Por Juan Martorano:
¿Cuál será el papel del Estado en la economía
venezolana? ¿Cuál es la percepción del
pueblo sobre el chavismo?
Desde hace un poco más de dos semanas estaba pautado el
anuncio de los precios de los 50 rubros esenciales para nuestra población. No
se ha dado nada aún, y la espiral inflacionaria continúa incrementándose,
agotando la paciencia del pueblo y planteando un verdadero punto de bifurcación
a la actual gestión del Ejecutivo Nacional. Uno de los argumentos de la
postergación de estos anuncios fue la visita dispensada por el presidente
Nicolás Maduro a la toma de posesión del mandatario turco, Recep Tayip Erdogan.
De acuerdo a analistas, las mesas de dialogo entre el Gobierno con sectores
empresariales estaban siendo dirigidas en una primera fase, por el ministro del
Poder Popular de Empresas Básicas y Vicepresidente sectorial del área
económica, Tareck El Aissami, pero al final, éste terminó relegando su
responsabilidad en el ministro del Poder Popular para la Alimentación, Luis
Medina Ramírez. Uno de los precios que se habrían “acordado” sería de 2.800.000
bolívares el cartón de huevos, lo que ubicaría a cada unidad en un monto de 90
mil bolívares. En otra de las mesas de concertación, se habría “acordado” en
1.200.000 bolívares: ¿Será esto cierto? ¿Será cierto o falso que el cálculo de
la estructura de costos (materia prima, procesamiento y comercialización) se
ubicaría por el orden de los 500.000 bolívares? ¿Por qué la ausencia en estas
mesas de trabajo y de discusiones de importantes sectores productivos del país?
En esto es obligatorio tomar en cuenta que el salario mínimo
integral de acuerdo al anuncio formulado por el propio Presidente de la
República Nicolás Maduro, durante el Congreso Ideológico de la Central
Bolivariana Socialista de Trabajadores y Trabajadoras se ubicaría en 5.196.000
bolívares (sin contar el hipotético incremento de más de un 300% para las
próximas semanas) haría inviable e inalcanzables esos precios para un modesto
trabajador y su familia por la que debe velar por su derecho a la alimentación
y garantizar lo mínimo para su subsistencia. Esta diatriba habría logrado una
desavenencia importante entre el presidente Maduro e integrantes de su Gabinete
Económico, que pudiera devenir en consecuencias en un futuro no tan lejano.
También sería muy importante conocer el nombre de las
empresas privadas y del Estado Venezolano participantes en las mesas de trabajo
de precios acordados en el marco del Plan 50. De acuerdo a trabajos publicados
en el semanario “Las Verdades de Miguel”, serían las siguientes: en el rubro arroz:
Agrosilca, Arrocera 4 de mayo S.A, Arrocera Chispa, Arroz Cristal, Cereales
Calabozo, Inversiones Cogoyal, Coriza, Iancarina, La Máxima, La Lucha y Monaca.
En el rubro Harina de Maíz Precocida: Asoportuguesa, La Lucha, Monaca,
Proarepa, Pronutricos, Silmaca, Alimentos Polar y Alivensa. Rubro Aceite:
Oleica, Grasaca, Grasas San Carlos, Industrias Diana, Caica, Cargill de
Venezuela e Indugram La Fina. Rubro Azúcar Refinada: Central Azucarero El
Palmar, Molipasa, Central Azucarero Portuguesa, Azucarera Río Turbio, Central
La Pastora y CVA Azúcar. Rubro Pasta: Fábrica de Pasta La Especial, Pastas
Capri, Cargill de Venezuela, Pastas Sindoni, Pastas Allegri, Inalsa, Faparca y
Pastas La Sirena. Rubro Trigo Panadero: Cargill de Venezuela, Faparca, Mocasa,
Molinos Hildalgo, Monaca, Molvenca y Siseca. Rubro Huevos: El Tunal, La
Caridad, Agroinsumos Lara, JHS y Alconca. Rubro Pollo: Alibal Servicios y
Porcesos, Avícola la Guasima, Industrias Pollos Premium, Seravian, Avícola
Ebenezer y Grupo Souto.
Pero es muy importante acotar que, de acuerdo a la Ley
Constitucional de Precios Acordados, propuesta por el propio Presidente de la
República ante la Asamblea Nacional Constituyente el año pasado, su artículo 4
establece textualmente el fomento del diálogo y de la corresponsabilidad social
entre el sector público, privado, comunero y los trabajadores y trabajadoras.
Por las informaciones que se manejan, comuneros y trabajadores y trabajadoras,
extrañamente, quedaron marginados y marginadas de estos debates. ¿Cuántas comunas
y Consejos Productivos de Trabajadores y Trabajadoras participaron de estas
mesas de trabajo? ¿Será realmente una política del gobierno bolivariano la
inclusión de estos sectores en la conducción política del Estado y de la
gestión de las empresas, o solo un mero ejercicio de retórica? Interrogantes e
inquietudes para la necesaria reflexión.
No obstante, y luego de dos meses y una semana casi del
triunfo electoral, me permití realizar una encuesta sobre las simpatías
políticas que profesa el pueblo de a pie, cuya muestra es de 1.300 entrevistas
realizada por el período del 18 al 24 de julio de 2018, en 12 capitales de
estado, y con un margen de error de 1,5%. A la pregunta de ¿Con cuál sector
político se identifica usted? Estas fueron los porcentajes arrojados de este
estudio.
50,94% de los encuestados se definió como Chavista”.
27,40% de los encuestados se definió como “Opositor” al
Gobierno del presidente Nicolás Maduro.
21,66% de los encuestados se definió como “Independiente”
(Ni Chavista ni Opositor).
Es decir, aún y pese a los duros embates que sufrimos en
nuestro país, nuestro pueblo manifiesta confianza en el chavismo. No obstante,
nos lanza el mensaje de que no nos ha entregado un “cheque en blanco” y exige
respuestas a sus problemáticas y necesidades.
Por ello, sigo aún esperanzado (aunque esto parezca ingenuo
y raye en la utopía) que algunos condenan, y sobre todo de algunos “opinadores”
que creen saber más que los demás, y en el fondo no entienden a este pueblo. De
ahí lo enfocado en artículos anteriores sobre las advertencias de posibles
desviaciones, para poder enderezar el rumbo de nuestra Revolución.
¡Bolívar y Chávez viven, y sus luchas y la Patria que nos
legaron siguen!
¡Independencia y Patria Socialista!
¡Viviremos y Venceremos!
¡Hasta la Victoria Siempre!
jmartoranoster@gmail.com
,j_martorano@hotmail.com
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