Por Jorge Aniceto Molinari:
Un sector predominante en la sociedad argentina no es
exclusivo, sucede en el mundo maneja la llamada “moneda fuerte”; los
trabajadores y el muy común de la gente, en este caso, el peso argentino. La
oligarquía y los descamisados o más groseramente dicho: en el Uruguay los “auto
convocados” y los trabajadores rurales asalariados.
Aunque sería más prolijo en el caso de Uruguay distinguir en
el manejo particularmente del dólar a quienes manejan el precio de la tierra y
la financiación de la actividad, en su mayor parte, por fuera del control
bancario, minoría en medio de emprendimientos grandes, medianos y pequeños, que
asumen riesgos empresariales.
Diría don Atahualpa Yupanqui “hay diferentes montones,
cuando el pobre va para el montón del rico, tras los equivoco vienen los
perjudico”.-
No compartimos el juicio de don Ata, pues se trata de no
legitimar la existencia de esos montones, pero cuanto de verdad de vida
encierran.
En el mundo, particularmente después de la dolarización de
Ecuador y de la crisis irreversible de
la predominancia del capitalismo, que donde se expresa es entre otros centros
en la moneda; nadie nos ha podido explicar qué ventaja aparte de la que
significa a determinados grupos, tiene para las nacionalidades el manejo de una
moneda propia en la economía actual.
Mientras en el gobierno de Macri, como antes en el de Jorge
Batlle en el Uruguay los dólares hacen cola en los “aeropuertos” –internet
mediante- para colocarse a buen resguardo en el mundo financiero internacional,
el Fondo Monetario Internacional discute los ajustes en pesos argentinos que el
gobierno deberá hacer para poder cumplir con sus obligaciones en dólares y
mantener así su vinculación con el mercado mundial.
Demasiado simple de entender sino fuera parte de la trama
canallesca que hoy se hace contra el nivel de vida de los pueblos por la
sencilla razón de la existencia en aumento de la baja de la rentabilidad de las
colocaciones capitalistas. El agostamiento de la tasa general de ganancia que
analizara Carlos Marx.
¿Qué se está negociando entonces? El FMI no puede dejar caer
a Argentina, como antes no pudo dejar caer a Grecia, antes tenía a las
estructuras militares de su lado, Chávez les arruinó el pastel. Para hablar de
un ejemplo puntual dentro de muchos que fueron creando esta realidad.
Sabe que si en el mundo existiera una sola moneda universal
como insinuó Mujica en la ONU (setiembre 2013) la joda tendría fin, al menos en
el tema moneda, nos quedaría el otro ítem fundamental: los impuestos, que en el
caso de Argentina se muestran claramente que el objetivo Macri es aplicárselo a
los que no manejan el dólar, dejando libre de impuestos a los que manejan el
dólar.
¿Terrible, no? Pero real, sin embargo nosotros no decimos
que no haya que negociar con el FMI, por el contrario que pasaría si la
propuesta de moneda única universal y sistema impositivo basado en la
circulación del dinero, dando muerte a los paraísos fiscales y a los actuales
sistema impositivos basados sobre el consumo, los salarios y las pensiones,
fuera propuesto con fuerza de masas en su seno, en el Banco Mundial, en la
propia ONU, y en cada uno de los organismos que tienen que ver con la vida de
la gente.
¿Deberemos pasar por nuevas experiencias traumáticas,
mayores aún de las que hoy vivimos en el mundo para que la “izquierda” asuma su
responsabilidad de tener un programa para el mundo?
sipagola@adinet.com.uy
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