Por Carlos E. Lippo:
“No dejaré que Estados Unidos se convierta en la próxima
Venezuela”
Donald Trump, 21 septiembre de 2018
Habiendo leído algunas de las más recientes declaraciones
públicas de Donald Trump sobre Venezuela, no se requiere haber logrado un
título académico en Psiquiatría para poder formular el acertado diagnóstico de
que el actual inquilino de la Casa Blanca, tal como hemos dicho en trabajos
anteriores (1), ha convertido su obsesión por Venezuela en una auténtica y muy
peligros neurosis.
A continuación y a título de ejemplo, mencionaré algunas
declaraciones recientes de Trump, suficientemente demostrativas de la validez
del planteamiento anterior:
• Centro de
Convenciones de Las Vegas, 21 de septiembre de 2018
En un acto de campaña celebrado en el marco de las
elecciones legislativas de noviembre, al atacar a los demócratas tildándolos de
“socialistas radicales” que estaban a
punto de hacer quebrar la red de seguridad social de los Estados Unidos por
querer brindar servicios sociales y sanidad a los extranjeros ilegales a costa
de los contribuyentes estadounidenses, se atrevió a formular como una de sus
promesas centrales el que él no dejará que Estados Unidos se convierta en la
próxima Venezuela (2).
• Nueva
York, 25 de septiembre de 2018
En una rueda de prensa conjunta ofrecida con el presidente
de Colombia, Iván Duque, el inefable Trump señaló que un golpe militar en
Venezuela podría triunfar “rápidamente” si las Fuerzas Armadas del país se
decidieran a organizarlo; sus palabras textuales fueron: “Es un régimen que,
francamente, podría ser derrotado muy rápidamente si los militares se deciden a
hacerlo”; siendo oportuno señalar que en la misma ocasión anunció la aprobación
de nuevas sanciones individuales sobre cuatro altos funcionarios del gobierno
revolucionario (3).
En otro momento de la misma rueda de prensa hizo blanco de
sus burlas a los miembros de nuestra FANB, al señalar tendenciosa y falazmente:
"Ya vieron cómo los militares se dispersaron en cuanto escucharon que
estallaba una bomba muy por encima de sus cabezas. Esos militares se estaban
resguardando. Eso no es bueno" (4); siendo obvio que se estaba refiriendo
a los miembros de la agrupación de parada del acto conmemorativo que estaba
teniendo lugar el día del frustrado magnicidio del 04 de agosto, ignorando
estúpidamente que tal como pudo observarse en videos, se trataba simplemente de
una dispersión de dichos efectivos siguiendo la orden de romper filas impartida
por su comandante al estallar sobre sus cabezas el dron que debió haber
estallado sobre la tribuna principal de no haber sido interceptado exitosamente
de forma electrónica por miembros de la misma FANB que tan aviesamente estaba
criticando.
• 73a
Asamblea General de la ONU, 25 de septiembre de 2018
En el mismo discurso que lo convirtió de inicio en el
hazmerreír de la Asamblea, al decir muy seriamente y como el mentiroso
compulsivo que es: "Estoy aquí para compartir los progresos
extraordinarios que hemos logrado. En menos de dos años, mi Administración ha
logrado más que casi cualquier Administración en la historia de nuestro
país…" (5) y al mismo tiempo que reclamaba la no injerencia en los asuntos
internos de su país, arremetía contra el nuestro al pronunciar frases de tan
alto contenido injerencista como estas: “Hace no mucho Venezuela era uno de los
países más ricos del planeta. Hoy el socialismo ha llevado este país a la
bancarrota. El socialismo y comunismo han producido sufrimiento y corrupción”,
así como también: “Pedimos a todos los países que se unan a pedir el
restablecimiento de la democracia en Venezuela” (6).
