Por Norma Estela Ferreyra:
Los usuarios de Google, de Facebook y otras redes sociales
gratuitas, así como whatsapp, no cobran el servicio porque tú eres el insumo
del negocio. Cambridge Analytica ha demostrado, que nada es gratis y que todo
lo pagamos con nuestra información personal, cuyo valor político y comercial,
es tenido muy en cuenta.
Empresas como esas,
se dedican a robar, segmentar y clasificar nuestros datos, que compartimos a
diario con gente conocida y no conocida, a quienes llamamos amigos, los que son
usados en estrategias de publicidad y
propaganda, que nos dejan expuestos a la manipulación política y de todo tipo.
El derecho a la privacidad se pierde cada día más, mientras
nos propagan noticias falsas, como un recurso cada vez más utilizado en las
campañas políticas, para reconducir y manipular tu mente. Si bien, se trata de un fenómeno complejo,
su vacío legal lo convierte en un terreno fértil para las estrategias de
campaña sucia y difamación. Ante esta manipulación de la opinión pública sin
precedentes, vale la pena recordar que la protección de nuestra privacidad es
esencial para defender nuestra condición de sujetos autónomos y ciudadanos libres.
Se trata de infundir ciertas ideas a la sociedad, para poner
en la agenda un tema o polarizar a los electores, lo que funcionó en EE. UU, donde resultó electo Donald Trump.
¡Atención América Latina porque tendremos elecciones en
varios países!
Argentina tuvo elecciones generales en 2015, donde Mauricio
Macri alcanzó el poder y su partido ganó con comodidad las de 2017. La
directora de Amnistía en Argentina, Mariela Belski, admitió que desconocen el
origen de los Trolls, pero sí pudieron determinar que son afines al macrismo y
tienen como objetivo silenciar y amedrentar a la oposición y a los críticos.
Por el momento, la única prueba de la que dispone, es la declaración del
presidente ejecutivo de Cambridge Analytica, Alexander Nix, a una cámara oculta
en la que da detalles de los mecanismos que usan para manipular a los votantes
y dirigentes políticos.
En el vídeo, Nix y otros dos ejecutivos se jactan ante un
periodista al que, engañados, consideraban un potencial cliente en Sri Lanka,
que Cambridge Analytica y su casa matriz, Strategic Communications Laboratories
(SCL), habían trabajado en más de doscientas elecciones en todo el mundo,
incluidas las de “Nigeria, Kenia, República Checa, India y Argentina”. La grabación sumó nuevos detalles a la información
publicada por The New York Times y The Guardian, donde se detalla la forma en
que la consultora usó información obtenida indebidamente, incluidos los
"me gusta", de unos 50 millones de usuarios de la red social para
tratar de influenciar los comicios a favor de Trump. Aunque ahora Facebook,
reconoció que fueron muchos más .
En tan solo 24 horas, el valor de Facebook cayó US$37.000
millones por un escándalo que comenzó con un inocente test de personalidad en
la red social y derivó en acusaciones de robo de datos, interferencia política
y chantajes con prostitutas. Tras la publicación de investigaciones
periodísticas que afirman que la consultora Cambridge Analytica adquirió de
forma indebida información de 50 millones de usuarios de la red social en
Estados Unidos. Ya sabíamos que las redes sociales saben mucho de los gustos de
los usuarios y eso es un tesoro muy codiciado. Compañías de mercadeo han
trabajado para obtener esa información y algunas para usarla con fines
políticos. Investigaciones periodísticas revelaron cómo esa empresa obtuvo
mediante un tercero la información que millones de usuarios compartieron en sus
cuentas de Facebook para generar propaganda política.
La sociedad, se vuelve una masa. Pero esa que se puede
amasar como la del pan. Que se puede manejar según su antojo, se infla con la
levadura que le proporcionan los medios hegemónicos y luego, la gente se
amedrenta, tiene miedo y se vuelve, misteriosamente, pacifista, apolítico y
hasta critica los subsidios a los pobres. Le hacen creer que por eso, son los
despedidos. Una masa que cambia de forma, que golpean contra la mesa, la ponen
a leudar y finalmente, termina en el horno.
En mi país, hubo un Cordobazo, donde el ciudadano se levantó
enardecido por las injusticias del régimen militar, que había disparado a tres
obreros y los mató a la vista de sus compañeros en una huelga de la industria
automotriz y dio un golpe en la ciudad, que
ardía por todas partes. La furia del pueblo derrocó al gobierno más
criminal de América. Porque desde ese día, se dieron cuenta de que corrían
peligro. La gesta de Malvinas fue una distracción programada por ellos. Pero el
pueblo entero respondió. Pero perdimos. Hubo muertos que hoy son héroes.
Mujeres que murieron, sirviendo a la patria, enfermeras, cocineras,
colaboradoras de soldados, que dejaron a la deriva. Pero los militares se
tuvieron que ir. ESE FUE NUESTRO TRIUNFO.
Jamás vi, que el poder internacional esclavista del mundo,
se fuera con marchas pacíficas. De modo que, o asumimos nuestro deber histórico
y como Evo Morales, Chávez y Maduro les decimos GO HOME, o volvemos a la época
donde Bélgica, les ataba a los africanos, una mano a un árbol y les cortaba la
otra si cesaban en su trabajo de extraer el caucho.
Hoy existe una violencia terrible hacia el ciudadano. Donde
lo han convertido en un número digital. No puede usar el dinero, debe abonar
con tarjeta de débito. No puede pagar ni un impuesto o tarifa, sino usa la
tecnología digital. Lo que necesitan estos corruptos de los tres poderes de gobierno, es conocer su capacidad de compra y el uso que hace del dinero. Imaginen a una
persona muy mayor que debe pagar por cada formulario digital en un cyber,
porque no sabe obtenerlo. Lo mismo ocurre si una persona es analfabeta en
informática o ignorante en el uso de la tecnología. Cada vez, se hace más
grande la diferencia social, entre pobres y
entrenados, entre jóvenes y gente mayor.
Poco le importa eso, a esta gente celularizada, que pasa
horas con su aparato de última generación, aún en el trabajo. Ya el Facebook le
recuerda el cumpleaños de su madre y de su padre, no hablemos de los tíos, que
quizás no estén entre los amigos
Facebook eros
No hablemos de los policías que van en el móvil con el
celular, chateando. Ni de los profesores, que lo hacen en clase. Ni de los
alumnos que resuelven las pruebas escritas por whatsupp. Y hablo de la escuela
privada, donde los alumnos leen mal y hablar no sabe.
Esa es violencia ciudadana. La de dejar hacer, a cada uno,
lo que le venga en ganas. La de distraerlo, para que no se dé cuenta de lo que
pasa. De la corrupción, de la represión, de la persecución a los pobres. Hay
violencia contra las mujeres, contra los menores pobres, contra el ciudadano
común. ¿Y qué vamos a hacer? Nada.
Seguiremos conectados, chateando, volviéndonos robots, hasta que la muerte, nos
separe de las redes sociales.
normaef10@hotmail.com
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