martes, 28 de agosto de 2018

¡La lucha continua!


Por Omar Aguilar M:

A pesar de que el país ha ido volviendo a la normalidad, todavía hay grupos de derecha que insisten en su lucha desestabilizadora, en aras de crear un clima de zozobra y hacer aparecer a Nicaragua como un estado enfrascado en una especie de guerra civil o con un clima social inestable. El frustrado golpe de estado, es sin duda una derrota para el imperialismo, la ultraderecha norteamericana y la derecha apátrida nacional. Se niegan a aceptar que al igual que en Cuba y Venezuela, en Nicaragua existe un gobierno que cuenta con el respaldo de una amplia mayoría, que está presta a defender todas las conquistas alcanzadas en estos últimos 11 años de gobierno.


Desde la OEA se han creado mecanismos e instrumentos inquisidores, parcializados, unilaterales y desprovistos de toda vergüenza, que inventan informes de una supuesta represión del gobierno sandinista y las autoridades de orden público; llegando a la desfachatez no solo de inflar el número de muertes, sino achacándole al sandinismo los asesinatos de sus propios partidarios, los que han sido perpetrados con saña y atrocidad por los grupos terroristas del golpismo. Todo en aras de justificar el intervencionismo en Nicaragua y tratar de imponer por la fuerza un gobierno de derecha pro imperialista y vende patria, en clara violación a la soberanía nacional y al derecho internacional; como lo hicieron en Brasil, Argentina, Honduras y Chile.

Las minúsculas marchas que cada semana organiza el golpismo, se van diluyendo en sí mismas y se han convertido en marchas por la vergüenza, y para no dejar de gastar y justificar los dólares manchados de sangre recibidos de los amos del norte. La llamada lucha de calles es ya solo una mueca grotesca y un reducto de “niños malcriados” que se niegan a aceptar la derrota infringida por un pueblo heroico, indoblegable, sandinista hasta los tuétanos y que respira paz hasta por los poros. Las  mentiras de los medios de comunicación, de los autodenominados defensores de los derechos humanos, de las ONG, la cúpula eclesiástica y la derecha pro imperialista han venido cayendo una a una y han perdido su eficacia a nivel interno y externo.

Durante el frustrado de golpe de estado, se han suscitado graves violaciones a los derechos humanos  y en la que han habido múltiples culpables y no solo los que están en las cárceles. Hay una cuádruple culpabilidad: la culpabilidad de los que organizaron la lucha criminal y financiaron a los criminales; la culpabilidad de los que ejecutaron los crímenes sin piedad y con inexplicable saña; la culpabilidad de los que mintieron, apañaron los crímenes y los justificaron en sus medios de comunicación y desde sus púlpitos; y la culpabilidad de los que se prestan a la mentira, defienden a los criminales y los hacen aparecer como víctimas.

Por todos estos crímenes, ninguno de los actualmente encarcelados y sus cómplices merecen estar libre, se hayan  arrepentido o no, sino por la saña y la crueldad con que actuaron en contra de su propio pueblo; aunque los mal llamados “organismos defensores de derechos humanos”, los líderes del golpismo, algunos líderes religiosos y la derecha contra-revolucionaria pidan clemencia, cuando no solo se hicieron de la vista gorda ante los crímenes y vejaciones de los que hoy defienden; sino que actuaron en abierta complicidad.

En esta lucha contra el terrorismo, el sandinismo se ha fortalecido, a partir de entender que solo juntos lograremos vencer definitivamente al golpismo y sus defensores. De la adversidad surge la verdad, se forja el carácter y se fortalece el liderazgo. Por muy amarga, cruel y dura que sea la adversidad, por muy fuertes que sean los golpes que nos da; siempre da momentos para el aprendizaje, para extraer lecciones de vida y para encontrarnos los unos a los otros. En estos meses, el sandinismo ha salido a las calles como una gran familia, bajo una misma consigna, con los mismos intereses y con una mística jamás vista. Hoy por hoy, el sandinismo es unos de los movimientos más fuertes y la mayor reserva moral de la izquierda latinoamericana y mundial, un ejemplo de dignidad, de lucha y convicciones inquebrantables; a prueba de fuego, de balas y de golpes sean estos suaves o duros.

Pero es temprano aún para entonar cantos de sirena, la batalla contra el “golpe suave” no ha terminado y hoy más que nunca el pueblo sandinista tiene que mantenerse unido y cohesionado,  en este nuevo escenario de  luchas de clases en el que la burguesía y el imperialismo pretenden arrebatarnos el poder. Debemos continuar nuestra lucha en las calles, denunciando los atropellos del golpismo y exigiendo justicia para las víctimas de las violaciones a los derechos humanos, de los torturados, de los muertos.

A nivel internacional, es imperante que la izquierda mundial y sobre todo la izquierda latinoamericana se cohesione, fortalezca la solidaridad y la lucha conjunta ante las amenazas que se ciernen sobre los gobiernos de izquierda.  En tal sentido, es clave que todo el liderazgo de los partidos de izquierda, los comités de solidaridad, dirigentes políticos de movimientos obreros, campesinos y estudiantiles; asuman la lucha de los pueblos de Venezuela, Nicaragua, Cuba y otros pueblos revolucionarios como propia, elevando las voces de solidaridad, condenando las acciones golpistas desestabilizadoras, la agresión del imperialismo y sus instrumentos injerencistas como la OEA, CIDH, Medios de comunicación, entre otros. La lucha es de todos, la izquierda debe funcionar como un solo movimiento, amplio, fuerte y cohesionado alrededor de cada uno de los pueblos que hoy sufren las agresión del imperialismo.

Para preservar nuestras conquistas y consolidar el gobierno revolucionario, debemos continuar abrazando el pensamiento de Sandino como base de nuestra ideología, el socialismo como filosofía y los principios cristianos y solidarios como parte de nuestra actitud ante la vida. El trabajo de hormiga en nuestras familias, en nuestros barrios y comunidades, en nuestras instituciones; debe partir de mejores estrategias de formación y educación política, del rescate de la autocrítica como práctica para el crecimiento, de la renovación del liderazgo como un principio evolutivo y de la humildad revolucionaria como una actitud y forma de actuación.

#NiUnPasoAtrás
#JusticiaParaLasVíctimas
#CarcelParaLosTerroristas
#NicaraguaQuierePaz.

oaguimar28@yahoo.com

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