• Sede de
la ONU, 26 de septiembre 2018
A su llegada a la sede, haciendo aflorar toda su neurosis,
Trump señaló a un grupo de reporteros que lo abordaron: "que todas las
opciones están sobre la mesa con respecto a Venezuela"; que había medidas
“fuertes y menos fuertes”; al mismo tiempo que agregó con su habitual tono de burla
y prepotencia, ustedes "Ya saben lo
que quiero decir con fuerte" (7).
Declaraciones como éstas no hacen más que confirmar que
Trump tomó la decisión de invadirnos al menos desde aquella reunión con los más
altos funcionarios de su gabinete, celebrada en la Oficina Oval de la Casa
Blanca el 10 de agosto de 2017, tal como lo señalásemos en nuestro artículo
anterior (8).
Si no dio la orden de invadir en esa oportunidad es porque
fue temporalmente disuadido por funcionarios como el entonces canciller, Rex
Tillerson y el entonces secretario de seguridad nacional, el general H.R. Mc
Master, quienes argumentaron que tal intervención le costaría a Washington el
apoyo de los gobiernos latinoamericanos, ganado con gran esfuerzo, sólo para
sancionar al presidente Nicolás Maduro; y también porque su alto mando militar
lo persuadió de la inconveniencia de asumir en solitario una intervención
militar que guardaría muy poco parecido con las invasiones a Granada (1983) y
Panamá (1980), como él lo estimaba, pero que sería comparable con la invasión a
Irak en 2003, de la cual aún no han podido desligarse.
Si no ha podido dar la orden de hacerlo hasta ahora es
porque aún no ha podido lograr el apoyo de los gobiernos latinoamericanos que
le son afectos para conformar la fuerza multiestatal necesaria; y es que a
pesar de todos los halagos y amenazas
proferidas por los diferentes enviados de su administración sobre estos
complacientes gobiernos, sólo los de Colombia y Guyana han mostrado su
disposición a hacerlo, y el primero de ellos en medio de visibles marchas y
contramarchas.
También ha constituido un obstáculo para ejecutar la
invasión el hecho de que formalmente debe contar con la aprobación del congreso
de los Estados Unidos y la del Consejo de Seguridad de la ONU, donde habrá de
enfrentar el veto de Rusia y China; aunque los casos de la invasión a Libia en
2011 y los severos bombardeos sobre Siria a lo largo de los últimos siete años,
son demostración palpable de que los gobiernos del imperio a la hora de imponer
sus aberrantes decisiones, sean demócratas o republicanos, sienten un profundo
desprecio por la legalidad nacional e internacional.
En días recientes, algunos de los miembros más conspicuos de
la canalla mediática estadounidense como el New York Time, han insertado
artículos como aquel que habla de la existencia de un grupo a lo interno de la
administración Trump que se ha encargado de boicotear algunas de sus órdenes
para evitar “inminentes daños” a su país, uno de cuyos miembros habría llegado
incluso a plantear la posibilidad de invocar la enmienda 25a de la
constitución, que abre las puertas a la destitución del presidente por razones
de salud mental (9).
Resulta evidente que no se trata ni mucho menos de una
administración monolítica, sin embargo como a pesar de ello no he visto que en
ese diario, ni en ningún otro medio, se hayan exteriorizado diferencias en
torno a la posición sobre la que llaman “la crisis venezolana” y sus eventuales
“soluciones”, me atrevo a considerar que
no existen contradicciones importantes ni en el seno de la administración
Trump, ni en el seno del partido republicano sobre el trato ilegal y despiadado
que dicha administración está dispensando a Venezuela, por el único “delito” de
que aquí hemos decidido ser libres, por una abrumadora mayoría.
