miércoles, 22 de agosto de 2018

“Irán cumplió con el acuerdo nuclear, Estados Unidos se retiró uniteralmente”

Por Leandro Albani:

Luciano Zaccara, docente argentino especializado en la geopolítica de Irán y el Golfo Pérsico, explica la actualidad de la República Islámica y las tensiones en Medio Oriente.

En Medio Oriente, donde los conflictos parecen profundizarse día a día y la guerra se esparce en varios puntos del territorio, uno de los actores principales es Irán. Milicias de la República Islámica se encuentran en Siria, en alianza con el gobierno de Bashar Al Assad, combatiendo a los grupos terroristas, algo que a la República Islámica le permite mantener la violencia alejada de sus extensas fronteras.


Irán ahora enfrenta un paquete de sanciones (y amenazas) por parte del gobierno estadounidense de Donald Trump.Cuando en 2015 el gobierno de Hasan Rohani logró la firma del acuerdo nuclear (Plan de Acción Conjunto y Completo, JCPOA) con el Grupo 5 + 1 (Estados Unidos, Rusia, China, Reino Unido y Francia, además de Alemania), la conflictiva relación entre Washington y Teherán, desatada en 1979 con el triunfo de la Revolución Islámica, parecía ingresar a un camino de cierta estabilidad y convivencia. Con la llegada de Trump al poder, Irán nuevamente pasó a convertirse en uno de los principales “enemigos” de la Casa Blanca.

Al mismo tiempo, la República Islámica sostiene un enfrentamiento regional con Arabia Saudí e Israel, países con los cuales las amenazas discursivas y diplomáticas pueden escucharse a diario y que, en ocasiones, tienen un fuerte tono guerrerista.
Por estos días, Irán también vive protestas sociales internas, desatadas por una crisis económica que golpea a la nación y que el gobierno de Rohani no logra sortear.
Sobre estos temas, La tinta dialogó con Luciano Zaccara, Licenciado en Ciencia Política por la Universidad Nacional de Rosario (UNR), Doctor en Estudios Árabes e Islámicos y autor del libro Los enigmas de Irán: sociedad y política en la República Islámica. Zaccara en la actualidad se desempeña como profesor en la Universidad de Qatar.

¿Cómo afectarán a la economía iraní las nuevas sanciones impuestas por Estados Unidos?
—Sin duda las sanciones afectarán negativamente la economía iraní. Ya se reportan aumentos en los precios, inflación, subida del dólar, escasez de ciertos medicamentos, incremento del precio del papel (una industria básica de cualquier economía). El precio de la propiedad, sobre todo en Teherán, también subirá, toda vez que se convertirá nuevamente en un reducto para el ahorro interno, ante la dificultad de comprar divisas y viajar al extranjero. Está por verse el grueso de las sanciones, que serán implementadas en noviembre, pero seguramente afectarán a las exportaciones de petróleo, a la importación de combustible, y seguramente a compañías de aviación iraníes.

Irán ya ha pasado por sanciones muy duras, sobre todo desde el 2006, con las aprobadas por el Consejo de Seguridad de la ONU y la Unión Europea (UE), por lo que es de esperar que a pesar de sufrir, la economía se termine reacomodando. Pero tampoco sabemos qué tan duras serán las sanciones y qué alcance tendrán en relación a compañías europeas o asiáticas que negocien con Irán. Por ahora las grandes empresas se han retirado de Irán ante la incertidumbre por la extraterritorialidad de las sanciones.
—¿Existe una crisis en la economía de Irán más allá de las sanciones?

—Evidentemente la economía iraní no está en su mejor momento. Si bien desde el 2013 la inflación se había reducido bastante y la dependencia del petróleo se había reducido hasta menos de la mitad del presupuesto nacional, lo cierto es que desde la firma del JCPOA otros indicadores no habían mejorado, como el desempleo y la creación de nuevos puestos de trabajo, o la llegada de inversiones necesarias para rentabilizar la industria petrolera. Pero es evidente que la economía iraní sigue siendo muy vulnerable a los eventos externos. La retirada de Trump del JCPOA trajo automáticamente una subida incontrolable del dólar. De la misma manera, los acuerdos para evitar la caída de los precios del petróleo en el seno de la OPEP tampoco han ayudado a la economía iraní.

—¿Cuáles son los intereses de Irán para que se mantenga el acuerdo nuclear?
—Irán ha cumplido el acuerdo porque indudablemente le beneficia desde el punto de vista de la credibilidad internacional. Tener a la Unión Europea (UE), Rusia, China y otros países respaldando el cumplimiento del acuerdo permite que Irán sea un socio viable, más allá de las sanciones de Estados Unidos. Y deja en claro que en este caso ha sido Estados Unidos quien, unilateralmente, se retiró del mismo en contra de la evidencia que, incluso, las agencias de inteligencia estadounidense han brindado al Ejecutivo. Si Irán no viera ningún beneficio ya se habría retirado del mismo.

—Las protestas que se vienen dando los últimos meses en Irán, ¿pueden lograr reformas en el sistema de la República Islámica?
—No creo que las protestas de los últimos meses generen un cambio grande, pero sí es una llamada de atención al gobierno y al establishment ante la posibilidad de que no dar respuesta a las demandas populares, sobre todo las relacionadas con la justicia social y a la redistribución que la República Islámica ha usado como bandera desde 1979. Esto podría generar una ola de protestas mucho más graves que se descontrolen y exijan una represión mucho mayor.

—¿Cómo se puede explicar el enfrentamiento creciente entre Arabia Saudí e Irán?
—Es una disputa de poder hegemónico en una región muy volátil, y en donde los diversos conflictos regionales han posicionado a ambos países en lugares opuestos. Esta competición se ha convertido en sectaria (suní-chií), aunque no habría surgido como tal. Ambos estados son, en parte, culpables de esta transformación, aunque Arabia Saudí ha utilizado mucho más la retórica del enfrentamiento sectario para buscar el aislamiento de Irán y ganar aliados para su causa.

—¿Es factible una guerra abierta entre Irán e Israel?
—No lo veo factible ni creo que ninguno de los dos estados esté interesado en la misma. Ambos, sobre todo Irán, han dejado en claro cuáles son sus intereses y sus límites. Irán está en Siria, y si puede usar eso para presionar a Israel y enviarle una señal, lo hará. Pero no iniciará una guerra contra Israel. De la misma manera, Israel ha marcado a Irán sus límites, y presionará a Rusia y Siria para que evite que Irán se acerque a la frontera en los Altos del Golán, pero tampoco iniciará un ataque a gran escala en contra de intereses iraníes.
leandroalbani@gmail.com

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