Por Diego Olivera Evia:
La sociedad humana en una crisis de valores
En este nuevo trabajo no parece importante, analizar la
realidad del modelo capitalista en su fase superior, que va desde la guerra
económica, al uso de la guerra como concepción global, aplicando a las naciones
del mundo invasiones armadas y terrorismo, a través de grupos creados en
Europa, financiados y armados por EEUU, el Sionismo militar de Israel, además
de países satélites.
Que ahora aplican los mandatos, del presidente bipolar e
incoherente Donald Trump, que aplica sanciones y amenazas a todas las naciones
del mundo, no solo a los que considera enemigos, sino a sus propios “aliados”,
a las mismas sanciones a las economías, aplicando aranceles a la producción las
exportaciones de la Unión Europea, lo que ha creado un dictadura de los Estados
Unidos, para controlar los mercados al capricho, de un magnate si un ápice de
la política.
La realidad de la propuesta de Trump, de realizar un modelo
proteccionista al estilo de la primeras décadas del siglo XX, fue el embuste
más artero a las mismas empresas de EEUU, al prometerle a los trabajadores de
cuello blanco, de la principales fábricas de automotrices y de la industria
liviana una salida a la crisis, creo una falsa expectativa al crecimiento de la
economía, dando trabajo a los obreros de Supremacía Blanca, agrupados por el
fascismo.
Esta promesa a los arios gringos, quedo en nada y sin un
modelo de desarrollo, estos fue comprobado en el reciente discurso en la
Organizaciones de Naciones Unidas (ONU), donde fue el hazme Reír de los
miembros de esta organización, al predecir un crecimiento económico, que solo
es real en las trasnacionales y en crecimiento de la Industria Militar de EEUU,
dejando de lado el desarrollo y la crisis de su propuesta, típico del modelo
criminal en el mundo.
En este sentido nos pareció importante señalar que, el
neoliberalismo fue considerado como una filosofía económica creada en 1930 por
varios académicos liberales europeos, que buscaban una vía intermedia entre el
liberalismo clásico, doctrina a la que se atribuía la Gran Depresión y los
recientes fracasos económicos de esa década, y la doctrina de planificación
económica, que suprimía total o parcialmente las libertades económicas para el
mercado.
El término dejó de utilizarse en la década del 60 y
reapareció con sorprendente fuerza en los años 80, en el contexto de las
reformas económicas impuestas por la dictadura de Augusto Pinochet en Chile, y
panificadas por el think-tank norteamericano llamado los “Chicago Boys”. Desde entonces
se le atribuyen las posturas de defensa capitalista más radicales, como las
implementadas por Ronald Reagan en Estados Unidos y Margaret Thatcher en el
Reino Unido.
Las usuales políticas neoliberales pueden resumirse en:
• Flexibilización
laboral. Eliminación de restricciones, impuestos y regulaciones a la actividad
económica y desprotección de la masa trabajadora en favor de la multiplicación
del capital producido por el sector privado.
• Apertura
de las fronteras a los mercados extranjeros y reducción de los proteccionismos
al mercado de producción local.
• Reducir
la oferta de dinero circulante, a veces a través de un aumento en las tasas de
interés, para prevenir posibles devaluaciones y mantener la inflación cercana a
cero.
• Trasladar
los impuestos de la producción, renta personal y beneficios empresariales al
consumo.
• Reducir
al mínimo el gasto público y fomentar la movilidad de capitales.
• Apostar
por un efecto de derrame económico a través del crecimiento total de la
producción.
• Fomento
de la iniciativa privada y privatización de empresas estatales y servicios
públicos.
Los reproches históricos al neoliberalismo son numerosos y
dolorosos, sobre todo los nacidos a partir de las dictaduras militares
latinoamericanas de mediados del siglo XX, cuyo carácter sangriento y cruel
tuvo un costo elevadísimo en vidas humanas y tiñó la doctrina neoliberal de un
aura perverso.
Por otro lado, la década del 90 representó en muchos países
el fin del ensueño neoliberal, cuando la sensación de inmediata abundancia que
arrojó la privatización de amplios sectores Estatales dio paso a las medidas de
ajuste tarifario en un contexto de depresión, devaluación y pobreza. Esto fue
particularmente notorio en el caso argentino y venezolano, por citar dos
ejemplos.
También se ha acusado al neoliberalismo de expandir el
control de organismos internacionales parciales, como una forma de favorecer la
inversión corporativa y trasnacional de empresas estadounidenses y europeas en
amplios sectores del Tercer Mundo, convirtiéndolo en una maquila empobrecida de
la cual lucrarse y repatriar las ganancias a sus respectivas naciones, lo cual
genera a la larga mayor exclusión y profundiza la brecha entre el mundo
desarrollado y la periferia.
Fuente: https://www.caracteristicas.co/neoliberalismo/#ixzz5SCsx3Ki3
Estos parámetros establecidos por la lógica capitalista, de
crear una guerra permanente en el siglo
XX y XXI, son la práctica de un modelo imperialista, que ha generado bases
militares, en casi todos los países del mundo, logrando controlar los mercados
a punta de lanza, de sus ejércitos de marines, para controlar los mercados,
creando una farsa de un modelo democrático, que solo apuesta al control global
de las naciones, imponiendo los portaviones, barcos, y controlando los mercados
del planeta, a la guerra criminal y al control de los pueblos.
La sociedad humana en una crisis de valores
La realidad del modelo neoliberal capitalista ha
resquebrajado a la sociedad humana, los valores de una economía de mercado, ha vuelto al ser humano en un
maquinaria al servicio de los empresarios y las grandes trasnacionales, que han
creado en Asia por ejemplo, en maquilas de producir zapatos, ropas, encerrados
en oscuras fabricas donde duermen cientos en literas, hacen sus funciones de
una manera de esclavitud, las imágenes de esta realidad muestran el uso del ser
humano.
En este mismo sentido la ONU cierra los ojos ante el
esclavismo en África, miles de fotos muestran la crueldad de hombres y mujeres
colgados, como si fueran animales, pero nadie se extraña, de la inmoralidad del
uso de los inmigrantes como mano de obra, creando una crisis humanitaria por
ejemplo en el Mar Mediterráneo, hoy
denominado tumbas de los pueblos de Medio Oriente, y el norte de África.
La pérdida de valores muestra el abuso a las mujeres en el
Mundo, la muerte de féminas de manera cruel, es parte de la inmoralidad del
machismo y el abuso de las guerras, donde los terroristas y los ejércitos de
EEUU y Europa, violan los derechos de la mujer, que van desde el abuso de
cultura en África, en los países árabes como Arabia Saudita, que recientemente
decapito a una mujer por querer sus derechos, enterrando su cuerpo en la arena
para ser cercenada su cabeza, pero nadie hoy ve estos hechos.
La crisis en la Iglesia cristiana se ha puesto al
descubierto, cuando los prelados y sacerdotes, como la curia en general, en la
violación de niños, que ha mostrado la inmoralidad de la Iglesia, mostrando
miles casos criminales de estupro, como afirmar que los niño le piden ser
abusados, todos hechos no tienen fronteras, son parte de una humanidad en
crisis, de una sociedad que perdió la brújula del humanismo, de los derechos
humanos, ante un modelo económico de miseria y pobreza en el 80 por ciento del
mundo.
diegojolivera@gmail.com
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