Big Low y La Bandera ministro Hipólito Abreu, alcaldesa
Erika Farías, alcalde Alejandro Marvez y gobernador Rafael Lacava.
Como introducción a las líneas y a las denuncias que me
quiero permitir realizar, me permito transcribir textualmente lo preceptuado en
el artículo 50 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, que
establece lo siguiente:
Artículo 50: “Toda persona puede transitar libremente y por
cualquier medio por el territorio nacional, cambiar de domicilio y residencia,
ausentarse de la República y volver, trasladar sus bienes y pertenencias en el
país, traer sus bienes al país o sacarlos, sin más limitaciones que las
establecidas en la ley. En caso de concesión de vías, la ley establecerá los
supuestos en los que debe garantizarse una vía alterna. Los venezolanos y
venezolanas pueden ingresar al país sin necesidad de autorización alguna.
Ningún acto del Poder Público podrá establecer la pena de
extrañamiento del territorio nacional contra venezolanos y venezolanas.”
En pocas palabras, el artículo antes citado, consagra
nuestro derecho al libre tránsito y a la movilidad social, que será el tema de
lo que quiero expresar y denunciar en el presente artículo.
Desde hace poco más de un mes, el estado Carabobo y en
específico la ciudad de Valencia se ha convertido en uno de mis nuevos hogares,
y depositario de mis afectos. He venido viajando constantemente desde la ciudad
de Caracas, donde laboro y tengo familiares y amistades, hasta Valencia, donde
también he ido construyendo una serie de relaciones sociales, por lo que
también he venido adoptando a esta entidad federal como un nuevo hogar.
Ciertamente en el actual contexto de las agresiones
multidimensionales y multiformes que vive nuestra Patria, el transporte no ha
escapado a esa realidad, haciendo que la trama de la movilidad social se
convierta en todo un tema. He podido observar por diversas quejas, y de todo el
territorio nacional, las innumerables quejas respecto al boicot por parte de
empresarios y gremios de este sector contra el Gobierno Bolivariano, pero nunca
estarán de más las advertencias que uno pueda formular.
Y sobre todo, cuando las denuncias tienen que ver con dos de
las entidades federales del país de la región central, que además de cercanas,
tienen un conglomerado humano y una importancia que no se puede obviar de
buenas a primeras.
Por ello, es que me permito, en este artículo, formular las
siguientes denuncias, que creo que la hago a nombre de miles de usuarios y
usuarias que utilizan este servicio, y en el que se les ha vulnerado este
derecho, y por ende, como lo señalé párrafos más arriba, afectado nuestra
movilidad social y toda nuestra cotidianidad.
Preocupa verdaderamente el antro en el que se ha convertido
el terminal del Big Low Center de la ciudad de Valencia, ante la especulación
galopante en los precios de pasajes, y ante las narices de policías
municipales, regionales y nacionales.
Por ejemplo (y es el caso en concreto), el pasaje Valencia-
Caracas, el cual se encuentra regulado en 15 bolívares soberanos, las líneas
prestadoras de este servicio (cuando les da la gana de prestarlo) lo cobran dentro
del terminal en 50 bolívares soberanos, colapsando el referido terminal.
Eso sin contar con la inmensa cantidad de buses de las
líneas que deciden no entrar en el terminal, sino que se quedan en los
alrededores, y a través de “campaneros” y “voceadores” de rutas, y producto de
la necesidad de movilización, captan a los pasajeros, los embarcan por fuera,
cobrándoles entre 100 y 150 bolívares soberanos. Un vulgar ROBO que ocurre
todos los días ante las narices de las diferentes autoridades municipales y policiales
a todos los niveles en el referido terminal.
Y sobre todo, ya después del mediodía, resulta imposible
conseguir un bus a precio regulado que entre en los andenes del terminal y
traslade a los pasajeros, dejándolos varados e impidiéndoles la realización de
sus diligencias. En mi caso, no pude trasladarme a Caracas por estas razones
que estoy denunciando en el presente escrito (siendo que me encontraba desde
las 7:00 am en el referido terminal).
Asimismo, listineros y listineras de este terminal avalan
esa vagabundería de choferes y colectores de las líneas, sin contar los
desplazamientos de unidades trasladando pasajeros PARADOS. El propio Comandante
Chávez siempre nos señaló que el socialismo debe ser “humanamente
gratificante”.