Ya para finalizar esta parte del análisis debo decir que
considero que en el mejor de los casos la opinión mayoritaria de los
republicanos estadounidenses en relación con la decisión de Trump de
invadirnos, pudiera ser coincidente con la de Fernando Cutz, ex asesor de
seguridad suyo para asuntos de la América Latina, quien hace pocos días en una
conferencia dictada en el centro de estudios “Wilson Center”, señalase que
aunque no es ideal una intervención militar en Venezuela, no ve otra salida a
la crisis que actualmente vive el país (10); para rematar diciendo esta
lapidaria frase: "Con la anterior Administración había una cierta cautela.
Trump dejó claro desde el primer día que Venezuela era una de sus prioridades.
Se asumió que la calamidad en Venezuela era tal que había que actuar", que
viene a ser extremamente coincidente con buena parte de lo que hemos dicho
hasta ahora.
Antes de comenzar a analizar las posibles contradicciones
existentes en el seno del otro pilar del bipartidismo estadounidense, que no es
otro que el partido demócrata, considero oportuno tomar en consideración los
siguientes hechos:
• Fue Barack Hussein Obama II, miembro del
partido demócrata, 44° presidente de los Estados Unidos (2009-2017), quien
suscribió en marzo del año 2015, la infamante Orden Ejecutiva que nos declara
como una amenaza inusual y extraordinaria para la seguridad interior de los
Estados Unidos, cuyo más nefasto efecto ha sido el permitir que el gobierno
gringo haya podido sancionarnos varias veces a su entera discreción, sin
requerir la aprobación de su congreso. Siendo oportuno y necesario recordar
además que no contento con haberla suscrito la renovó en marzo de 2016, a pesar
de haberle reconocido personalmente al presidente Maduro y al plenario de la
“VII Cumbre de las Américas”, celebrada en Panamá en abril de 2015, que había
sido un error suscribirla, y finalmente le adelantó parte del trabajo a Trump
al volverla a renovar en enero de 2017, poco antes de entregarle la presidencia
de la nación.
• Fue Hillary Clinton, candidata demócrata
derrotada por Trump en el 2016, quien siendo secretaria de estado de la
administración Obama, viajase a Libia en octubre de 2011 para ordenar en sitio
el extremadamente vesánico y cruel asesinato del Coronel Gadafi, para luego
ufanarse a su regreso diciendo que ella “fue, vio y él (Gadafi) murió” (“We
came, we saw, he died”), parafraseando estúpida y petulantemente al entonces
general romano Julio César, quien a su regreso de una importante victoria
militar dijese ante el Senado romano: "Vine, vi y vencí", hace ya 21
siglos.
Entrando ya en el tema debo comenzar diciendo que si bien
ciertos miembros destacados de la canalla mediática estadounidense de
reconocida tendencia demócrata, como lo son la agencia de noticias Bloomberg y
el diario The New York Time, han filtrado a lo largo de este año varias
informaciones relativas a la promoción de golpes de estado en Venezuela y hasta
de la inminencia de una intervención
militar en nuestro país, en ningún momento han emitido juicios de valor
sobre lo que son abiertas violaciones de la legalidad internacional ejecutadas
por su gobierno, limitándose a lo sumo a decir que tales acciones pudieran
causar inconvenientes a su país o pudiesen ser utilizadas por el presidente
Maduro para apuntalar la revolución. Quien se tome el tiempo necesario para
leer artículos tales como: “Bloomberg revela un supuesto golpe de Estado contra
Maduro” (12) y “Quédese fuera de
Venezuela, Sr. Trump” (13), podrá comprobar la veracidad del planteamiento
anterior.
En la misma línea de estos artículos se produjeron a mitad
de la semana pasada unas más que inquietantes declaraciones de Ralph Emanuel,
exjefe de gabinete de la Casa Blanca de Barack Obama y actual alcalde de
Chicago, contenidas en una entrevista concedida al periodista John Harwood de
la cadena CNBC (14), multinacional mediática con 19 canales de televisión
asociados en Estados Unidos y el resto del mundo, que ya refiriésemos en
nuestro artículo anterior.
