Por Diego Olivera Evia:
La violencia del capitalismo y las inmigraciones
Muchas veces la sociedad humana sobrevive a crisis y guerras
asimétricas, las principales potencias del mundo, EEUU, Inglaterra, Francia,
como el Sionismo Israelí, Arabia Saudita y Turquía, han sido factores de
guerras de conquista de Medio Oriente, África, Asia, creando desestabilización,
miles de víctimas y millones de desplazados, que han generado crisis e
inmigraciones, en más de tres siglos, 19, 20 y ahora 21, también América Latina
sufre las agresiones de EEUU, padres de la violencia y muerte, apoyando
dictaduras y apropiándose de la riquezas en el Cono Sur y creando una crisis
humanitaria en Centroamérica y el Caribe.
En este nuevo trabajo, nos parece importante presentar,
parte de una investigación realizada por el Instituto de Humanidades Médicas,
de Cuba, para comprender como esta guerra imperial y de saqueo, no solo crean
graves efectos en las naciones agredidas, sino que también enferman a jóvenes
militares, a crear reacciones de violencia, de drogadicción y de pérdida de
valores humanos, para los mismos franco tiradores militares judíos, impregnado
por los sionistas, asesinan a palestinos
desde niños, mujeres y hombres, bajo una concepción criminal y una barbarie de
una sociedad que se cree divina, por un dios que no respeta a la humanidad, al
igual que EEUU que también se considera elegido por un dios omnipotente, ante
la naciones del Mundo.
Humanidades Médicas: Estudio en Cuba, sobre los efectos de
la guerra
Liuba Yamila Peña Galbán. Especialista de 2do Grado en
Psiquiatría. Investigadora Auxiliar. Profesora Instructora. Hospital Clínico
Quirúrgico Docente Dr. Octavio de la Concepción y de la Pedraja
Camaguey. Cuba.
Arnaldo Espíndola Artola. Profesor Instructor de Informática
Médica. ISCM-C. Jorge Cardoso Hernández. Especialista de 1er Grado en
Oncología. Tomás González Hidalgo. Especialista de 1er Grado en Psiquiatría.
La guerra es un término que está íntimamente relacionado con
la historia de la humanidad y con los desastres, catástrofes o emergencias. La guerra
es la continuación de la política por otros medios. La guerra no es simplemente
un acto político, sino un verdadero instrumento político, una continuación de
las relaciones políticas, una gestión de las mismas con otros medios”.
Sin embargo, los autores de este trabajo consideran que la
guerra es un concepto más amplio que no solo abarca el conflicto bélico entre
sus contendientes, en su sentido tradicional y convencional, sino va más allá,
es un amplio espectro de agresiones de toda índole que abarca todos los
aspectos de la vida de un grupo, etnia, comunidad, clase social, pueblo, nación
o país, incluyendo el uso de tecnologías de avanzadas para lograr sus
propósitos.
Sin lugar a dudas, fue durante la guerra de 1914 cuando las
repercusiones psicopatológicas se hicieron notar, hasta el punto de que la
quinta parte de los soldados británicos se vieron afectados por trastornos de
la guerra.
Los psiquiatras norteamericanos hicieron significativos
aportes al desarrollo de la Psiquiatría Militar durante la II Guerra Mundial.
Esto se tradujo en la implementación de sistemas de detección de probable
psicopatología en los soldados antes de enviarlos al frente de batalla (con
cuestionarios especiales) hasta la presencia de especialistas en salud mental
en el área de combate, para facilitar una rápida recuperación de los soldados
con síntomas psíquicos, sin tener que enviarlos a hospitales alejados.
La presencia de la ciencia psiquiátrica se hizo ostensible
en el ámbito y la sanidad militar, sobre todo, en la marina norteamericana, que
pasó a disponer de 980 psiquiatras durante la contienda. El día que terminó la
guerra pasaron a ser 2400 psiquiatras, 400 psicólogos clínicos, 700 asistentes
psiquiátricos y 800 enfermeros psiquiátricos, trabajaban para el ejército en
931 hospitales, porque además de todos los problemas psicopatológicos derivados
de la violencia se unió el exagerado aumento de la toxicología en los
combatientes.
A pesar de las medidas preventivas en salud mental
desarrolladas por el ejército norteamericano, se estima que la Guerra de
Vietnam (1964-1973) dejó unos 700 mil veteranos que han requerido de algún tipo
de ayuda psicológica. El denominado síndrome post Vietnam se diagnosticó con
una alta frecuencia en la década de 1970 y este hecho constituyó uno de los
factores importantes para que la Asociación Psiquiátrica Americana incluyera al
Trastorno por estrés postraumático (TEPT) (PSTD) como una de las patologías en
el DSM-III de 1980.