Eso sin contar los carros por puestos hasta Caracas, que, a
través de puntos de venta, pago móvil o transferencias, cobran tarifas que
oscilan entre los 300 y 600 bolívares soberanos. ¿Y entonces?
Situación muy similar se reporta en el Terminal de La
Bandera de la ciudad de Caracas, donde hay un pasaje regulado en 12 bolìvares
soberanos, y aun cuando algunas líneas han cobrado hasta 15 bolívares soberanos
por un traslado desde Caracas hasta Valencia (ya que hay que tomar en cuenta
las tarifas del cobro de peaje de Guacara, el cual sí creo debe ser considerado
por las autoridades a la hora de establecer las tarifas de este servicio), las
diferentes líneas de transporte deciden impulsar acciones de boicot y no
introducir unidades al terminal, colapsándolo, y obligando a las autoridades a
caer en el chantaje de “habilitar” unidades, las cuales de acuerdo a lo que
pude leer a través del twitter, estarían cobrando entre 200 y 300 bolívares
soberanos.
Quisiera permitirme formular el siguiente supuesto, un poco
fuerte, pero necesario, a ver si realmente se entiende el mensaje que quiero
transmitir y que uno recoge de las calles y ante la necesidad de la gente.
Dentro de la ciudadanía, hay una percepción generalizada de que gobernadores y
alcaldes no apoyan las instrucciones que el propio Presidente de la República
Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro ha dado en estas materias. ¿Y si
entonces ese pueblo se olvidará un poco de las buenas formas, y decidiera
soltarse por un ratico y hacer justicia por su propia mano, ante la falta de respuesta,
que pasaría?
Por ello, y a objeto de evitar una eventual implosión ante
el evidente boicot y paro técnico del transporte, porque si bien es cierto que
me estoy refiriendo a dos terminales emblemáticos en nuestro país, podría
asegurarles que la situación no debe ser distinta en otros terminales de la
geografía nacional, incluso agravadas estas problemáticas con el tema de las
compras del efectivo. Esto sobre todo dirigido al ministro del Poder Popular
para el Transporte, camarada Hipólito Abreu.
Ya se aproximan los meses de noviembre y diciembre, que es
cuando esta movilidad social tiende a incrementarse, por lo que modestamente
considero oportunas estas denuncias para que pueda servirles como advertencia
de lo que se puede venir.
Y sobre todo, para no dar resquicios al enemigo, para que
ante una problemática real que se está afrontando, ellos puedan tergiversarlas
y manipularlas. No olviden que las mejores batallas que se ganan son las que
pueden evitarse (Esto a propósito del aquelarre montado con los periodistas de
El Pitazo que iban a realizar una “cobertura” sobre la situación que se suscita
en el terminal de la Bandera).
Evidentemente también toca dentro de esta problemática,
hacer un tremendo trabajo de reeducación de los usuarios y usuarias de los
terminales, ya que no es menos cierto también que impera mucho “la viveza
criolla” y aquellos y aquellas que se “colean”, irrespetando las colas,
producto de la situación difícil y compleja que nos ha tocado afrontar.
Por ello es que acudo ante sus competentes autoridades, para
realizar un trabajo conjunto. No sólo ustedes como instancias de nuestro
Gobierno Revolucionario golpear duramente a las mafias, al delito y la trampa a
través del accionar de nuestros cuerpos de seguridad y a través de buenas labores
de inteligencia en todos sus órdenes, sino también con la labor reeducativa que
planteo de los que debemos usar estos terminales por razones familiares o
laborales.
Por último, además de que todos debemos poner de nuestra
parte para hacer la situación más llevadera, será muy importante que en la
percepción de nuestra gente se sienta seguro, atendido y que se están haciendo
esfuerzos por atender sus problemáticas. Esto contribuirá de manera importante
a generar confianza y a seguir apoyando sus gestiones como servidores y
servidoras de nuestro pueblo.
¡Bolívar y Chávez viven! ¡Y sus luchas y la Patria que nos
legaron siguen!
¡Hasta la Victoria Siempre!
¡Independencia y Patria Socialista!
¡Viviremos y Venceremos!
jmartoranooster@gmail.com,
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