de que todos debemos poner de nuestra parte para hacer la situación más llevadera, será muy importante que en la percepción de nuestra gente se sienta seguro, atendido y que se están haciendo esfuerzos por atender sus problemáticas. Esto contribuirá de manera importante a generar confianza y a seguir apoyando sus gestiones como servidores y servidoras de nuestro pueblo.
¡Bolívar y Chávez viven! ¡Y sus luchas y la Patria que nos legaron siguen!
¡Hasta la Victoria Siempre!
¡Independencia y Patria Socialista!
¡Viviremos y Venceremos!
jmartoranooster@gmail.com, 

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