Así se inició una nueva época con el reconocimiento por la
comunidad científica de esta entidad nosológica. Otros factores que influyeron
en la inclusión del TEPT fueron los resultados de estudios realizados en
poblaciones civiles, tanto en mujeres como en niños víctimas de abusos,
violaciones y maltrato físico y/o psicológico, lo que amplió el ámbito del tipo
de trauma más allá de las situaciones bélicas e incluso se incluyó a víctimas
de desastres naturales o desastres provocados por el hombre.
En víctimas de situaciones de combate en países de bajos
ingresos se han encontrado prevalencias de TEPT de 15,8% en Etiopía, de 17,8%
en Gaza, de 28,4% en Camboya y de 37,4% en Argelia.
La OMS calcula que, en este tipo de conflictos, el 10% de
las personas que viven experiencias traumáticas suelen sufrir graves problemas
de salud mental y otro 10%, comportamientos que dificultarán su capacidad para
vivir con normalidad.
Se estima que Irak dejará trastornos a unos 100.000
soldados. Además de los más de 1.299 soldados de EEUU muertos ya en este país y
de los 5.229 que han resultado heridos desde la invasión, el Gobierno de George
Bush debe prepararse para recibir una enorme oleada de soldados con
enfermedades mentales causadas por el caos iraquí y los sangrientos combates
con los insurgentes.
Según varias asociaciones de veteranos de guerra y médicos
militares, pueden ser más de 100.000. "Vemos un número creciente de
afectados por síntomas de estrés postraumático", explicó el doctor Evan
Kanter, psiquiatra del hospital para veteranos Puget Sound de Seattle, al diario
The New York Times.
Según un estudio
sobre la salud mental de las tropas elaborado por el Ejército de Tierra de
EEUU, uno de cada seis soldados que han servido en Irak muestra síntomas de
esta dolencia, de depresión clínica o de angustia grave. El documento indica
que esta cifra puede aumentar a uno de cada tres.
Un desastre es "una situación de ruptura del
funcionamiento normal de un sistema o comunidad", cuyos efectos en las
personas, así como las pérdidas y daños materiales o ambientales, sobrepasan la
capacidad de esa sociedad o comunidad para responder y recuperarse de la
situación.
Raquel Cohen y Federick Ahearn (1989) definen a los
desastres como "Eventos extraordinarios que originan destrucción
considerable de bienes materiales y pueden dar por resultado muertes, lesiones
físicas y sufrimiento humano”.
Este trabajo se propone el objetivo de reflexionar sobre el
carácter de desastre de la guerra y en particular sus consecuencias
psicológicas.
La violencia del capitalismo y las inmigraciones
En ese sentido la guerra y la violencia, han creado efectos
de desplazamientos de millones de inmigrantes, las mismas guerras del siglo XX
, la primera y segunda, fueron realizadas para la conquista de Europa, África,
Asia y Medio Oriente, creando la huida de millones de Europeos, rusos, las
masacres por el Imperio Otomano entre ella a la nación armenia de 1894-1896,
hacen referencia a las diferentes matanzas y asesinatos colectivos que, en esos
años, sufrieron los armenios del Imperio otomano y cuyas bajas se estiman entre
unas 200.000 y 300.000 personas. Reciben este nombre del sultán reinante en
esos años, Abdul Hamid II, quien en su esfuerzo de mantener la integridad
territorial del imperio adoptó el panislamismo como ideología de estado. Aunque
las masacres estaban destinadas mayoritariamente a los armenios, algunas
poblaciones cristianas como los asirios también fueron víctimas.
Estos hechos que a veces los vemos como históricos, siguen
siendo factores de nuevas conquistas, de querer apoderar las riquezas de las
naciones, como la guerra criminal en Siria, la muerte de palestinos, la guerra
sin fin en Afganistán, la agresión del presidente de la supremacía blanca
Trump, en sus ataques a Corea del Norte, los ataques de EEUU a Rusia y China,
aplicando bloqueos y sanciones económicas a estas naciones, como a Cuba,
Venezuela, Nicaragua y a Bolivia, creando nuevas migraciones, ahora
latinoamericanas, ante la medidas tomadas por Trump, de cerrar la entrada a la
sociedad norteamericana, hoy enferma de muerte y violencia, la venta legal de
armas, ha creado miles de muertos, en colegios por niños enfermos de violencia
y droga.
Esta es la realidad de una sociedad agredida por los
monopolios y las grandes trasnacionales, la misma crisis con los transgénicos
de MONSANTO, han envenenado a las economías de América Latina, con niños y
adultos con canceres por las fumigaciones del Glifosato, con deformaciones, de
la misma manera ríos se han visto contaminados en Uruguay y el Cono Sur, no
solo se mata en guerras, se crea una sociedad de consumo de productos nocivos,
ante esta realidad solo la unidad de los pueblos y las naciones que luchan por
una sociedad humana, contra el abuso de un capitalismo criminal.
diegojolivera@gmail.com
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