Por Norma Estela Ferreyra:
Estamos muy preocupados por el presente y futuro de los
argentinos, sabiendo de que esto tendrá
un final trágico para las mayorías y un éxito millonario para las clases
privilegiadas o de ricos. No hay dudas, de que se repartirán las inversiones
que nunca existirán y nos dejarán deudas
que nunca se terminaremos de pagar. Pero nadie irá preso, ya que el sistema
funciona impunemente.
Pero develemos la incógnita. Los argentinos que votaron a
Macri creen que eligieron a un presidente. Pero no saben quien maneja a este
títere, desde adentro y desde afuera. Lo de afuera, es sencillo, todos sabemos
que Israel es el dueño del mundo y sus lacayos más importantes son los EEUU,
Inglaterra y la Unión Europea. Pero adentro, la cuestión es más difícil de
visualizar, porque está encubierta. Veamos:¿Ud.. cree que es Magneto? No. (Sólo
difunde mentiras programadas) ¿Cree que es Durán Barba? Tampoco. ¿Sólo maneja
una secta sobre imagen y dicursos).
¿Entonces, quién?
Pues quien maneja los hilos de la marioneta es Marcos Peña,
el niño elegido por los servicios del Poder Mundial, por sus antecedentes
familiares. En el último tiempo, el jefe de Gabinete ha sido fuertemente cuestionado
por sus provocadoras declaraciones en medio del ajuste al pueblo trabajador y
el uso de datos personales de la Anses para comunicación oficial y por desafiar
fallos de varios jueces que frenaron el tarifazo del gas. Como si eso fuera
poco, por estos días se conoció que bajo su mando y dentro de la Casa Rosada
mantiene una “oficina de inteligencia”.
Hechos como éstos no sorprenden viniendo de un CEO como él, que es parte
de una familia de patrones y de un gobierno que sólo benefició a los grandes
empresarios, al campo, las mineras y a los buitres. Con sólo seguir el árbol genealógico se
puede saber de dónde descienden Marcos Peña y su primo Miguel Braun, actual
secretario de Comercio de la Nación.
Por caso, José Menéndez y Mauricio Braun, crueles personajes
de la historia del país fueron, entre otras cosas, miembros de la Sociedad
Rural Argentina. José Menéndez, un joven asturiano, que arribó a Buenos Aires
en 1866 después y luego se radicó en la Patagonia, donde se transformó en
empresario naviero, comerciante y gran estanciero. Eran dueños y patrones en el
sur de gran parte del comercio de lanas, frigoríficos, almacenes, bancos y
otros. En 1908 crearon lo que actualmente es la gran cadena de supermercados La
Anónima, que cuenta con 159 sucursales en 80 ciudades del país y sus
propietarios actuales son familiares de Miguel Braun. El historiador español
José Luis Alonso Marchante documenta en su libro “Menéndez, rey de la
Patagonia” que esas familias fueron parte de la Sociedad Rural y propietaria de
la Sociedad Explotadora de Tierra del Fuego que llegó a tener 1.376.160
hectáreas, 1.250.000 lanares que producían 5.000 millones de kilos de lana,
700.000 de cuero y 2.500.000 de carne. Las dos familias terminaron apropiándose
de casi la mitad de la tierra de la Patagonia. Mauricio poseía además, en forma
particular, más de 15 estancias, la Compañía Minera Cutter Cove de explotación
de cobre y varios frigoríficos, entre otros grandes negocios. Desde ya que no
eran los únicos, entre ellos había
estancieros británicos. Unos y
otros, se apropiaron de miles de hectáreas en la Patagonia argentina y chilena
a sangre y fuego, con el exterminio de los pueblos originarios
El escritor Eduardo Galeano aseguraba que “los alambrados de
José Menéndez y la introducción de cientos de miles de lanares en la tierra de
los onas, a fines del siglo XIX, espantaban los guanacos, sustento principal de
los selk’nam (por su carne como alimento y sus pieles para sus vestimentas),
quienes vieron una alternativa en el ‘guanaco blanco’ -como denominaban a la
oveja-, desconociendo que era ‘propiedad privada’”. Añade Galeano que “pronto
los grandes estancieros se organizaron y comenzó la cacería de los selk’nam”.
La familia Menéndez Braun no sólo fue responsable, junto al
Estado y otros empresarios nacionales y extranjeros, del genocidio contra los
pueblos originarios, sino que años más tarde fueron también parte de los
responsables de la masacre de los 1.800 peones rurales de “La Patagonia
Rebelde” (pegar el google).
Las condiciones de vida y trabajo para los trabajadores en
1920 en la Patagonia eran terribles, con temperaturas bajo cero, sin luz, etc.
Eran los tiempos de la presidencia de Hipólito Yrigoyen y del gobernador
conservador de Santa Cruz Edelmiro Correa Falcon. En aquel año los
trabajadores, cansados de vivir como esclavos, se largaron a la huelga y
pararon todas las estancias. Miles se movilizaron y ni los hoteles ni los
comercios funcionaron. Demandaban un sueldo mínimo de $100, comida en buen
estado, dignas condiciones de higiene, velas para alumbrar en la noche y que
las instrucciones de los botiquines sanitarios estuvieran en español en lugar
de inglés. Fue una de las huelgas más importantes del siglo XX, protagonizada
por valientes trabajadores argentinos, chilenos y de otras nacionalidades.
Según el periodista
Patricio Segura (pegar en google), “en 1921 fueron ejecutados cientos de peones
en la Estancia La Anita, de propiedad de la familia Braun Menéndez, cerca de lo que hoy es El
Calafate, en Argentina. Éste fue un episodio más en la huelga general que se
produjo en la Patagonia producto de las desigualdades donde siempre ha habido matanzas, Esta es la herencia que hasta los gobiernos
más “progresistas” ocultan. En la actualidad los trabajadores rurales siguen
sufriendo en carne propia la explotación y muchas veces hasta la esclavitud,
incluso de niños y niñas. que hoy llamamos justicia social” La respuesta del
gobierno, los militares, los estancieros y empresarios como los Menéndez Braun,
con el lógico apoyo del imperialismo, fue el intento de desterrar para siempre
la resistencia de los trabajadores.
Sin embargo hay algo que no podemos explicar: ¿Cómo es
posible que el pueblo siga pagando la entrada en este espectáculo que ya es un
fracaso, con un poder de daño tremendo?.
¿Tenemos los gobiernos que nos merecemos o somos víctimas de
una ingeniería político-marketinera-financiera que se reinventa constantemente
y nos mantiene entretenidos con un show mediático. A lo mejor ya sea hora de
dejar de ser espectadores.
normaef10@hotmail.com
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