En la citada entrevista Emanuel fue enfático en advertir que
el presidente Donald Trump podría intervenir en Venezuela durante el próximo
mes de octubre para desviar la atención de importantes problemas de su
administración y obtener beneficios políticos que le garanticen la victoria en
las elecciones del congreso que se celebrarán el 6 de noviembre de este año.
“Nosotros tenemos una frase en este país: la sorpresa de octubre (…) creo que
en estos momentos él (Trump) está buscando hacer cualquier cosa y hará
cualquier cosa”, fue una de las frases pronunciadas por Emanuel para denunciar
la inminencia de la intervención imperial en Venezuela. Como podrá observarse,
este connotado vocero demócrata tampoco emite ningún juicio de valor sobre la
ilegalidad de una acción como la que está denunciando, a la luz del derecho
internacional.
Siendo evidente que lo que este vocero y los medios antes
señalados lo único que buscan es llevar votos demócratas a las legislativas de
noviembre, con el propósito de obtener una mayoría en ambas cámaras que les
permita iniciar y ejecutar el pretendido juicio político que conduzca a la
defenestración de Trump, es que me permito concluir que tampoco en el partido
demócrata estadounidense existen contradicciones importantes sobre el tema de
las relaciones con Venezuela. Consideración que no debe resultar nada
sorprendente a partir del hecho de que se trata de una organización política
que ha demostrado ser igual de “excepcionalista” y de “monroista” que el
partido republicano.
La conclusión final debería ser que no podemos confiar “ni
un tantico así”, como decía El Che, en ninguno de los exponentes del actual
estatus estadounidense, por más florituras ideológicas que puedan desplegar al
abordar cualquier eventual diálogo que pueda proponerse. Sólo me inspirarían
confianza aquellos sectores avanzados del pueblo oprimido que, habiendo
alcanzado una clara conciencia de clase, al parecer comienzan a hacer pininos
para lograr su total redención. ¡Qué viva la muy incipiente revolución
estadounidense!
¡Hasta la Victoria Siempre!
¡Patria o Muerte!
¡Venceremos!
(1)
http://celippor.blogspot.com/2018/07/lamuy-peligrosa-neurosis-de-trump-con.html
(2)
https://www.elespectador.com/noticias/el-mundo/no-permitire-que-estados-unidos-se-convierta-en-la-proxima-venezuela-trump-articulo-813583
(3)
https://www.hispantv.com/noticias/ee-uu-/389163/trump-venezuela-maduro-golpe-militar
(4)
https://venepress.com/article/Un-golpe-militar-contra-Maduro-podria-triunfar-rapidamente1537897325670
(5)
https://www.aporrea.org/internacionales/n331963.html
(6)
https://www.voanoticias.com/a/donald-trump-onu-anuncia-discurso-medidas-contra-venezuela-economia/4586196.html
(7)
https://actualidad.rt.com/actualidad/289871-
trump-venezuela-todas-opciones-estan-
mesa?utm_source=browser&utm_medium=push_notifications&utm_campaign=push_notifications
(8)
https://prensabolivariana.com/2018/09/28/colombia-y-guyana-habran-de-ser-las-puntas-de-lanza-de-la-intervencion-militar-del-imperio-en-venezuela/
(9)
https://elpais.com/internacional/2018/09/05/estados_unidos/1536182585_836279.html
(10)
https://venepress.com/article/Intervencion-militar-no-es-ideal-pero-no-veo-otra-salida1537827269196
(11)
https://www.youtube.com/watch?v=Fgcd1ghag5Y
(12)
https://expansion.mx/mundo/2018/09/13/quedese-fuera-de-venezuela-sr-trump-the-new-york-times
(13)
https://expansion.mx/mundo/2018/09/13/quedese-fuera-de-venezuela-sr-trump-the-new-york-times
(14)
https://es.panampost.com/orlando-avendano/2018/09/19/sorpresa-de-octubre-trump-venezuela/
celippor@gmail.com
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